En los procesos de mantenimiento o reparación de las instalaciones de antenas en edificios se deberá respetar una serie de normas de a fin de evitar daños a las personas y los equipos.
Ser podrán clasificar las tareas relacionadas con el mantenimiento y reparación en una instalación en función de los conjuntos de elementos que componen la red:
1 Conjunto de elementos de captación de señales.
2 Equipamiento de cabecera.
3 Red.
Las tareas que implican mayor riesgo a las personas son las relacionadas con los equipos de captación de señal, debido al riesgo de caídas a diferente nivel. En todo momento se deberá de respetar las medidas de prevención de riesgos laborales en función de los peligros existentes. Antes de comenzar los trabajos deberá de confeccionarse una evaluación de riesgos específica y para controlar las consecuencias de los peligros que no son evitables. Se deberá de respetar escrupulosamente la utilización de los equipos de protección individual que sean de aplicación.
Cuando se realicen trabajos con las antenas se deberán tomar las siguientes precauciones:
1 Evitar realizar trabajos en los días que exista riesgo de descargas eléctricas atmosféricas.
2 Deber de equiparse con los EPI adecuados, tales como sistema anticaída, cascos, guantes y botas de protección.
3 Cuando se realicen trabajos en antenas con riesgo de caída nunca deberá ser realizado por una única persona, siempre deberán ser como mínimo, dos operarios.
En lo referente a tareas en los equipos de cabecera, se deberá tener en cuenta los riesgos de contactos eléctricos, por lo que las herramientas manuales tales como destornilladores, alicates, tijeras, serán las adecuadas para trabajos en tensión y contarán con los aislamientos pertinentes.
En los trabajos que se efectúen en la red de distribución se deberán tomar las mismas precauciones que en la realización de las tareas de mantenimiento que se efectúen en los equipos de cabecera, teniendo en cuenta que los riesgos por descarga eléctrica son prácticamente inexistentes.
En referencia a las medidas de seguridad de los elementos captadores de señal de R. F.; el Reglamento de Instalaciones Comunes de Telecomunicación indica los requisitos que hacen referencia a la instalación de los equipos de captación, entendiendo como tal al conjunto formado por las antenas y demás elementos del sistema captador junto con las fijaciones al emplazamiento, para evitar en la medida de lo posible riesgos a personas o bienes.
Las características que establece para el conjunto de elementos para la captación de servicios terrestres son:
Las antenas y elementos del sistema captación de señales soportarán las siguientes velocidades de viento:
Para sistemas situados a menos de 20 m del suelo: 130 km/h.
Para sistemas situados a más de 20 m del suelo: 150 km/h.
Los cables de conexión serán del tipo intemperie o en su defecto deberán estar protegidos adecuadamente.
En cuanto al conjunto para la captación de servicios por satélite, establece las siguientes características:
Las antenas y elementos del sistema captación de señales soportarán las siguientes velocidades de viento:
Para sistemas situados a menos de 20 m del suelo: 130 km/h.
Para sistemas situados a más de 20 m del suelo: 150 km/h.
Todas las partes accesibles que deban ser manipuladas o con las que el cuerpo humano pueda establecer contacto deberán estar a potencial de tierra o adecuadamente aisladas.
Con el fin exclusivo de proteger el equipamiento captador y para evitar diferencias de potencial peligrosas entre este y cualquier otra estructura conductora, el equipamiento captador deberá permitir la conexión de un conductor, de una sección de cobre de, al menos, 25 mm2 de sección, con el sistema de protección general del edificio.
En cuanto a las normas de seguridad para la protección de los equipos se deberá de tener en cuenta:
1 Todas las partes metálicas de los equipos de captación deberán de estar conectados a tierra.
2 Los equipos de cabecera deberán estar conectados a tierra, así como la malla del cable coaxial procedente de las antenas o salidas hacia otros equipos o red de distribución.
3 Cuando se manipulen los equipos de cabecera se deberá desconectar la fuente de alimentación.
4 Se deberá tener especial cuidado en los aprietes de los conectores tipo “F” utilizados habitualmente, a fin de evitar su deterioro.
5 En cuanto a los cables coaxiales se deberá poner especial atención en las dobleces que puedan producirse ya que podrán ser causa de pérdidas de aislamiento o corte del hilo activo, produciendo atenuación en la transmisión de la señal o el corte efectivo.
5. Elaboración de informes e históricos de averías
En las instalaciones de ICT, las operaciones de mantenimiento se pueden clasificar en dos grandes grupos:
1 Mantenimiento preventivo.
2 Mantenimiento correctivo.
El mantenimiento correctivo actúa directamente sobre una avería realizando las labores oportunas para la localización del elemento averiado y su posterior subsanación.
En cambio a la función del mantenimiento preventivo es adelantarse a la posible avería, detectando los puntos o elementos que sean susceptibles de producir una avería; para lo cual se utiliza la información obtenida mediante diversos procedimientos tales como:
1 Protocolos o auditorias preventivas.
2 Elaboración de informes.
3 Históricos de averías.
Para el correcto mantenimiento de las instalaciones de ICT que corresponden a los equipos y sistemas que constituyen la captación y distribución de señales de radiofrecuencia sería muy conveniente disponer de los datos de niveles de señal previstos en el proyecto así como los niveles resultantes del ajuste y puesta a punto posterior a la instalación. Estos conformarán los datos iniciales, que serán complementados con los que resultan de las actuaciones:
1 Provenientes del mantenimiento preventivo, tales como inspecciones o auditorias.
2 Actuaciones correctivas debidas a fallos de funcionamiento o averías.
En lo referente a las inspecciones será muy conveniente que se mantengan los procedimientos de inspección o al menos unas inspecciones mínimas que permitan realizar análisis comparativos coherentes.
Mediante la confección de los informes históricos se podrán mejorar las actuaciones de carácter preventivo a fin de evitar o disminuir las averías, con el consiguiente ahorro económico y aumento de la satisfacción del cliente.
Para poder realizar un correcto mantenimiento correctivo es de gran importancia la elaboración de informes, cada vez que se produzca una avería, en el que se indique la avería detectada, causa posible de la avería y los elementos que hayan tenido que ser sustituidos. Con el paso del tiempo el conjunto de informes de mantenimiento correctivos formarán un histórico de averías que podrá suministrar información del funcionamiento del conjunto de la red. Permitirá detectar posibles puntos débiles e investigar si existen causas externas que incidan en la avería.