Aunque la palabra políticamente correcto podría parecer un chiste de mal gusto o una frase ocurrente de un cómic, todavía nos la seguimos tomando medio en broma. Pero en el fondo, la expresión es muy seria. Su origen se remonta, como ya hemos señalado, a la revolución estudiantil de los años 1960: el movimiento pacifista, la revolución feminista y la lucha por los derechos civiles. Fue precisamente Marcuse en su libro Eros y Civilización quien postuló que si destruimos el orden opresivo existente y liberamos el Eros (la perversidad polimórfica), abriríamos y liberaríamos en realidad la fuente de la libido (Freud) y las consecuencias sociales serían que cada uno podría hacer lo que le viniera en gana. Creó la famosa frase Haz el amor, no la guerra. Esta ideología, que en un principio fue considerada erróneamente freudo-marxista, John Lennon la convirtió en una utopía con su intemporal Imagine:
Imagine there’s no countries/ It isn’t hard to do/ Nothing to kill or die for/ And no religion, too/ Imagine all the people/ Living life in peace/ You, you may say I’m a dreamer/ But I’m not the only one/ I hope someday you will join us And the world will be as one/ Imagine no possessions/ I wonder if you can/ No need for greed or hunger/ A brotherhood of man/ Imagine.
Lo políticamente correcto se ha ido convirtiendo con el paso de los años en la ideología oficial de los Estados europeos. «Haz el amor, no la guerra» podría traducirse actualmente por «Disfruta de Netflix y deja la política al Estado». A los ciudadanos que cuestionan esta ideología oficial se les excluye y se les censura por tener pensamientos políticos «desviados». Lo terrible del caso es que las democracias neoliberales europeas se han apropiado lentamente, sin darnos cuenta, de las ideologías libertarias de los años 1960 y 1970. ¡Si John Lennon levantara la cabeza!
Para ilustrar la perversidad de los Estados europeos que han blanqueado para sí las ideologías de los movimientos revolucionarios de los años 1960-1970, me viene a la mente la elocuente frase de James Agee:
«Cada vez que aparece una furia en la tierra el tiempo la transforma en arte, religión o algún nuevo tipo de autoridad. El golpe más mortífero que los enemigos del alma humana pueden asestar es darle culto a la furia. Swift, Blake, Beethoven, Cristo, Joyce, Kafka, decidme alguno que no haya sido de esta manera castrado. La aceptación oficial es el signo inconfundible de que la salvación nos ha sido negada otra vez; es el signo más claro de una fatal incomprensión y es también el beso de Judas» (Agee, 2010).
Concluyendo, parece que estamos directamente empujados hacia una nueva transformación de la historia. Algunos países se están convirtiendo en Estados ideológicos. A los ciudadanos se nos pide que internalicemos esta ideología oficial que será posteriormente reforzada por las instituciones públicas. Nos podemos reír de la palabra políticamente correcto, la podemos encontrar incluso graciosa, pero está ya instalándose en el inconsciente social para futuras generaciones.
Con la ideología posmoderna de lo políticamente correcto,la pandemia de la covid-19, que es vírica, está dando lugar a una pandemia emocional de pánico y terror a nivel planetario. Esta compleja situación de psicología de masas se describe con detalle en los diferentes capítulos del libro.
El lector podrá recorrer el camino desde la consciencia ecológica del cambio climático —iniciada en el ámbito planetario por la joven activista sueca Greta Thunberg— hasta llegar a los estragos de la pandemia de la covid-19.Los ojos del mundo estuvieron puestos sobre ella, que habló con coraje y claridad sobre los peligros que enfrenta el mundo, y que no tuvo miedo en reprochar a los poderosos del planeta su débil compromiso con el cambio climático.
Desde la nueva normalidad política, ya definitivamente instalada, se está abriendo un territorio psicosocial hacia una nueva pandemia que está infectando a grandes capas de la población: nos referimos a la Plaga Emocional.Una nueva pandemia de pánico y control social que está siendo el caldo de cultivo para toda clase de populismos.
El desierto emocional y el cambio climático
La pandemia de la covid-19
¿Qué es el pensamiento funcional?
La Orgonomía es la ciencia que trata de la energía cósmica y estudia la relación del hombre con la naturaleza. Esta energía ha tomado diferentes nombres en todas las civilizaciones. El pensamiento humano la ha denominado Prana en la India, Chi en China y Éter Cósmico (Dios) en Occidente. Muchos pensadores se han referido a ella y diversas culturas se han aproximado también con expresiones diferentes: la energía solar de los egipcios, la fuerza vital de los griegos, la hormone de Aristóteles, el Yin-Yang de la medicina tradicional china, el Shih-Chi de la acupuntura, el magnetismo de Mesmer, el Élan vital de Bergson, la fuerza ódica deReichenbach, el Gran Espíritu de los Siux, el Mana en Polinesia, la libido de Freud, la fuerza astrofísica, el efecto Kirlian, el campo morfogénico, los fractales de Mandelbrot, el campo electrodinámico, el red shif o ruido de fondo de los radiotelescopios, la energía oscura, etc.
Wilhelm Reich (1897-1957) denominó a esta energía cósmica Orgon Energy (OR) por sus manifestaciones clínicas que observó en el organismo humano. Reich comenzó estudiando la sexualidad cuando formaba parte de la sociedad psicoanalítica de Viena y fue uno de los discípulos más sobresalientes de Sigmund Freud. Sus técnicas terapéuticas estaban destinadas a desbloquear la energía estancada en el organismo y así liberar las tensiones psíquicas y somáticas. En el fondo, trataba de buscar la unidad funcional de los fenómenos biológicos y la encontró en la Función del Orgasmo: la secuencia de la alternancia de los estados opuestos y complementarios de expansión y contracción,estados que se pueden observar tanto en el ser humano como también en el ámbito atmosférico, climático y en la historia de las civilizaciones.
Expansión = tensión + carga
Función del Orgasmo:
(La formula de la Vida)
Contracción = descarga + relajación
Esta secuencia cuaternaria se halla en todos los dominios de la naturaleza y representa la Fórmula de la Vida.Ejemplos del cuaterno serían: los 4 movimientos de la Novena Sinfonía de Beethoven, los 4 puntos cardinales, las 4 reglas aritméticas, los 4 compartimentos del corazón, los 4 elementos de Hipócrates, los 4 evangelios canónigos, los 4 jinetes del apocalipsis, las 4 edades del hombre, las 4 estaciones del año, las 4 extremidades del hombre, los 4 temperamentos de Paracelso, las 4 etapas evolutivas de una civilización, etc.
La Orgonomía estudia la relación del hombre con la naturaleza a través de varias disciplinas: la medicina, la biología, la meteorología y las ciencias sociales. Todas contribuyen a la afirmación de la Vida, que es la finalidad esencial de las Ciencias Orgonómicas. La hipótesis Gaia considera el planeta Tierra como un organismo vivo que se comportaría como un sistema autorregulado (que tiende al equilibrio) y los humanos somos entre los seres que la habitamos los más afortunados, ya que tenemos consciencia de nosotros mismos y estamos arraigados en la naturaleza.
Muy pocas personas toleran el placer de estar en contacto pleno y continuo (no turístico) con la naturaleza. Lo simple, lo inmediato y lo directo, es sobre lo que más recela el hombre neurótico. Por lo tanto, para acercarnos y comprender la Orgonomía hemos de renunciar a la socialitis de las grandes urbes, alejarnos del contacto con la fachada social y abandonar el dilema mecanicismo/misticismo que impera en el mundo científico actual (por ejemplo, la teoría teológica del Big Bang) para ir adentrándonos hacia los impulsos primarios naturales y el pensamiento funcional. En la actualidad, la teoría del Big Bang, o al menos una parte de su explicación, podría tambalearse tras los nuevos descubrimientos científicos relacionados con el bosón de Higgs.
El pensamiento funcional consiste en la interacción de dos fenómenos opuestos que interactúan entre sí mediante un principio común funcional (PCF).Siempre tenemos dos funciones por lo menos. En el funcionalismo, no podemos tomar un problema individual e intentar resolverlo dentro de su dominio porque siempre hay dos funciones como mínimo unidas por un principio de funcionamiento común dondequiera que miremos: hombre-mujer; polo Norte-polo Sur;