Diarios. Edouard Leve. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Edouard Leve
Издательство: Bookwire
Серия:
Жанр произведения: Языкознание
Год издания: 0
isbn: 9789877122084
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del gobierno. Rápidamente se convierte en el líder del sector diplomático, a pesar de su aspecto severo y su rostro demacrado, razones por las cuales el electorado lo conoce en una época como “el sapo”. Se opone con éxito a la creación de nuevos cargos permanentes en el consejo de seguridad de una institución internacional. Es el artífice de las exitosas negociaciones entre la nación y una dictadura que alberga campos de entrenamiento de terroristas internacionales. Da los primeros pasos para volver a entablar relaciones con una excolonia, y encabeza los esfuerzos multinacionales destinados a restablecer la paz en una región azotada por genocidios étnicos. Está casado con una mujer de negocios muy rica, que dispone de importantes bienes en el extranjero.

      Las poblaciones de dieciséis países pobres de una misma región participan de un ejercicio a gran escala para entrenar a las fuerzas militares locales, que deberán controlar el ingreso simulado de refugiados en la zona, dentro del marco de una operación de mantenimiento de la paz dirigida por un país rico e influyente de otro continente. El ejercicio tiene lugar después de que decenas de miles de exiliados de uno de los países participantes murieran durante el éxodo provocado por una reciente guerra interétnica.

      Un país dividido en dos luego de la última guerra ahora busca un acercamiento entre ambas partes, enemistadas desde entonces. El presidente de una gran potencia extranjera, que respalda a una de ellas, la pone en una situación incómoda cuando afirma que la otra pertenece al “eje del mal”. Lo dice luego de una ola de atentados en su país, a cuyos autores aún no han podido ubicar. Sus declaraciones echan por la borda varios años de delicado trabajo diplomático.

      Un candidato a presidente inicia una demanda por invasión a la intimidad contra un periodista que acaba de publicar un libro donde le atribuye, erróneamente, detalles biográficos que en realidad le pertenecen a uno de sus aliados políticos, cuando ambos integraban el mismo partido, hace veinte años. Su abogado estima que los lectores podrían creer que el candidato se atribuye una ascendencia familiar más gloriosa de la que tiene en verdad. Por otra parte, el periodista hace eco de rumores y confidencias referentes a las violaciones colectivas y los asesinatos cometidos por los miembros de ese mismo partido en aquella época. El abogado del periodista reconoce los errores de su cliente, pero estima que no invaden la intimidad del candidato. El editor se compromete a suprimir los fragmentos en disputa en eventuales reediciones, pero no considera factible expurgar los libros que ya están en circulación. “Obligar a retirar los ejemplares a la venta constituiría una censura económica particularmente injusta”, concluye el abogado.

      Dos candidatos a presidente consideran haber ganado las elecciones. Cada uno “gobierna” con sus ministros. Las negociaciones entre los representantes de la Asamblea para zanjar la cuestión y dictaminar quién resultó ganador en los comicios no tienen éxito. El portavoz evita hablar de un fracaso, y utiliza la expresión “primera vuelta”. Sin embargo, no hay ninguna segunda vuelta prevista.

      Hay cacerolazos en las principales ciudades del país para protestar contra las restricciones bancarias y la corrupción de las clases dirigentes. En la capital, cientos de manifestantes convergen frente al palacio presidencial, protegido por cientos de policías y vallas. Mujeres y niños golpean sus cacerolas y entonan eslóganes para exigir que se eliminen las restricciones bancarias que impiden que los ciudadanos utilicen libremente su dinero. Se ven pancartas que reclaman elecciones presidenciales inmediatas. La calle considera que el presidente actual es ilegítimo, al haber sido elegido durante una reunión de urgencia del Congreso y no por voto directo de los ciudadanos. Una tormenta dispersa a la muchedumbre mientras la policía, armada de gases lacrimógenos y balas de goma, arremete contra los últimos manifestantes, que se están retirando pacíficamente. Antes de la protesta, el gobierno justificó la implementación del dispositivo de seguridad para evitar “desbordes que pongan en riesgo la vida y los bienes de la gente”. Hace algunos meses, las manifestaciones terminaron con varias decenas de muertos por la sangrienta represión policial contra un cacerolazo pacífico, lo que desencadenó la caída del presidente anterior.

      Los electores deben designar en breve a los nuevos diputados. Los comicios tienen lugar por la renuncia del primer ministro socialista, luego de la derrota de su partido en las elecciones municipales. El partido de la oposición se queda con las ciudades más grandes. Este sufragio anticipado se da en un contexto difícil. El crecimiento económico pierde impulso y el déficit presupuestario aumenta. Para encabezar su lista, los socialistas designan a un economista, un exministro que cosechó una gran popularidad cuando implementó un ingreso mínimo garantizado. Se publican anuncios publicitarios en los diarios con la consigna: “Y pensar que antes todo esto eran puras promesas...”. Enumeran los compromisos que el gobierno cumplió durante sus seis años en el poder, bajo este eslogan: “Decirlo es fácil, pero nosotros lo hacemos”. En la oposición, el candidato de derecha multiplica sus visitas al extranjero y reúne a su eventual gabinete. Pero no está seguro de conseguir la mayoría absoluta. Teme que cuando tenga que gobernar termine encontrándose con las mismas dificultades que los socialistas: sin suficientes bancas en la Asamblea.

      Un sondeo realizado el día de las elecciones legislativas indica que un primer ministro habría sido elegido en primera vuelta con el cincuenta por ciento de los votos si el escrutinio hubiera tenido lugar en esa fecha. El éxito de su partido lo ubica en una situación ideal: las elecciones legislativas son vistas como un anticipo de la elección presidencial. A los pocos meses, el primer ministro es quien se ocupa de los asuntos del país, aprovechando las ausencias del presidente, debilitado por su alcoholismo. Hasta ahora la suya ha sido una carrera heteróclita, con varias zonas oscuras. Empieza en el servicio secreto, con una misión de varios años en el extranjero, de la que nunca ha revelado nada públicamente. Luego ingresa al gobierno de una importante ciudad de provincia, antes de llegar a la capital como parte de un equipo de jóvenes ambiciosos vinculados al principal reformador. Su rápido ascenso le permite encabezar el servicio secreto, un año antes de ser nombrado primer ministro. Su popularidad, menor al uno por ciento al momento de su sorpresiva nominación por parte del presidente, aumenta a medida que avanzan las tropas en la región independentista, a la que se opuso ferozmente desde los primeros intentos de insurgencia. Tras varios meses de enfrentamientos violentos, pasa a ser el favorito de sus compatriotas. Después de una seguidilla de ataques islamistas y de atentados que dejan varios cientos de muertos, “el país necesita un héroe que lo salve de los terroristas”, explican los politólogos. Es entonces cuando reemplaza en la cúpula del gobierno a otro exjefe del servicio secreto, que ya no satisface las expectativas del presidente y de su entorno, ni en la política interna ni en el aspecto militar. Una serie de declaraciones y de gestos enérgicos, a veces burdos, como su promesa de “liquidar a los terroristas hasta en los baños”, o el corte de mangas que les dedicó ante las cámaras, le permiten ganarse el fervor del pueblo.

      Un nuevo sondeo favorece a uno de los candidatos a una nueva elección presidencial, dándolo como vencedor en segunda vuelta contra el actual presidente. La noche anterior, este último se presenta en el principal canal de televisión como el candidato de la reconciliación y el compromiso. Un candidato minoritario lo critica fuertemente, describiéndolo como el “candidato de la ruptura con todos los grandes compromisos asumidos en el pasado”. Indiferente, el presidente-candidato ofrece al día siguiente un discurso sobre la necesidad de reforzar la seguridad del país ante el recrudecimiento de la violencia urbana.

      Una mujer, senadora del partido liberal opositor, es asesinada mientras conducía su coche en las calles de la capital, una semana antes de las elecciones del Congreso. La policía acusa a las fuerzas revolucionarias armadas. Otras tres personas mueren durante el ataque.

      Un gobierno renuncia y el primer ministro saliente forma un nuevo equipo ministerial. El nuevo gabinete, cuyo primer ministro es también ministro de Defensa, ya no cuenta con ningún vice primer ministro. Los ministerios del Interior y de Asuntos Exteriores cambian de titulares. El embajador en una gran potencia extranjera se convierte en el nuevo jefe del servicio diplomático, y el secretario general del Ministerio del Interior asume como ministro.

      Un ministro de Asuntos Exteriores critica duramente a la oposición, declarando que su candidato introduce una cuota excesiva de nacionalismo en la campaña electoral. “Cuando