Yi jin jing. Teresa Menchén Rodríguez. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Teresa Menchén Rodríguez
Издательство: Bookwire
Серия:
Жанр произведения: Сделай Сам
Год издания: 0
isbn: 9788499104843
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budista, y el segundo, sobre su asociación con el origen de las artes marciales y los ejercicios Yi Jin Jing.

      El término budismo es un concepto que se utiliza para designar diferentes tradiciones espirituales y filosóficas derivadas de las enseñazas de Buda, y, por tanto, se puede afirmar que no existe una religión, espiritualidad o filosofía homogénea llamada budismo, sino un ramillete heterogéneo de religiones, espiritualidades y filosofías budistas con ciertos parecidos (Piñero y Peláez, 2007).

      Como punto de encuentro, todas las diferentes y numerosas escuelas budistas han sido agrupadas bajo dos términos principales: Hinayana o Pequeño Vehículo y Mahayana o Gran Vehículo; al que se añade un tercer vehículo, denominado Vajrayana o Vehículo Indestructible. La palabra “vehículo” (yana) hace referencia a una balsa, un medio de transporte que ayuda a pasar de una orilla a otra en un río, a cruzar las aguas turbulentas de la ignorancia. Lo que es conveniente recordar es que, como vehículo, es un medio no un fin, una fórmula que intenta transmitir lo inexpresable, lo que Buda había comprendido bajo el árbol de la iluminación, pero que una vez alcanzado se debería desechar, al igual que no sería sensato, habiendo llegado a la otra orilla, aferrarse a la barca y seguir cargando con ella sobre la espalda (Zimmer, 2010).

      La tradición Hinayana corresponde a las escuelas budistas que se extendieron por el sur de Asia hacia países como Sri Lanka, Tailandia, Myanmar, Laos o Camboya; el Mahayana se expandió por el norte hacia China, el Tíbet, Corea y Japón, y el Vajrayana alcanzó su máximo desarrollo en el Tíbet, Bután, Ladakh (India) y Mongolia. La distinción entre estas tres líneas tiene que ver, entre otros aspectos, con(Cheng, 2002; Mora, 2006; Piñero y Peláez, 2007; Tola y Dragonetti, 1999; Zimmer, 2010):

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      1. La etapa vital de Buda tras la iluminación. El Hinayana correspondería a la transmisión de los primeros años del maestro tras alcanzar la iluminación, mientras que el Mahayana correspondería a los últimos años de su vida. En fechas, Buda vivió hacia el año 560-480 a.C., y el Hinayana corresponde al canon que se escribe tras su muerte, mientras que se acepta que la fecha de creación del Mahayana fue en el año 250 a.C.

      2. La filosofía sobre cómo alcanzar la iluminación. En el Hinayana se busca una iluminación personal representada por la figura del arhat, mientras que el Mahayana busca la iluminación de todos los seres, con la figura del bodhisattva, aquel que renuncia a la iluminación hasta que todos los seres sin excepción estén preparados para pasar al nirvana antes que él.

      3. El nivel de comprensión de los discípulos. Según el Mahayana y el Vajrayana, Buda impartió sus enseñanzas en función de la capacidad de comprensión y receptividad de sus discípulos, de modo que el Hinayana, como primeras enseñanzas, sería para personas con menor sensibilidad.

      Lo que es cierto es que Buda no escribió nada, pero tuvo que enseñar mucho, ya que vivió cuarenta y cinco años después de la iluminación. Tras su muerte, seguramente las escuelas empezarían a redactar sus propios textos canónicos para legitimar sus puntos de vista y criticar los de otras escuelas.

      4. El tiempo. La diferencia entre el Mahayana y el Vajrayana radica, además de la base textual que utilizan, el primero el sutra y el segundo el tantra, en el tiempo que se tiene que invertir para alcanzar la liberación. Si en el Mahayana es necesario un incontable número de vidas a través del ciclo de la trasmigración, en el Vajrayana se considera que se puede alcanzar en una sola vida con las técnicas adecuadas.

      El budismo llegó a China desde la India en el siglo I d.C., en la dinastía Han Oriental (25-220 d.C.), y se convirtió en la religión principal del país en los siglos siguientes. Este budismo inicial mezclaba enseñanzas del Hinayana y el Mahayana, aunque después, con el tiempo, desaparecería la influencia del primero. El éxito de esta nueva religión fue posible por el derrumbamiento de las instituciones y el sistema de pensamiento confucionista en la segunda mitad del siglo II. Como datos a destacar, se puede señalar que alrededor del año 300 había más de 180 centros budistas establecidos en las capitales de Chan´an y Louyang, con unos 3.700 monjes, y que en el año 311, con la invasión de los hunos, China quedó dividida en dos dinastías: Norte y Sur. Aunque el budismo arraigó en ambas zonas, en el Norte, como esta religión no era nativa, fue protegido y apoyado por los conquistadores extranjeros, que construyeron numerosos templos y monasterios, como el de Shaolin, Louyang o Dunhuang (Diepersloot, 2004).

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      Templo de Lingyin (Hangzhou)

      El budismo que llevó Bodhidharma a China, aunque corresponde a la tradición Mahayana en una de sus escuelas denominada“chan”, también habría desarrollado aspectos del Hinayana que quedarían reflejados en los ejercicios de cultivo del cuerpo, como veremos más adelante en este capítulo.

      El linaje de esta escuela, aunque esto todavía no está confirmado en estamentos académicos, se considera que es tan antiguo que su origen se remonta hasta Mahakasyapa, discípulo directo de Buda. Según la leyenda, cuando el maestro estaba dando un sermón en el Pico del Buitre y le preguntaron por la iluminación, él simplemente levantó una flor en silencio y la mostró a sus discípulos. Parece ser que sólo Mahakasyapa sonrió, mostrando que había comprendido su mensaje. Como dentro de la tradición chan se considera que la transmisión de la iluminación se realiza de maestro a discípulo, mediante un proceso de comunicación de “corazón a corazón” y no a través de escrituras, se defiende la existencia de una línea ininterrumpida de herederos del conocimiento alcanzado por Mahakasyapa que habría llegado hasta la actualidad, y que en el pasado aparece asociada con la figura de grandes practicantes espirituales de la India como: Ananda, Shanavasin, Upagupta, Dhitika, Mishaka, Vasumitra, Buddhanandi, Buddhamitra, Parshva, Punyayasha, Anabodhi, Kapimala, Nagarjuna, Kanadeva, Rahulabhadra, Samghamandi, Samghayathata, Kumaralata, Shayata, Vasubandhu, Manorata, Haklenayasha, Simhabodhi, Bashashita, Punyamitra y Prajñadhra, hasta llegar al propio Bodhidharma, que habría sido así el 28º patriarca de esta escuela (Nukariya, 2005).

      A lo largo de la historia, la biografía de Bodhidharma ha experimentado un progresivo embellecimiento y enriquecimiento de detalles en los diferentes textos que hacen mención al maestro. Lachman (1992), quien ha realizado un interesante trabajo sobre este proceso y su reflejo en la representación artística de Bodhidharma, cita que la primera referencia que se encuentra de su persona aparece en el Lo-yang ch´ieh-lan chi, Yang Hsüan-chih, en los monasterios budistas de Loyang en el año 547 d.C. En la descripción sobre el monasterio de Yung-ning se puede leer:

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      Jardín budista chan en Shuzhou

       “En estos días hay en el monasterio un monje procedente del oeste llamado Bodhidharma, un persa que procede de las tierras centrales de las partes remotas y desoladas. Cuando éste vio el disco dorado reflejando la luz del sol detrás de las nubes y escuchó las campanas en el viento enviando su sonido hacia el cielo, cantó un elogio y miró con admiración hacia aquello que consideró una divina construcción. “En mis 150 años” dijo, “he estado en muchas partes y he viajado por muchos países, pero un templo de esta belleza no se puede encontrar en ninguna parte en el continente de Jambudv pa ni en todas las tierras de Buda”. Unió las manos y recitó “namah” por muchos días.” (1992:242)

      La siguiente referencia correspondería al Hsü Kao-sen chuan, compilado por Tao Hsüan (596-667 d.C.), en el que se dice que Bodhidharma fue el hijo de un Brahmán del sur de la India que llegó a China durante la dinastía Liu-Sung (420-479 d.C.). Allí fue al norte, al estado de Wei, donde enseñó meditación y tuvo dos discípulos, Tao-yü y Shang Kuang (Huikuo en japonés). Además, se afirma que transmitió el Lankāvatāra Sūtra.

      Más tarde, en el año