- "SerÃa un gran regalo para tu marido si le animaras a tener un amante también. "Eso condimentarÃa tu matrimonio y asegurarÃa su longevidad".
Tess ahora se movÃa con su bolso, realmente queriendo escapar, y Belcour lo sintió. "Tess, por favor, mantén la mente abierta. Soy un gran amante y te adorarÃa, te llenarÃa de joyas y te honrarÃa como una parte preciosa de mi vida".
- "Gracias por los cumplidos, Laurent, pero aún no me siento cómoda con tu propuesta. Respeto quién eres, pero vengo de una mentalidad diferente. Lo que usted sugiere no es aceptable. Lo siento."
- "¿Al menos lo pensarás? No pierdas la oportunidad de mejorar mucho tu vida. EstarÃa desolado si no te viera regularmente."
- "Laurent, estoy seguro de que no te faltan mujeres hermosas. No soy la indicada para ti. Sigamos siendo amigos".
- "Estoy tan contenta de que lo diga: âamigosâ. Tal vez pueda convertirse en algo más en el futuro".
Tess forzó una sonrisa y se levantó. "Gracias por el almuerzo, Laurent. Te veré por ahÃ, estoy seguro." Cogió su bolso y empezó a salir.
- "Piensa en ello, Tess."
- âPervertidoâ, pensó Tess.
8 Presa de los Jóvenes
Tess y Jake tenÃan una hija adoptiva, Aara. A los catorce años de edad, la niña se estaba convirtiendo en una belleza exótica espectacular. Nacida en Irak, era delicada, con un brillante cabello negro, enormes ojos castaños, piel de olivo y refinados modales sociales que la diferenciaban de los otros niños de la escuela. También era muy inteligente, hablaba inglés, francés, turco y árabe con fluidez; y estaba obsesionada con los libros. Debido a que era tÃmida y sus talentos eran intimidantes, no tenÃa muchos amigos.
Aara adoraba a Tess y Jake. Desafortunadamente, tuvieron que viajar extensamente en misiones para su compañÃa militar. Aara los echaba de menos y se sentÃa cada vez más retraÃda y deprimida. Iba a una escuela privada en Nueva York. Carol, que habÃa sido la niñera del pequeño Morgan y un guardaespaldas personal que la llevó a clases, generalmente la cuidaba. Cuando Tess y Jake estaban fuera, Aara vivÃa con el padre de Tess, el general Turner. Le tenÃa mucho cariño al niño, pero ella siempre le recordaba al pequeño Morgan, el nieto que adoraba y que perdió trágicamente.
Un dÃa, el guardaespaldas quedó atrapado en un embotellamiento debido a un accidente, y no pudo recoger a Aara al salir de la escuela. Inquieta, no siguió la regla; fue a la oficina del director a esperar que la recogieran. En cambio, se sentó en un banco frente a la escuela. AquÃ, Jorge López, un estudiante del último año de la misma escuela, se acercó a ella.
Jorge era amistoso y muy guapo. Se sentó con ella y superó su timidez hablando de cosas en general. Compartió sus sueños de viajar y de algún dÃa conseguir su propio apartamento. También le dijo que también tenÃa padres ausentes que no le prestaban mucha atención. Pronto, Aara se abrió y compartió los mismos sentimientos. Jorge declaró que esto significaba que eran almas gemelas y que pronto se convertirÃan en pareja. Aara tenÃa sólo catorce años y no consideró tal propuesta muy seriamente. Durante un par de semanas, Jorge se empeñó en buscarla durante los recesos escolares y continuó investigando su angustia e infelicidad adolescente. No paraba de hablarle de su creciente atracción por ella. Luego tejió la historia de que se iba a graduar en un par de semanas, y que querÃa que ella fuera con él a Houston, donde encontrarÃan un apartamento y vivirÃan felices para siempre.
Aara estaba descontenta por las ausencias prolongadas de sus padrastros y estaba pasando por la confusión y la agitación de crecer. Sin embargo, siendo muy inteligente, detectó que habÃa algo en Jorge que no tenÃa sentido. SÃ, era guapo y encantador, pero ¿por qué estarÃa interesado en una chica mucho más joven? También lo observó hablando con otras chicas, también mucho más jóvenes que él.
El dÃa antes de la graduación, Jorge declaró su amor eterno por Aara y le rogó que fuera con él al dÃa siguiente. Aara no estaba convencida. Ella amaba a sus padres y sabÃa que habÃan pasado por un infierno para adoptarla, asà que cuando llegaron a casa les contó a Tess y Jake lo que Jorge estaba tratando de hacer.
Cuando se enfrentó a amenazas, Tess tuvo problemas para controlar su temperamento. En muchos sentidos, ella era como un volcán que se estaba despertando, el enojo se fue acumulando gradualmente hasta que finalmente explotó. Jake la conocÃa muy bien e hizo lo que normalmente funcionaba - la abrazó para calmarla un poco. Luego habló con Aara. "Cariño, ¿quién es este chico? ¿Alguna vez lo viste en clase? ¿También habla con otras chicas?"
Aara les contó todo, incluso la insistencia de Jorge en que huyeran juntos. Tess la abrazó, sin querer dejarla ir, y Jake llamó a la escuela por teléfono insistiendo en que querÃa ver al director por la mañana. Luego llamó a Joe Slezak en el departamento de TI y le pidió que hiciera algunas cosas por él.
Tess y Jake se presentaron a la hora acordada y le preguntaron al director de la escuela si sabÃa algo sobre Jorge. El director sabÃa que el chico estaba a punto de graduarse. Su familia habÃa emigrado legalmente de Colombia y trabajaba para una cadena de supermercados.
Tess fue al grano. "Tenemos razones para creer que este joven está tratando de hacer que las jóvenes dejen a sus padres e ir con él fuera del estado."
El director parecÃa reacio a tomar ninguna medida, citando la falta de pruebas. Jake entonces le presentó el hallazgo de una investigación preliminar conducida por su firma. "¿No es cierto que tres chicas, estudiantes de esta institución, huyeron y nunca más fueron vistas?"
- "SÃ, pero eso no significa que haya habido coerción o que Jorge haya tenido algo que ver. Las adolescentes son muy nerviosas y a veces hacen cosas estúpidas".
- "¿Se involucró la policÃa?"
- "SÃ, lo investigaron, pero no encontraron nada, asà que dejaron las maletas en segundo plano. Declararon que tenÃan demasiados casos de niños desaparecidos y que no tenÃan los recursos para hacer un seguimiento de todos ellos".
- "¿Qué hay de los padres?"
- "Obviamente están molestos y con el corazón roto, pero no han podido encontrar a los niños."
Tess se levantó. "Muchas gracias, señor. Estaremos en contacto."
Jake y Tess volvieron a la oficina y recogieron a Ken Ross en la acera. Ken era un hábil francotirador que se habÃa unido a SRD desde el principio. Participó en muchas misiones y pronto se convirtió en uno de los gerentes clave. Era muy ingenioso, duro, inteligente y siempre se podÃa confiar en él en situaciones difÃciles.
En el camino de regreso a la escuela, Jake explicó brevemente el plan. "No vamos a recibir mucho más que palabras de la policÃa, asà que tenemos que ocuparnos de este problema nosotros mismos. Le he dicho a un amigo mÃo que es uno de los mejores investigadores de la ciudad que estamos haciendo nuestras propias investigaciones, asà que tenemos un permiso para involucrarnos en esto. A cambio, quiere que le dé lo que aprendamos. Aquà hay una foto de Jorge. Quiero recogerlo y tener una charla".
Estacionaron el auto en la entrada de la escuela y permanecieron adentro hasta que vieron a Jorge hablando animadamente con una niña. Jake se acercó al joven, lo agarró por el cuello y lo arrojó al auto. Ken le aplicó un trozo de cinta adhesiva en la boca y llevó al grupo a un lugar tranquilo en Central Park. Todos salieron del auto y Ken agarró una cuerda.
Jake obligó a Jorge a sentarse en una roca y lo miró fijamente. Luego arrancó