También incluimos una lectura de lo que en ese equipo y en esa empresa estaba pasando en relación con la cultura y al entrecruzamiento cultural. La empresa misma se define culturalmente como dura, agresiva, inflexible, rigurosa. Y se ufana de ello. En su discurso público, muchos de los gerentes dicen alinearse con ello, pero en lo privado no se identifican. Hay evidentes declaraciones incoherentes y conductas esquizofrenizantes. Basta con un ejemplo: los viernes son flexibles, pero nadie se va antes de las 9 de la noche; sobre eso, el responsable del equipo les reclama por su falta de flexibilidad.
En lo personal, fue revelador darse cuenta de lo que se filtraba contratransferencialmente. Para él, su coacheado era visto como un discriminador, deshumanizado y violento que le reactivaba otra discriminación y, a mi entender, la necesidad de elaborar un duelo aún no procesado.
Finalmente, antes de la despedida, le sugerí que continuara trabajando en su terapia lo que en esas horas apenas habíamos abierto.
APOSTILLA
EL DUELO COMO ARQUETIPO DE LA TRANSFORMACIÓN
¿Por qué sugerí a B que continuara en su terapia?
Porque entiendo que hay procesos inconscientes que exceden las posibilidades y los límites que el coaching como arte y oficio responsable tiene que reconocer y admitir. Duelos y duelos patológicos no son incumbencia de un coach.
En mi hipótesis, Bashir experimentaba un duelo no elaborado que persistía como una cicatriz que aún supura, sin cerrar. Pero no era solo un duelo por la muerte de sus antepasados. Había una injusticia sufrida que no lograba perdonar y sentimientos de culpabilidad frente a deudas emocionales no pagadas. Arreglar cuentas pendientes podría tener el significado de restablecer la justicia en la familia.
La sesión que tuvo conmigo fue nada más, pero nada menos, que una puerta abierta para entrar y seguir explorando.
No hablo de duelo únicamente cuando nos confrontamos con la muerte real y ajena sino, también, tras la pérdida de un amor, un trabajo, una relación, una etapa de la vida, posibilidades físicas y orgánicas que dejamos atrás con el correr de los años.
Entonces, también estoy hablando de la muerte de aspectos parciales de nuestro ser.
Desde la clínica he podido observar que las personas no se deprimen por estar de duelo; se deprimen por no hacer el duelo.
Con la elaboración de estos duelos nos despedimos y enterramos una parte de lo que fuimos. Enterrar no es olvidar.
Конец ознакомительного фрагмента.
Текст предоставлен ООО «ЛитРес».
Прочитайте эту книгу целиком, купив полную легальную версию на ЛитРес.
Безопасно оплатить книгу можно банковской картой Visa, MasterCard, Maestro, со счета мобильного телефона, с платежного терминала, в салоне МТС или Связной, через PayPal, WebMoney, Яндекс.Деньги, QIWI Кошелек, бонусными картами или другим удобным Вам способом.