Será necesario asimilar también esta noción de transferencia para determinadas situaciones pero sobre todo también para los personajes principales de las cuestiones abordadas. En efecto, como en el ejemplo anterior, nunca estamos seguros de la estabilidad relativa actual de las situaciones y de las personas que forman parte del entorno cotidiano: el cordero se convierte en lobo, la persona amable se convierte en traidora, la malvada en amiga, un parque precioso se convierte en garaje, la indiferencia se transforma en compasión, la persona que está lejos vuelve, etc. Estos detalles son evidentes sobre todo con personas con las que tenemos afinidades afectivas: entonces nos es difícil imaginar lo peor o más sencillamente imaginar que son o actúan de una forma distinta al juicio personal que nosotros tenemos de ellas. Por esta razón será siempre más fácil alcanzar resultados convincentes con situaciones o personas alejadas de nuestra esfera afectiva directa puesto que será más fácil mantener una distancia que permitirá el discernimiento de las eventuales perspectivas, algo que es mucho más difícil cuando estos criterios dependen de la esfera emocional. En cada tirada intuitiva existe una verdad que se debe aprender, perspectivas que se tienen que asimilar con el tiempo e influencias físicas y psíquicas que a menudo es difícil imaginar puesto que se encuentran paralizadas en el momento, en lo actual y en lo temporal. Por ello anotar estas tiradas tan importantes es crucial, puesto que ese tiempo, como ya sabe, es un extraordinario maestro y el mejor profesor para el tarot intuitivo. Gracias a estas escrupulosas anotaciones, podrá progresar rápidamente puesto que le permitirán comparar su proyección inicial con los resultados concretos sobre el terreno.
Principales recomendaciones técnicas
A primera vista, los tarots representan un montón de cartas ilustradas con figuras y con símbolos que suscitan de forma espontánea un deseo de consumo, de práctica y de crecimiento esotérico. Ese síntoma es una buena señal. Traduce una afinidad abstracta entre el interesado y el mundo oculto, psicológico o intuitivo. Puesto que estos criterios psicológicos son naturalmente selectivos, es posible sentirse cómodo o absolutamente extraño en todo ello. A continuación, las ganas de manipular estas cartas, de tocarlas, de hacerlas trabajar y de crear rápidamente una desmitificación pueden desembocar fácilmente en prácticas dañinas que sería difícil corregir más adelante. Es cierto que el tarot espera pero será necesario educarlo correctamente, como a un niño, en condiciones óptimas para establecer una relación íntima con él a fin de comprender mejor sus mensajes, sus reacciones, sus silencios o sus misterios. Antes de abordar la práctica, será necesario observar reglas de utilización sencillas y sanas, fáciles de retener, como el respeto de una ética o de una civilización entre usted y él: en efecto, el tarot es alérgico a ciertos climas o a ciertas situaciones y, en esos casos, no será capaz de dar lo mejor de sí mismo. Estas son las condiciones ideales para utilizar su tarot; es necesario seguir estas reglas elementales correctamente.
La elección de la herramienta
Personalmente, recomiendo el tarot de Marsella, de imágenes sobrias y, por lo tanto, más fáciles de asimilar, pero es posible escoger un juego de tarot más sofisticado o más personalizado con la condición de que esté compuesto por 22 arcanos mayores y por 56 arcanos menores = 78 arcanos. Si usted ya está familiarizado con su tarot, no habrá ningún problema. En el caso de tener que elegir uno, es posible que se sienta mucho más seducido por las imágenes del juego que por la verdadera misión que tienen que cumplir. Algunos juegos son muy bonitos y refinados pero es necesario desconfiar de las imágenes subliminales que transfieren algunos arcanos que incitan a pensar como ellos, una especie de fotocopia automática que puede conducirle al error. Por ejemplo, algunos juegos de tarot presentan el arcano número 15, el Diablo, de forma muy agresiva e incluso vulgar, lo que puede llevar al novato más hacia los defectos de este arcano que hacia sus pocas virtudes. En todos los casos será necesario estar en afinidad con el propio juego, sentirlo perfectamente, estimularlo o sentir una fuerte credibilidad relacional entre él y nosotros.
Si el juego del tarot es completamente nuevo, no debe olvidar seguir el procedimiento de iniciación del juego (véase pág. 34).
El sentido de los arcanos
Las cartas tienen que extraerse y leerse del derecho, es decir, con las imágenes y las figuras frente a uno mismo y no giradas, aunque existe evidentemente la opinión contraria sobre este tema, que dice que las cartas eventualmente invertidas difunden un mensaje distinto, atenuando o ampliando el mensaje inicial de la carta en cuestión. En la práctica, no es tan importante saber si uno u otro efecto está amplificado o atenuado, por la sencilla razón de que el marco de las cartas que están al lado y la combinación entre arcano mayor y arcanos menores son los aspectos que cambian considerablemente los efectos y los matices del mensaje; esta posible utilización invertida parece por lo tanto inútil e incluso complicada. Estoy convencido de que el tarot ha evolucionado desde la noche de los tiempos para llegar hasta nosotros a través de mejoras muy matizadas, como un cuadro o una imagen que no tendrían sentido si estuvieran del revés. Por otra parte, usted mismo puede darse cuenta de que los creadores contemporáneos de tarots (Wirth, Oracle G., Belline, Yaguel Didier, etc.) han creado sus obras para ser interpretadas únicamente del derecho, sea cual sea el número de cartas del juego en cuestión. En el tarot de Marsella, las 78 cartas tienen que permanecer del derecho y será necesario colocarlas en este sentido después de cada utilización: los arcanos mayores en el sentido de sus dibujos y los arcanos menores hacia el cielo, es decir, espadas y bastos hacia arriba, copas de pie y figuras humanas de pie. El juego de cartas tendrá que dividirse siempre en dos, por una parte los arcanos mayores y por otra los arcanos menores, sujetos con gomas elásticas, por ejemplo.
La manipulación
El juego de cartas no se percibe como cualquier otro objeto en el sentido del tacto porque es delicado. Se moldeará y se someterá progresivamente al movimiento de sus dedos. Es necesario que la manipulación sea suave, regular y atenta; un tarot no se golpea, tiene que deslizarse sencillamente entre nuestros dedos cuando lo barajamos como si lo preparásemos suavemente para responder a nuestras preguntas. La mezcla de los arcanos tiene que parecerse a una especie de reciclaje subliminal alimentado por los propios pensamientos, siempre con atención para no mezclar los 78 arcanos simultáneamente en su conjunto. En primer lugar se deben mezclar los arcanos mayores dispuestos en un montón distinto al de los arcanos menores, que se manipularán en segundo lugar. Además de no mezclar los arcanos mayores y menores, es importante recordar que la mezcla de los arcanos se verá más estimulada gracias a su concentración que al movimiento mecánico en sí mismo. Nadie más debe tocar su tarot, que tendrá que dejar descansar en un lugar no accesible a otras personas, en un estuche apropiado, en un cajón o en una bolsa especial, dividido en dos montones distintos (los arcanos mayores y los menores).
El ambiente
Evidentemente, el ambiente tendrá que ser íntimo, no se puede consultar el tarot en medio del ruido, en la playa o en un bar. Para realizar un buen análisis de los mensajes se necesita un ambiente tranquilo, en el silencio de un lugar habitual para usted en el que se pueda sentir en afinidad simbólica con su tarot. Tiene que evitar las interferencias sonoras que provienen de la calle, de la radio, de la televisión, de los juegos de los niños o de la cortadora de césped; es necesario que se encuentre en condiciones de escucha y de focalización óptimas para percibir y traducir los mensajes que emanan del tarot. Si hay una presencia extraña, percibirá enseguida que las condiciones de asimilación difieren y ello hace necesario acostumbrarse y familiarizarse en relación con su aislamiento habitual.
La motivación
La motivación es capital para obtener el máximo del potencial de su juego. Por lo tanto, no debe consultar el tarot cuando se sienta poco estimulado. Querer saber será la locomotora que le llevará hacia el conocimiento; debe evitar consultar con el tarot cuando la motivación sea poca, cuando su resolución sea nebulosa, en definitiva, cuando no se sienta muy capaz de pensar sobre lo que trata la pregunta de la consulta. Es evidente que las preguntas tienen que ser claras y diáfanas, de la misma forma que en radiestesia nos ayudamos con un péndulo, en caso contrario los resultados serán vagos, inexactos o incoherentes.
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