El Tesoro de David: la revelación Escritural a la luz de los Salmos. Eliseo Vila. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Eliseo Vila
Издательство: Bookwire
Серия:
Жанр произведения: Религия: прочее
Год издания: 0
isbn: 9788417131753
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sigue adelante en la práctica de la piedad; no te avergüences en tus laudables esfuerzos ni te desanimes por lo que te toque que padecer: siempre que puedas exclamar legítimamente: “scio cui crediderim”, “yo sé en quién he creído”,19 recuerda con consuelo que únicamente el Señor es tu Juez.20

      2. ¿Te ves arrastrado injustamente ante los tribunales corruptos de los hombres? ¿Contemplas con horror cómo la verdad y la justicia son desplazadas de sus lugares naturales? ¿Presencias impotente cómo la equidad es pasada por alto sembrando pobreza por doquier? Ten un poco más de paciencia, y entretanto anima tu espíritu desalentado recordando que hay un Dios que mantiene constancia de la inocencia de tu causa, y al que en última instancia siempre puedes apelar con libertad diciendo: “Pleitea, oh Jehová, con los que contra mí contienden; pelea contra los que me combaten”.

      3. ¿Has sido herido por manos maliciosas? ¿Te impide una legislación mezquina hacer uso de tus derechos y exigir restitución? ¿Algún Nimrod te oprime despiadadamente?21 ¿Hay algún Labán que te defrauda?22 ¿O un terrateniente codicioso te estruja y empobrece? Pues bien, no trates de resolverlo a tu manera recurriendo a procedimientos dudosos y métodos ilegales; no intentes convertirte en juez de tu propia causa tratando de enderezar por ti mismo los entuertos; recuerda más bien lo que enseñaba el apóstol Pablo a los Tesalonicenses: “Dios es justo y hará que sufran quienes os están ocasionando sufrimientos”.23

      ISAAC CRAVEN [¿?-1660]

      “Gods tribunall and mans tryal” a Sermon at Paul’s Cross”, 1630

      Disputa, oh Jehová. En hebreo רִיבָ֣ה rîḇāh de רִיב rib, por tanto, más literalmente: pleitea o litiga, oponte a ellos combatiendo a los que me combaten; o también: véngame de mis adversarios.

      DANIEL CRESSWELL [1776-1844]

      “The Psalms of David according to the Book of Common Prayer: with Critical and Explanatory Notes”, 1843

      Vers. 2. Echa mano al escudo y al pavés, y levántate en mi ayuda. [Embraza el escudo y la coraza, y levántate en mi ayuda. RVR] [Echa mano del broquel y del escudo, y levántate en mi ayuda. LBLA] [¡Echa mano del escudo y del broquel, y levántate en mi ayuda! BTX] [Toma tu adarga, tu escudo, y acude en mi ayuda. NVI] [Embraza el escudo, ponte la coraza y decídete a actuar en mi ayuda. BLP] [Ponte tu armadura y toma tu escudo; prepárate para la batalla y ven en mi ayuda. NTV]

      Embraza el escudo, ponte la coraza, y levántate en mi ayuda. Una metáfora vívida y hermosa en la que el Señor es representado como un guerrero armado para la batalla, interponiéndose entre su siervo y sus enemigos. Es posible que la mención específica del escudo y la coraza, armas defensivas, guarde una relación con las protecciones mayores y menores de la providencia;24 la idea del Señor levantándose, como alguien que se pone de pie, simboliza su acción decidida y celosa de proteger a su siervo en la hora del peligro. Estas imágenes poéticas nos muestran hasta qué punto el salmista alcanzó una comprensión de la existencia y poder de Dios; concibiéndolo como un personaje real propiamente dicho, y obrando como tal en la defensa y protección de sus afligidos.

      C. H. SPURGEON

      Echa mano al escudo y al pavés. La palabra hebrea traducida aquí como “escudo” es: מָגֵ֣ן māḡên, y era más bien una rodela, un artilugio defensivo de tamaño reducido destinado exclusivamente a parar golpes en la defensa rápida.25 La palabra traducida por “pavés” es: וְצִנָּ֑ה wəṣinnāh de צִנָּה tsinnah, que doblaba en tamaño y peso al מָגֵ֣ן māḡên y lo utilizaba la infantería de choque; mientras que el מָגֵ֣ן māḡên, al ser más ligero y manejable, lo utilizaba preferentemente la caballería. El מָגֵ֣ן māḡên equivaldría al “clypeus”, el “clípeo” de los romanos, mientras que el צִנָּה tsinnah se corresponde con lo que conocemos normalmente como escudo de protección integral, el tipo de escudo de mayor tamaño, en forma de teja, de en medio del cual surgía un pincho en forma de daga, y que en las batallas de la antigüedad lo hacía muy útil tanto de arma defensiva como ofensiva.

      JAMES ANDERSON [1804-1863]

      en una nota editorial en su traducción al inglés del “Comentario a los Salmos” de JUAN CALVINO [1509-1564]

      Vers. 3. Saca la lanza, cierra contra mis perseguidores; di a mi alma: Yo soy tu salvación. [Blande la lanza, cierra contra mis perseguidores; di a mi alma: Yo soy tu salvación. RVR] [Empuña también la lanza y el hacha para enfrentarte a los que me persiguen; di a mi alma: Yo soy tu salvación. LBLA] [Saca la lanza y cierra el paso a mis perseguidores. Di a mi alma: ¡Yo soy tu victoria! BTX] [Empuña la lanza y el hacha, y haz frente a los que me persiguen. Quiero oírte decir: «Yo soy tu salvación.» NVI] [Empuña la lanza y detén a quienes me persiguen; dime: “Yo soy tu salvación”. BLP] [Levanta tu lanza y tu jabalina contra los que me persiguen. Quiero oírte decir: «¡Yo te daré la victoria!». NTV]

      Blande la lanza, cierra contra mis perseguidores.26 Antes de que el enemigo se acerque en exceso, el Señor puede rechazarlo empujándolo hacia fuera con una prolongada lanza. Detener el asalto rechazándolo en la distancia en un acto significativo de benevolencia. De la misma manera que un guerrero valiente cubre la retirada, corta el paso a la hueste asaltante, hostigándola con su lanza con el fin de dar tiempo a su hermano más débil para que pueda escapar, así también el Señor a menudo detiene a los enemigos del creyente, hasta que recobra el aliento y logra escapar de su mano. A menudo embarca a los enemigos de Sion en algún conflicto distinto, y de ese modo su iglesia puede descansar. ¡Qué imagen tan gloriosa es esta de Jehová bloqueando el paso de los perseguidores, manteniéndoles a raya con la punta de su lanza y ganando tiempo con ello para que el santo acorralado pueda eludir su persecución!

      Di a mi alma:27 Yo soy tu salvación.28 Además de mantener a raya al enemigo, el Señor puede también tranquilizar la mente de su siervo expresándole garantías directas salidas de su propia boca; asegurándole que está, y estará a salvo, bajo las alas del todopoderoso. Cuando estamos en el horno de la persecución, la certeza interior de la seguridad que tenemos en Dios es la más preciada de todas las cosas. Una sola palabra del Señor disipa todos nuestros temores.29

      C. H. SPURGEON

      Blande la lanza, cierra contra mis perseguidores. En tiempos de Saúl y David la lanza era el arma por excelencia: “El mismo venció a un egipcio, hombre de cinco codos de estatura; y el egipcio traía una lanza como un rodillo de tejedor, mas él descendió con un báculo, y arrebató al egipcio la lanza de la mano, y lo mató con su misma lanza”.30 Un guerrero valiente podía con una lanza manejada con destreza, defender fácilmente un paso estrecho de toda una hueste de perseguidores, dando así tiempo a sus compañeros para escapar. Las proezas de este tipo son numerosas en los relatos de las guerras en Oriente. David anhelaba que Dios adoptara el papel de su héroe defensor, cortando el paso a sus enemigos.

      C. H. SPURGEON

      Saca la lanza. O como dice literalmente el hebreo: וְהָ֘רֵ֤ק wəhārêq de רִיק ruq, “vacíala, sácala, desenváinala, empúñala”.31

      HENRY AINSWORTH [1571-1622]

      “Psalms, The Book of Psalmes: Englished both in Prose and Metre with Annotations”, 1612

      Di a mi alma: Yo soy tu salvación.32 De esta afirmación sacamos dos conclusiones:

      1. Que la salvación puede ser asegurada y garantizada. David jamás oraba por algo inviable; y Pedro no nos encomendaría un deber irrealizable e imposible de llevar a cabo: “sed tanto más diligentes para hacer firme vuestro llamado y elección de parte de Dios”.33 La seguridad de nuestra salvación neutraliza los aullidos amenazantes de nuestros adversarios que tratan de infundirnos dudas, como al parecer