Así, Barbieri se constituyó en el compositor más grabado por el mítico intérprete entre sus acompañantes y el cuarto si se considera a todos los compositores y autores cuyas obras grabó Gardel, sólo detrás del propio cantor, de José Razzano y del letrista Juan Andrés Caruso.
Según la prolija recopilación realizada por Alberto Rasore en la revista Vereda de Tango dirigida por José Pedro Aresi, correspondiente al mes de marzo de 2006, el listado de esos treinta y cinco temas es el siguiente: los tangos Anclao en París, Ansias de amor, Barrio viejo, Besos que matan, Cariñito, Cruz de palo, Dicha pasada, El que atrasó el reloj, Flor del valle, Guaminí, Idilio campero, Incurable (olvidada pero muy atractiva melodía que lleva letra de Roberto Aubriot Barboza), La novia ausente, Lobo de mar, Pobre amigo, Por un tango, Pordioseros, Preparate pa’l domingo, Quejas del alma, Quien tuviera dieciocho años, Recordándote, Resignate hermano, Se llama mujer, Tierra hermana, Trovas, Tus violetas, Viejo curda y Viejo smoking, los valses Alicia y Tu vieja ventana, el estilo Salve patria, el vals Rosa de otoño, la zamba Mi manta pampa, el shimmy Que lindo es el shimmy y la ya mencionada canción criolla Mi ranchito.
Además, tal como lo detalla Rasore en el mencionado trabajo, Barbieri fue el guitarrista que más acompañó a Gardel en sus grabaciones totalizando 763 participaciones, sobre un total de 930 registradas por el Zorzal.
De ellas realizó 445 a dúo con José Ricardo, llegando así el dúo a intervenir en cerca del 48 % de las grabaciones del cantor, 81 con José María Aguilar, 79 con éste y Ángel Domingo Riverol, 64 conformando un trío con José Ricardo y Aguilar, también 64 integrando un cuarteto con Riverol, Horacio Petorossi y Domingo Julio Vivas, 14 en trío con Riverol y Vivas, 10 en dúo con Riverol y 6 integrando un conjunto con Rodolfo Biagi en piano, Antonio Rodio en violín y Aguilar, Riverol y él en guitarras.
Otras composiciones de Barbieri, no grabadas por el Zorzal, fueron los tangos Cancionera, Cariñito, Goce la vida, Los ruiseñores, Lunático, Milagro; No conversés, Olvidao, Palermo, Pa’ lo que te va a durar, ¿Será posible?, Tiempos felices, Trovas galanas, los valses Al caer la tarde, Al pie de tu reja, El tala, Flores azules, Griselda, La ca sita blanca y Tus manos, las canciones Los reseros y Santos Vega, la ranchera En la estancia de Don Ramiro y la chacarera La picardía.
Además, dentro su trayectoria junto a Gardel, Barbieri con otros de los guitarristas realizaron actuaciones y también grabaciones sin la intervención del cantor. Esto ocurrió por ejemplo cuando formando trío de guitarras con José Ricardo y Aguilar, actuaron en el dancing Florida de París, ciudad en la que además el trío grabó en octubre de 1928 para el sello Odeón algunos temas instrumentales, tal como lo habían hecho previamente en Buenos Aires para el mismo sello el 9 de septiembre de 1928.
En octubre y noviembre de 1930, junto con Aguilar y Riverol acompañó a Gardel en la filmación de unas películas cortas, secundándolo en la interpretación de los tangos Mano a mano, Canchero, Enfundá la mandolina, Yira, yira, Tengo miedo, Padrino pelado y El quinielero, el vals Añoranzas y la canción El carretero.
Entre el 21 de octubre y el 4 de diciembre del mismo año brindaron carco musical al Zorzal en audiciones irradidas por las Radios Splendid y Rivadavia. En esta última el programa se denominaba La hora Geniol, y en ella el trío interpretó nuevamente algunos temas instrumentales.
Por otra parte, durante algunas temporarias desvinculaciones de Gardel, ocurridas cuando éste se ausentaba de Buenos Aires sin sus guitarristas, Barbieri junto con los otros escoberos acompañó a la cancionista Anita Palmero en 1931, al cantor Teófilo Ibáñez en actuaciones de este tenor español ante los micrófonos de Radio Nacional, a Oscar Ugarte por Radio Fénix y a Adhelma Falcón, hermana de Ada, a quien prestó el marco musical en la grabación del vals Cortando camino junto con José María Aguilar y Ángel Riverol. Barbieri, quien era padre del cómico Alberto y abuelo de la hoy mediática actriz Carmen Barbieri, falleció con el Zorzal en el accidente de Medellín el 24 de junio de 1935. Dos días después corrió igual suerte Riverol. Aguilar en cambio, pudo sobrevivir a la tragedia, aunque sobrellevando desde entonces los efectos de las graves quemaduras sufridas en esa trágica circunstancia.
24. Bardi, Agustín
Pianista y compositor de varias de las más hermosas melodías del género, al igual que Roberto Firpo nació en el año 1884 en la localidad de Las Flores (provincia de Buenos Aires), en este caso, el día 13 de agosto.
Al iniciar la escuela primaria sus padres lo enviaron a vivir con unos tíos a la Capital Federal, los que le enseñaron la guitarra, instrumento, con el que creó sus primeras melodías.
A los trece años de edad se empleó en el Ferrocarril y luego de cumplir con el servicio militar ingresó a la empresa exportadora La Cargadora, en la que se jubiló treinta años después, en 1935.
Precisamente su empleo mercantil hizo que nunca tuviese su propia orquesta y así es como no ha quedado grabado tema alguno que documente su actividad como director. En tal sentido, y teniendo en cuenta por otra parte su extraordinaria labor de compositor, se le consultó en cierta oportunidad porque no constituía una formación bajo su dirección, a lo que ingeniosamente respondió que «prefería combinar sonidos antes que combinar horarios».
Luego de aquellos elementales estudios de guitarra, comenzó el aprendizaje del violín, para finalmente volcarse al piano, con el que desarrolló toda su no muy extensa labor profesional entre 1910 y 1921.
Su debut en el primero de los años mencionados se produjo en un cuarteto, del que también participaba el Tano Genaro Spósito con el que tocó en el café El Royal de la Boca, conocido como el café del Griego.
A comienzos de 1911 integró otro cuarteto con Graciano de Leone en bandoneón, Carlos Hermani Macchi en flauta y Tito Rocatagliatta en violín y al año siguiente integró al conjunto de Vicente Greco para actuar en el café El Estribo. En este año 1912 escribió su primer tango al que tituló Vicentito en homenaje a Vicente Leónidas Greco. En 1914 se incorporó a un conjunto dirigido por Eduardo Arolas, que tocaba en el café C.T.V., del que se desvinculó para integrar junto con el violinista Eduardo Monellos un trío dirigido nuevamente por Graciano de Leone, con el que actuó en el Café Domínguez ubicado en la antigua calle Corrientes.
En 1916 compuso la melodía de Independiente Club, instrumental del que es imposible no nombrar la versión grabada por la orquesta de Alfredo Gobbi para el sello rca Victor el 8 de septiembre de 1948. Actuando con el trío de De Leone estrenó en una noche de 1917 sus tangos Gallo ciego y Lorenzo. También de 1917 son C:T:V:, escrito en homenaje al café en el que actuara con Arolas en 1914 y La racha, con letra prácticamente desconocida de Mario Pardo. De C.T.V. existen muchas versiones grabadas, siendo quizás la más recordada la de la orquesta de Aníbal Troilo, mientras que La racha fue grabada, entre otras, por la orquesta de Lucio Demare, en la más conocida de sus versiones discográficas. En este año asumió además la función de director en la fábrica de rollos para pianolas Pampa.
En la noche del 22 de junio de 1918, al ser sorprendido por una inusual nevada en el centro de Buenos Aires luego de una actuación con el trío, Bardi escribió la bella melodía del tango Que noche.
En 1919 compuso El baqueano y en 1920 El taura. De ellos existen insuperables grabaciones de las formaciones de Osmar Maderna y Juan D’Arienzo, respectivamente.
En 1920 compuso la música de Tierrita, con coloridos versos de Jesús Fernández Blanco, grabado por Alfredo Gobbi con el cantor Hécto Maciel, en el que fuera el único registro de este vocalista con la orquesta del Violín Romántico del Tango. Existen de este tango mucha otras versiones grabadas únicamente en forma instrumental.
La última actuación pública de Bardi como pianista fue en los carnavales de 1921, integrando una orquesta gigante formaba para esa ocasión por Francisco Canaro. A partir de entonces se retiró para siempre de la actuación ante el público, pues aspiraba a dedicar el escaso tiempo que le dejaba disponible su empleo mercantil a la composición, comprendiendo