El futuro después del covid-19. Argentina Futura. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Argentina Futura
Издательство: Bookwire
Серия:
Жанр произведения: Социология
Год издания: 0
isbn: 9789878010243
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global del ultra liberalismo económico. Y de una narrativa individualista, anti-pública y anti-estatal. La época inaugurada por el Consenso de Washington en 1990 se extendió hasta hace pocos años atrás. Abarcó desde la revolución neoconservadora hasta los neoliberalismos “progresistas” (como los llamó Nancy Fraser, cuando otorgaban leyes de matrimonio igualitario o tenían acciones de reconocimiento cultural).

      Sólo un grupo de países sudamericanos desde inicio de siglo desplegó por más de una década políticas que se oponían al retiro social del Estado, a la lógica privatizadora y a la apertura indiscriminada de las economías. Que apuntaron a políticas redistributivas y fortalecer decisiones soberanas con alianzas regionales. Mientras esos procesos políticos sudamericanos que fueron catalogados como “progresistas”, “populistas” o “giro a la izquierda” sufrieron derrotas muy diversas desde el golpe de Estado en Paraguay hasta otras electorales, el mundo se polarizó. Y los argentinos, que alguna vez creímos que la grieta era una creación nacional, nos quedamos atónitos por la división política tajante en varios países de Europa, de Norteamérica y de América Latina.

      En el último lustro, en varios países avanzaron electoralmente no sólo fuerzas antidemocráticas, sino que desplegaron discursos de odio. Una nueva oleada de racismo, xenofobia, homofobia, misoginia y discriminación de clase acompañó en algunos casos intensas estigmatizaciones políticas. Justo antes del coronavirus una de las preguntas más inquietantes era si esos nuevos fenómenos políticos iban a lograr extenderse en el tiempo.

      El Gran Relato posmoderno de un mundo globalizado sin fronteras develó su mentís. Devino inverosímil hasta para sus más fanáticos seguidores. No sólo porque quedó al desnudo el truco de permitir la libre circulación del capital financiero mientras se convertía al mar Mediterráneo en un cementerio y se levantaban muros por doquier. La pandemia global despertó un creciente nacionalismo. Quizás en ese punto recuerde a la Segunda Guerra Mundial tanto como en los efectos económicos y sociales.

      El mundo lamentablemente parece aún no estar listo para iniciar la propuesta que hizo el Presidente Alberto Fernández en la reunión del G 20 de marzo de 2020, cuando señaló la necesidad de la solidaridad global y la coordinación de esfuerzos sanitarios y macroeconómicos. Incluso en las regiones más integradas del planeta, cada Estado nacional adoptó una política sanitaria y económica. Ante fronteras que se cierran y muestras aisladas de solidaridad interestatal, no puede pecarse de optimismo. Pero tampoco puede establecerse un pronóstico certero.

      La pandemia abre una disputa de interpretaciones y de narrativas. Han cambiado las circunstancias. Algunas de estas narrativas conducen a pensar, sólo debemos rendirnos ante lo que sería inevitable. Sin embargo, los colectivos humanos, las sociedades y sus instituciones son los que hacen la historia, sean cuales sean las circunstancias que nunca se escogen.

      Abrir horizontes, pensar el futuro, comprender el presente en su complejidad, son tareas claves para transformar las injusticias y las desigualdades. Para generar democracias vibrantes.

      La burla frente al optimismo de la voluntad tiene larga tradición. Se trata de una vieja estrategia. La vocación de transformación y la lucha contra la injusticia siempre sufrieron denigraciones. Se las acusó de falta de inteligencia, de información o de no haber comprendido los tiempos. Sin embargo, creemos que otro futuro es posible y trabajamos por un mundo donde quepan muchos mundos. Sabemos que colectivamente es posible lograr inmensos avances.

      El viejo orden repite una única promesa: el sacrificio, la resignación a una expoliación masiva, a procesos de endeudamientos financieros descomunales, construyendo el sentido común de que todos vivimos en deuda. Y deudas inmensas de países, que obstruyen el futuro de varias generaciones.

      Se trata de una gran controversia global sobre las deudas. La mayor deuda global que existe es de carácter ético: la desigualdad creciente entre las naciones y entre las personas. El COVID-19 muestra que no sólo se expande la desigual distribución de bienes, sino también la distribución de males, como decía Bauman (2014:18).

      Esa deuda ética potencia el cuestionamiento hacia una promesa de progreso y crecimiento que no pone el foco central en las sociedades y los seres humanos. Si no aceptamos nociones integrales del desarrollo humano y social, el desarrollo económico se concibe escindido del bienestar, de la salud, de la vivienda, de la vida buena, del acceso al conocimiento y del medioambiente.

      ¿Hay intereses en juego? No se trata de puros intereses distributivos, aunque en el corto plazo muchas veces puedan aparecer de ese modo. La concepción del mundo y de la vida de que sólo existimos para acumular, pertenece a un grupo, el más poderoso, y de allí emana su capacidad de esparcimiento y su capilaridad.

      La experiencia histórica ha develado que los intereses no pueden inferirse de la posición social de manera automática. Porque no siempre hay plena coherencia entre los intereses de corto, mediano y largo plazo. Porque lo que puede ser conveniente para mejorar las condiciones económicas inmediatas puede ser perjudicial para otras dimensiones o para las generaciones siguientes.

      El impacto y la expansión del COVID-19 hacia todos los rincones del mundo y los efectos que permanecerán en el corto y mediano plazo, son materia ineludible hoy para pensar en cómo construimos nuestro futuro.

      Es por eso que, desde el Programa Argentina Futura, abrimos con esta publicación un debate plural y multidimensional que nos ayude a reflexionar sobre cómo se configura en el presente la materia prima para esta construcción de futuro que nos desafía.

      El programa Argentina Futura

      Argentina Futura es una plataforma de pensamiento, plural y diversa, con perspectiva federal y global, que se propone reflexionar y discutir el futuro del país. Nuestro futuro. Partimos de la premisa de que aquello que es nuestro no puede ser decidido por otro. Y eso incluye al futuro. Se trata de convocar a todos los actores que sean necesarios para construir y sostener el fortalecimiento de nuestra democracia para la formulación de un nuevo contrato social.

      Recuperar el análisis, el debate y la planificación del futuro es un desafío cultural y político, de la sociedad y el Estado. Necesitamos construir colectivamente horizontes. Las utopías son necesarias para caminar. Por eso es necesario desarmar cualquier esquema predefinido y ampliar los límites de la imaginación social. Es clave producir anhelos nacionales en plural, múltiples y compatibles. Necesitamos democratizar el deseo, que las ciudadanas y ciudadanos no sólo tengan derecho a defenderse, sino que también puedan desplegar sus propias visiones del porvenir.

      Como ejercicio de democratización responsable, vislumbrar otros futuros también implica contar con la información, con la posibilidad de procesarla y, hasta donde sea posible, de prever tendencias o contradicciones. En diálogo, con acuerdos, con consensos tensos, articulando intereses diversos, todas y todos, expertos y ciudadanos, organizaciones sociales y gestores, podremos ser protagonistas de imaginar y planificar nuestro propio futuro.

      Así podremos anticipar retos del país y delinear una visión estratégica en el mediano y largo plazo. Podremos aportar al diseño de una visión nacional que contribuya a orientar y articular la planificación de políticas públicas. Y también facilitar la articulación entre referentes de variados sectores y perspectivas con la formulación e implementación de esas políticas.

      Argentina Futura trabaja con la palabra y al diálogo como herramienta de construcción colectiva. Aspiramos a generar espacios vibrantes con una ciudadanía que alimente la discusión heterogénea, el pensamiento crítico y el conocimiento. La palabra como lugar de encuentro en la diversidad.

      Argentina Futura invita a todos y todas. Necesitamos activar espacios colectivos y singulares preservando las sensibilidades. Buscamos que todos los habitantes del suelo argentino desplieguen sus proyectos de vida plena en comunidad.

      El futuro no es aquello que va a suceder, sino es el proyecto de construcción colectiva que hilvana, en el contexto general, nuevos horizontes y nuevos modos de andar. Argentina Futura es una caja de resonancias y un documento vivo que permite generar y multiplicar planes de desarrollo participativos.

      El