Gavin de Becker, autor del prólogo que acompaña a esta edición, está ampliamente reconocido como uno de los expertos estadounidenses más destacados en la predicción y gestión de la violencia. Autor de éxito, su primer libro, El valor del miedo, estuvo cuatro meses en la lista de los más vendidos de The New York Times. Su último libro es Fear Less: Real Truth About Risk, Safety, and Security in a Time of Terrorism. Sus libros han sido traducidos a trece idiomas. Gavin diseñó los sistemas de evaluación de amenazas que utiliza en el Tribunal Supremo de Estados Unidos, el U.S. Marshall Service y la cia. Fue nombrado en dos ocasiones para el consejo consultivo del Departamento de Justicia de Estados Unidos y sirvió dos mandatos en el consejo consultivo del gobernador en el Departamento de Salud Mental de California. Es cofundador de la ong Victory Over Violence y fue presidente del consejo consultivo del Domestic Violence Council. Es profesor titular de la School of Public Policy and Social Research de la Universidad de California en Los Ángeles. Participa activamente a favor de las familias afectadas por la violencia y ha aparecido como invitado en varias ocasiones en el Oprah Winfrey Show, 60 Minutes, Larry King Live, 20/20, y en las páginas de Time, Newsweek, The New York Times, etc. Es Senior Advisor en la Rand Corporation para asuntos relativos a la seguridad pública y justicia. (www.gavindebecker.com)
1 Salvando el fbi, de todos conocido, los acrónimos corresponden, respectivamente a: Bureau of Alcohol, Tobacco, Firearms and Explosives (Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos) dependiente del Departamento de Justicia de Estados Unidos, California Highway Patrol, y The Royal Canadian Mounted Police. En lo sucesivo, salvo que se indique lo contrario, todas las notas son del traductor.
2 Término que, en inglés, se utiliza con el permiso de ppct Management System.
Prólogo de Gavin de Becker
Dave Grossman es el mayor experto en un asunto ante el que casi todas las personas retroceden; también es un asunto con el que la gente se encuentra cada día: matar. Los lectores de su gran libro, Matar, experimentaron algo poco común: un vistazo sobre lo que somos y cómo funcionamos, en lo mejor y en lo peor. Somos compasivos y violentos; somos humanos y animales; somos protectores y asesinos. Ningún otro libro había sido capaz de obviar la política y los juicios para revelar de forma tan efectiva —con un detalle científico preciso— qué ocurre cuando un ser humano mata a otro.
Para los militares y los agentes de policía, el trabajo de Dave lo cambió todo. Matar se convirtió en un texto fundamental en la Academia del fbi, en West Point y en cientos de departamentos de policía y organizaciones militares, así como en universidades como la de Berkeley. Matar también fue propuesto al premio Pulitzer.
Ahora bien, ¿cómo consigues que West Point, la Academia del fbi y Berkeley estén contentos con el mismo libro? Pues, simplemente, diciendo la verdad. Y eso es lo que Dave Grossman hace.
Ahora, con Sobre el combate, Dave Grossman y Loren Christensen se adentran más allá de los viejos horizontes de la historia, la psicología y la fisiología y nos traen de vuelta perspectivas fundamentales. Este libro fascinará a todo tipo de lectores, aunque sus perspectivas quizás sean de mayor interés para líderes militares, psicólogos, investigadores y hombres de Estado. Sin embargo, para los guerreros hay mucho más que información en juego: los guerreros aprenderán a continuar incluso después de ser alcanzados por un disparo y a preparar la mente y el cuerpo para sobrevivir sin aceptar la derrota. Así que el conjunto de enseñanzas de este libro equivale a una armadura moderna.
Los agentes de policía y los soldados ya saben mucho sobre cómo mantener la preparación física, pero lo primero que tiene que estar adecuadamente preparado es la mente; la mente que controla manos, brazos, vista y oído. Sobre el combate nos enseña cómo responde el cuerpo a un combate letal; lo que le ocurre a tu flujo sanguíneo, tus músculos, tu juicio, tu memoria, tu visión y tu oído cuando alguien intenta matarte. Y aprenderás qué supone realmente matar a un ser humano, lo que sientes después de disparar a alguien, lo que sentirías una hora más tarde, un día más tarde, un año más tarde.
Dave enseña a los agentes de policía y a los soldados que «al igual que un bombero tiene que saberlo todo sobre el fuego, vosotros tenéis que saberlo todo sobre la violencia». De hecho, los guerreros han adquirido un gran conocimiento sobre la violencia, pero muchos la adquirieron en situaciones de peligro. Y demasiados fueron los que no sobrevivieron a la academia letal del combate. Este libro hace de los guerreros pasados nuestros profesores. Y una lección interesante es que, a veces, nuestros cuerpos son más sabios sobre el combate que nuestras mentes.
Tenemos un cerebro que fue puesto a prueba en el entorno salvaje hace millones de años. Yo lo llamo el cerebro salvaje para diferenciarlo del cerebro lógico que tanta gente admira. Poco puede hacer este último por ti una vez que la situación se vuelve crítica. El cerebro lógico es lento y no muy original. Está cargado de juicios, le cuesta aceptar la realidad y gasta energía valiosa pensando en cómo tendrían que ser las cosas, solían ser o podrían ser. El cerebro lógico se rige por límites muy estrictos y leyes que desea obedecer, mientras que el cerebro salvaje no obedece a nada, no cumple con nada, no responde ante nadie y hace lo que sea necesario. No está aprisionado por las emociones, la política, la urbanidad y, a pesar de lo ilógico que parece muchas veces, es, en el orden natural de las cosas, completamente lógico. Simplemente, no tiene ningún interés en convencernos de nada mediante la lógica. De hecho, durante el combate al cerebro salvaje le importa un comino lo que estemos pensando.
En una situación ideal, el cerebro salvaje nos ayuda a recibir el recurso más poderoso que la naturaleza nos ha brindado: la intuición. La raíz de la palabra intuición, tuere, significa «guardar y proteger», y eso es exactamente lo que puede hacer por nosotros, sobre todo si está preparado con información exacta y relevante. Por ejemplo, el valor es por lo general la estrella de las historias bélicas, pero también el miedo hace grandes cosas en el combate. El miedo prepara al cuerpo para la acción al incrementar el flujo sanguíneo en los brazos y piernas. El ácido láctico se calienta en los músculos y nuestra respiración y los latidos del corazón adquieren más fuerza. La mayoría conoce la adrenalina, pero el miedo proporciona otro increíble compuesto químico para incrementar nuestras posibilidades de supervivencia: el cortisol. Éste ayuda a que la sangre coagule más rápido en caso de sufrir un corte.
El cuerpo también puede reaccionar al combate de una forma que no sea de ayuda. Los guerreros pueden sufrir problemas de vista, de juicio o de oído, o pueden experimentar una reducción de la habilidad motriz —y, probablemente, experimentarán todos estos trastornos durante el combate— a menos que la mente y el cuerpo estén integrados. Y aquí es donde Sobre el combate realiza su mayor aportación. Por el hecho de enseñar a los guerreros lo que deben esperar, Dave y Loren proporcionan un recurso totalmente nuevo a aquellos a los que les pedimos que luchen por nosotros; y no se trata simplemente de una habilidad para luchar incrementada. Sabiendo cómo dominar y gestionar las reacciones a menudo contraproducentes del cuerpo, muchos más guerreros tendrán la entereza para simplemente evitar el combate. Podrán tomar decisiones en vez de quedar a merced de la montaña rusa fisiológica durante el combate.
Los conceptos que se tratan en este libro pronto llegarán a los millones de agentes de policía y militares de todo el mundo, y agradezco la oportunidad para poder poner por escrito lo que el lector dirá dentro de unas pocas páginas: gracias, Dave y Loren, por este profundo regalo.
Introducción: Nuevos guerreros; nuevos paladines
Hasta que la tecnología me permita ponerte las esposas a distancia, necesitaré detenerte, cara a cara, hombre a hombre. Eso significa que, cuando luchemos, cuando invoque los elementos del guerrero dentro de mí, estaré lo suficientemente cerca para olerte, tocarte, golpearte, cortarte, oírte, implorarte, luchar contigo, dispararte, esposarte,