Nosotras, presas políticas
1974-1983
Sobre Nosotras, presas políticas
Obra colectiva de 112 prisioneras políticas entre 1974 y 1983.
Fueron, con, compañeras.
Compañeras: las que comparten el pan.
Eso significa la palabra, según su raíz latina
Este libro comparte, también, la memoria.
Es la obra colectiva de muchas presas de la última dictadura militar argentina.
Ellas dan testimonio de los secretos soles que escondía aquella noche.
Eduardo Galeno
Obra colectiva de 112 prisioneras políticas entre 1974 y 1983
Acompaña esta edición un archivo de consulta que podrá encontrarse en el sitio web: www.nuestramerica.com.ar Con el siguiente contenido:
* Quinientas cartas tipeadas del original, escritas desde la cárcel.
* Documento “Normas y Procedimientos carcelarios impuestosa presos por razones políticas. Años 1974 a 1983”,de Carlos Guillermo Suarez Mason, General de División. Cte Z1.
* Fotos de la cárcel de Villa Devoto.
Nota de las autoras:
De las cartas y de los poemas escritos en prisión se ha conservado la sintaxis con el propósito de resguardar su caracter de originales. En cuanto a la puntuación, fue revisada sólo en los casos en que el sentido del texto se interpretaba con dificultad.
Los nombres y apellidos de autoridades, personal penitenciario y militares, mencionados, pueden no ser precisos debido a que los relatos están basados en nuestros recuerdos.
Para Mariana y las queridas compañeras que no vieron realizarse este sueño.
El equipo
Coordinó: Viviana Beguán
Prologó: Inés Izaguirre
Socióloga. Profesora consulta UBA. Miembro directivo APDH.
Participaron en la elaboración y/o redacción: Alicia Kozameh, Blanca Becher, Mirta Clara, Silvia Echarte, Viviana Beguán.
Seleccionaron y compaginaron los testimonios, relatos y recuerdos: Silvia Echarte, Viviana Beguán
Corrigió el estilo de los relatos: Verónica Couselo Profesora de castellano, literatura y latín
Seleccionaron material gráfico: Nora Hilb, Silvia Echarte
Las cartas, los testimonios, los dibujos y poemas, como también los trabajos de selección, tipeo y corrección de las cartas, los relatos, las opiniones y los recuerdos, fueron los aportes invalorables para la realización de este libro de:
Adriana Cappelletti, Adriana Chein, Adriana Echagüe, Albertina Paz, Alejandrina Gómez, Alicia Kozameh, Alicia Wieland, Ana Ester Koldorf, Ana Romero, Beatriz Cottani, Beatriz Horrac, Beatriz Serrano, Berta Falicoff, Berta Horen, Betty Leeuw, Blanca Becher, Carlota Marambio, Carmen Ortiz, Catalina Palma, Clara Gianelli, Claudia Kon, Claudia Mazza, Cristina Bollatti, Cristina Ercoli, Cristina Guillen, Cristina Pot, Cristina Rebello, Cristina Torres, Debora Benchoam, Edelveis Gallegos, Elba Arana, Elda Menvielle, Elsa Chagra, Elsa Quiroz, Ema Lucero, Estela Cereseto, Estela Cerone, Estela Garibotto, Florencia Aramburu, Gladys Sepúlveda, Graciela Álvarez Daisson, Graciela Bofelli, Graciela Chein, Graciela Gribo, Graciela López, Graciela Meloni, Graciela Movia, Graciela Schtutman, Graciela Suárez, Graciela Taddey, Griselda Veiga, Hilda Migueles, Hilda Nava, Irene Bucco, Irma Antognazzi, Isabel Eckerl, Laura Ojeda, Lelia Ferrarese, Lilia Fernandez, Liliana Chiernajosky, Liliana Forchetti, Liliana Gómez, Liliana Moreno, Liliana Ortiz, Lucía Briones, Mabel Fernández, Mabel Grinberg, Margarita Carbajal, Margarita Irurzun, María Carrara, María Claro, María de los Ángeles Roldán, María del Carmen Ovalle, María del Carmen Sillato, María Rosa Genevois, Mariana Crespo, Marta Bertolino, Marta Candia, Marta Celano, Marta Lockart, Martina Chávez, Matilde Peralta Pino, Milagros Demiryi, Mirta Clara, Mirta Sgro, Nancy Ayala, Nelfa Suárez, Noemí Genera, Nora Carpenzano, Nora Hilb, Nora Maggi, Nora Mattion, Nora Savoy, Norma Echarte, Norma Vera, Patricia Ceunik, Perla Diez, Sandra Álvarez Daisson, Silvia Arana, Silvia Arrúa, Silvia Asaro, Silvia Echarte, Silvia Ontiveros, Silvia Zustovich, Susana Barco, Susana Gallegos, Susana Martín de Pancaldo, Teresa Caferri, Teresita Gómez, Viviana Beguán, Wanda Fragale, Zulema Aristizabal
Agradecemos la colaboración de Verónica Couselo, que dispuso su dedicación y su tiempo para realizar el trabajo de corrección de los textos.
Agradecemos el trabajo de transcripción de la conversación grabada de las “memoriosas”, de la selección y del tipeo de cartas a Irupé Domínguez, socióloga.
Agradecemos las fotos de la cárcel de Villa Devoto a Sara Kozameh. Agradecemos los aportes de Abel Bohoslavsky.
Agradecemos a todos aquellos que colaboraron para la concreción de este libro en todas sus etapas.
Adhesiones:
Alicia Dasso, Alicia Ferrer, Ana Maria Garraza, Cristina Savall, Gregoria Perez, Judit Casco, Maria Cristina Agulleiro, Maria Elena Bayola, María Leonor Gonzalez, Milagros Palacios, Noemí Benítez de Mechetti, Olga Chamorro, Patricia Traba, Rita Silva, Silvia Di Cola, Silvia Horne, Soledad García, Stella Maris Vallejos, Vilma Cancian.
Nota Editorial
por Marcelo Cafiso
Como editorial nos sentimos privilegiados y profundamente agradecidos ante la confianza de este grupo de mujeres para editar, por vez primera, el resultado de muchos años de trabajo colectivo.
Sabemos que ha sido una hazaña, en el cabal significado de la palabra, lograr que aquel sueño de una mujer se fuera contagiando en muchas otras compañeras que compartieron las mismas penurias como presas políticas, para darlo a conocer a través de los más vívidos testimonios.
Este libro es narrado por mujeres que vivieron ese decenio de la historia Argentina en el cual los sueños elevaban el mar hasta fundirse con el cielo para así intentar jugar con las estrellas, acariciar la luna; pero donde la marea enemiga se encargó de derrumbar el proyecto de vida colocándole rejas y muerte.
Pero ellas, encontrándose prisioneras en los claustros del horror, sentían y sienten aquello de El viejo y el mar, que en medio de la desolación y la batalla desgarradora, reflexiona diciendo: “Pero el hombre no está hecho para la derrota. Un hombre puede ser destruido pero no derrotado”.
Este es el perfume que exhalan sus páginas al abrirlas, nos han vencido, nos han destruido, pero jamás podrán derrotarnos.
No esconden nada. No se oculta el dolor, el llanto, la tortura, la muerte, la presencia permanente de la lobosidad del ser humano; y todo esto se contrarresta con la rebeldía, la desobediencia, la poesía, las postales, los dibujos, las cartas, los retratos de sus hijos, el humor y el amor que conviven en la diaria lucha de vivir sobreviviendo en los pantanos de la insensatez.
Las casi quinientas paginas de Nosotras, presas políticasy el CD con más de quinientas cartas, son una ventana sin barrotes que abren para todos este grupo de valientes mujeres; y que tanto ayer en la lucha aguerrida de los años setenta, como hoy en el batallar diario, nos ofrece su ejemplo de dignidad y vida, frente a la sinrazón de la no-vida.
Una carta escrita desde la cárcel, por Mariana Crespo, precursora de este libro, dice en uno de sus párrafos: No hemos perdido la alegría y vive encendida la confianza de que llegara el día