Ideas creativas para un matrimonio feliz. Michael Perrot. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Michael Perrot
Издательство: Bookwire
Серия:
Жанр произведения: Сделай Сам
Год издания: 0
isbn: 9786124252563
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amigos, buenos compañeros de trabajo, amantes que se deleitan.

      ¿Están ustedes buscando esto? Quizá quieran leer juntos este manual, uno al lado del otro, página por página. Algunos preferirán hacerlo por separado, de acuerdo con su propia dinámica, y luego conversar con su pareja sobre el tema que les interese. Sea como fuere, léanlo todo, pues su matrimonio se edificará sobre este cimiento seguro.

      Entonces, ¡adelante! Ustedes encontrarán que los buenos matrimonios no suceden así nomás, sino que han de ser construidos.

      Los siete secretos de un matrimonio feliz son: Comunicación, cariño, respeto, estímulo, perdón, abnegación y lealtad. Todo esto indica cuidado. En la proporción en que estas cualidades se encuentren en el matrimonio, incidirán en la prosperidad o incluso sobrevivencia del matrimonio. Aunque los autores de este manual son cristianos comprometidos, los principios trazados aquí podrán ser seguidos por personas de otras religiones o de ninguna.

      Si no cuidas de tu salud, podrías enfermarte y morir. Si no eres cuidadoso al conducir el vehículo o cruzar la calle, tú —y quizás otros— podrían quedar heridos o muertos. Sin cuidado, una casa llega a arruinarse, un jardín se convierte en desierto, un terreno se torna improductivo, una empresa fracasa. Si cuidas de los demás aspectos de tu vida, ¿por qué no cuidar también de tu matrimonio?

      Lean lo que sigue y disfruten de su matrimonio.

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      Capítulo 1

      La comunicación

      Imparte luz a tu matrimonio

      Por qué algunos no conversan;

      pautas para hablar;

      discrepar sin ser desagradable;

      aprendiendo a escuchar.

      Significa hablar y escuchar el uno al otro. ¿Por qué? Para comprender y ser comprendido. Al conversar, introduces a tu pareja en tu mundo interior; al escuchar, entras en el mundo de tu pareja. Por hablar y escuchar, viene el entendimiento. ¿Cómo funciona tu esposo? ¿Cómo se siente tu esposa? La manera en que pueden suplir las necesidades, el uno para el otro.

      ¿Alguna otra razón? Sí, la comunicación demuestra que tú te preocupas por ella. Tienes interés en lo que ella piensa. Tú te preocupas suficientemente para hablarle y escucharle. Escuchas sus aspiraciones y sus temores, compartes su tristeza y su gozo. Ambos dedican tiempo el uno al otro.

      Pero…

      Él dijo: “Nosotros no discutimos, simplemente no hablamos”.

      Ella dijo: “No hay nada de qué conversar”.

      ¿Por qué es así? Aquí hay algunos…

      Estorbos en la comunicación

      * Los años formativos. La manera en que los padres se comunican el uno con el otro y con sus hijos puede influir enormemente en las vidas y los matrimonios de estos. Pero, aunque los años formativos explican, ellos no disculpan. Tú no puedes quedarte callado como tu padre o gritar como tu madre. Tú debes elegir.

      * El temor. ¿Tienes temor de parecer débil o ridículo cuando hablas? ¿No opinas porque consideras que es mejor no hablar para no ser rechazado o ser objeto de burla? ¿O no dices nada para evitar una explosión de ira?

      * La paz a cualquier costo. Haces cualquier cosa para evitar conflictos. Hay que esconderlos bajo la alfombra. Pero, una actitud de “sí señor, no señor, lo que usted diga señor” produce un dictador y un adulón. Hay paz en cierto sentido, pero no existe respeto ni para el dictador ni para el adulón.

      * Las críticas. Los comentarios negativos pueden dejarte pensando, “¿Vale la pena hablar? Él me humilla siempre. ¿Por qué preocuparme en hacerlo?”. Expresiones tales como: “Hablarte es como hablar a la pared”, “Qué idea tan estúpida”, “Qué tontería”, y “¡No seas niño!” podrán agradar al que habla, pero destrozan al que escucha.

      * La televisión. Ver un programa juntos puede ser un tiempo de compartir y de provisión de material para comunicarse, pero cuando una persona pasa muchas horas delante del televisor o la computadora, la otra bien podría pensar “Él lo/la prefiere más que a mí”. Entonces la herida se convierte en ira, la ira lleva a la renuncia y esta al silencio.

      * La hora de acostarse. Si van a la cama a diferentes horas, probablemente se levantarán a diferentes horas; así hay menos comunicación al comienzo y al final del día.

      * Demasiadas ocupaciones. Si están demasiado ocupados para hablar o escucharse el uno al otro, realmente se encuentran demasiado ocupados. Si te hallas demasiado ocupado, te encontrarás demasiado cansado; y si te encuentras demasiado cansado, la rabia se agitará inmediatamente y el diálogo se romperá.

Si están demasiado ocupados para hablar o escucharse, realmente se encuentran demasiado ocupados.

      * Demasiada locuacidad. Si una persona acapara todo el tiempo hablando, la otra deja de hablar y, al final, también deja de escuchar.

      * El resentimiento. Las heridas pasadas (lejanas o recientes) se traen al presente. Al recordarlas, vives el dolor otra vez. Es como si estuviera ocurriendo ahora mismo. Se disparan palabras amargas o se guardan en un silencio amargo. Una pareja tenía lo que ellos llamaban “palabras amargas”, que duraban unas horas; “palabras más amargas”, que duraban unos días; y a veces “palabras súper amargas”, que podían durar hasta semanas. Las palabras amargas y las recriminaciones son obstáculos para hablar y escuchar.

      Pautas para conversar

      Esto es lo que dice un esposo:

      Estábamos tan ocupados con los hijos, la casa y el trabajo que en realidad no hablábamos, excepto de las cosas cotidianas de nuestras vidas. Así que un día conseguí un cerrojo y lo coloqué por dentro de la puerta de la cocina. Después de cenar juntos, puse a los niños en otro cuarto y cerré la puerta con el cerrojo. Regresé a la mesa y tomé otra taza de té con mi esposa. Del otro lado de la puerta, se levantó un ruido como de una guerra civil, que rápidamente llegó a ser ¡una guerra nada civil! Pero fingimos ignorarla.

      Después de un tiempo, los niños entendieron y nos daban el espacio que tanto necesitamos. Tendríamos una segunda taza y hasta una tercera —tal vez por unos veinte minutos. Hablamos de cosas triviales, de las ocurrencias del día. Pero también compartimos cosas profundas, las penas y aspiraciones, los gozos y dolores. Reímos juntos. Pero la práctica que comenzamos ese día sentados a la mesa de la cocina, llegó a ser el hábito de años y fue la base de un matrimonio mejor del que hubiéramos soñado.

      * Hazlo una prioridad. Si ustedes no hablan ni se escuchan el uno al otro con frecuencia, nunca llegarán a ser muy íntimos y, sin darse cuenta, vivirán más y más separados. Nada es más importante que la comunicación. Como dijo una esposa: “Cuando me habla mi esposo, siento más ser una persona”. Separa en tu día tiempo para hablar. ¿Después de la comida? ¿Cuando los niños están en cama? Naturalmente, si trabajan en horas distintas, tendrán que adaptarse. Ustedes no van a encontrar tiempo, pero tendrán que hacerlo, porque siempre hay tantas cosas que distraen e interrumpen. Programen un tiempo y protéjanlo. Apaguen el teléfono. Ocupen a los niños en algo.

Ustedes no van a encontrar tiempo; tendrán que hacerlo.

      * Haz un esfuerzo. No es fácil cuando estás cansado, estresado o preocupado y cuando solamente quieres dejar de pensar. Un esposo muy decidido dijo: “Quisiera ver televisión, pero voy a conversar con mi esposa”.

      * Haz preguntas. ¿Qué ha ocurrido hoy día? ¿Cosas graciosas o cosas difíciles? ¿Qué crees que debo hacer en esto? ¿Cómo te sientes? ¿Qué quisieras hacer? ¿Algunas ideas? Algunas personas ofrecen información fácilmente, mientras que en otras es necesario sacárselas.

      * Compartan las comidas. La palabra “compañerismo” viene del latín que significa ‘una persona que come pan con otra persona’. En todas partes del mundo, las familias