Guía práctica para descubrir la voluntad de Dios. Troy Fitzgerald. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Troy Fitzgerald
Издательство: Bookwire
Серия:
Жанр произведения: Документальная литература
Год издания: 0
isbn: 9789875678545
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completamente en fenómenos y tontas señales al momento siguiente.Un amigo mío, que por casualidad se auto-proclama ateo, apenas sobrevivió a un accidente automovilístico espantoso. Todos, desde la telefonista de emergencias hasta los agentes de seguros consideraban el hecho de que haya sobrevivido al accidente una evidencia de intervención divina. En el hospital, la primera declaración que me dirigió mi amigo fue: “¿crees que Dios está tratando de llamar mi atención?” Estaba sombrío y enseñable, dispuesto a abrirse a nuevas ideas –hasta que logró recuperarse. Entonces su testimonio cambió: en vez de pensar que Dios le había estado queriendo llamar la atención, atribuía su supervivencia a la efectividad de los airbag. Qué inconsistente.Al buscar la voluntad de Dios para nuestras vidas, debemos reconocer que él puede elegir guiar a las personas a confiar en él a través de lo milagroso, o puede elegir no hacerlo. Jesús se cansó enseguida de intentar “demostrarse” a través de señales milagrosas que las personas demandaban persistentemente:

       Entonces Jesús le dijo: Si no viereis señales y prodigios, no creeréis” (Juan 4:48).

       “Entonces respondieron algunos de los escribas y de los fariseos, diciendo: Maestro, deseamos ver de ti señal. El respondió y les dijo: La generación mala y adúltera demanda señal; pero señal no le será dada, sino la señal del profeta Jonás” (Mat. 12:38, 39).

       “Y los judíos respondieron y le dijeron: ¿Qué señal nos muestras, ya que haces esto? Respondió Jesús y les dijo: Destruid este templo, y en tres días lo levantaré” (Juan 2:18, 19).Una vez más, si consideramos lo que sabemos de las Escrituras acerca de “señales y prodigios”, pareciera que las señales a menudo pueden distraer a las personas de lo que Dios ya ha declarado. Para ser justos, es notable que las señales a menudo ayudaron a algunas personas a creer que Jesús era digno de ser oído. (Ver, por ejemplo, Juan 2:23, 24; 10:40-42; Hech. 2:22, 23). Sin embargo, uno de los problemas de buscar señales es la tendencia a enfocarse en la señal solamente en vez de lo que la señal apunta. Uno de mis alumnos regresó de una visita a una iglesia que cree que el don espiritual de hablar en lenguas es una señal de que el Espíritu Santo mora en la persona. Los miembros de iglesia le preguntaron: “¿Has recibido el Espíritu?” La pregunta lo dejó perplejo porque era evidente que ellos consideraban “tener el Espíritu” y hablar en lenguas como constituyentes de un solo paquete. Cuán perturbador es cuando las personas enfatizan el obtener un don espiritual específico en vez del propósito del don.Las Escrituras dejan en claro que Dios utiliza estos momentos milagrosos de comunicación para servir a su propósito. Él escoge cuándo se comunicará a través de señales y milagros. Si te hallas preguntándote a ti mismo si una rueda en llanta es una señal de Dios acerca de con quién debes casarte, deberías reconsiderar algunas de tus presuposiciones acerca de la manera en que Dios nos orienta. A veces, la rueda queda en llanta porque había un clavo en el camino. Con advertencias tan fuertes de parte de Cristo mismo acerca de la búsqueda de señales, es nuestro deber examinar cuán razonable es esperar que Dios prenda fuego un arbusto cada vez que necesitamos su dirección.Recuerda:

       Dios determina cuándo las señales y milagros son necesarios para que comprendamos y creamos en su voluntad.

       Aunque Dios ha utilizado señales para demostrar su bondad y poder, claramente ha comunicado su voluntad de maneras tangibles y menos sensacionalistas con el propósito de fomentar nuestra fe en él.

       Cuando ocurren intervenciones sobrenaturales, generalmente son inconfundibles y sirven al propósito de obtener la atención de alguien.

       Jesús le resta importancia a las señales y prodigios, especialmente si ocupan el lugar de la obediencia a su Palabra.Algunos de los caminos cercanos a mi casa tienen franjas resonantes6 que te advierten si te estás cruzando al carril equivocado o si te estás saliendo del asfalto. Pero no todos los caminos de mi ciudad tienen franjas resonantes. A veces, mantenerse en el camino significa mantener tus ojos abiertos y tus manos en el volante. Desafortunadamente, el asunto de ver la voluntad de Dios rara vez es perfectamente claro. Es importante notar que a pesar de que no podemos ver el camino a la perfección, todavía podemos ver suficientemente bien.Mito 4: Dios te dio un cerebro, y espera que hagas de él la base de todas tus decisionesSi el mundo moderno le ha brindado algo a la humanidad, es una opinión exagerada de su propia opinión. Lo llamamos la razón y pensamiento racional, pero si lo reduces a su elemento central encontrarás conjeturas “lógicas” o “científicas” acerca de lo que es bueno, correcto, real y significativo. Cuando amaneció la era de la razón en la humanidad, las personas cambiaron su pensamiento desde “Dios es la fuente y el centro de la experiencia humana”, a “Dios es periférico, y mis propias percepciones son lo que es real”. La mente humana, con su habilidad para razonar, inventó soluciones a algunos de nuestros problemas y descubrió respuestas a algunas de nuestras preguntas. Esto llegó a ser el centro de atención durante el periodo conocido como “el Iluminismo”.Aunque el pensamiento humano llevó a muchos a alejarse de la idea de que Dios existe, a otros, que seguían siendo creyentes, les dio una fuerte percepción de que si Dios tiene un plan para nuestras vidas, la manera de descubrirlo es a través de decisiones correctas y sabiduría. Concluyeron que las interposiciones milagrosas simplemente no deben ser esperadas ni creídas.Estos fundamentos de la era moderna aun están vivos y sanos hoy. Un estudio concluyó que alrededor del 60 por ciento de los entrevistados “están muy de acuerdo/creen que ‘cuando tomas una decisión importante, Dios quiere que tomes la mejor decisión posible basado en la evaluación lógica de todas tus opciones’. Otro 24 por ciento están ‘hasta cierto punto de acuerdo con esta idea’ ”.7A lo largo de la historia de la humanidad, Dios ha esperado que las personas utilicen el cerebro que él les ha dado para discernir entre el bien y el mal y lo que es mejor de lo que no es nada bueno. Del mismo modo que la providencia y las señales pueden ser métodos de orientación de Dios, nuestras mentes también pueden serlo. Pero si dependes completamente de un solo método de comunicación, reduces las opciones de comunicación al igual que el cachorro que se sentó a esperar que las ardillas cayeran del árbol. Cuando determinas que oirás solamente de cierta manera, estás predeterminando la forma en que Dios puede hablarte.Una de las formas de comunicación con la que puedes contar siempre de parte de Dios es a través de su Palabra. Una de las cualidades que las Escrituras le atribuyen a los habitantes de Berea es tener la iniciativa de probar las palabras de otras personas con la Palabra de Dios: “Y éstos eran más nobles que los que estaban en Tesalónica, pues recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así” (Hech. 17:11).La “solicitud” de los bereanos era un espíritu educable que estaba hambriento de verdad y dirección. Esto se encontraba en contraste con los líderes espirituales en los días de Cristo que conocían las Escrituras de principio a fin pero dejaron de conectar su conocimiento con la persona de Cristo, que se encontraba delante de ellos: “Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí; y no queréis venir a mí para que tengáis vida” (Juan 5:39, 40). ¿Cómo podían dejar de ver? Creo que el sabio lo plasmó muy bien cuando dijo: “Hay camino que al hombre le parece derecho; pero su fin es camino de muerte” (Prov. 14:12). La razón juega un papel en la comprensión de la voluntad de Dios. Pero hay momentos cuando todo el pensamiento centrado del mundo no puede facilitar el entender ni el hacer la voluntad de Dios:

       Construir un arca cuando nadie ha visto jamás ni lluvia, ni un diluvio, o siquiera algo que se asemeje en lo más mínimo a un desastre natural

       Reunir un ejército basado en el estilo de tomar agua de los soldados

       Que un muchacho adolescente se enfrente a un gigante en batalla

       Sacrificar sobre un altar al hijo a quien Dios envió para ser el padre de toda una nación

       Sumergirse siete veces en el río para acabar con la enfermedad de la lepra

       Siendo virgen, concebir un niño por el Espíritu SantoEn algún momento, simplemente tenemos que deshacernos del libro de la sabiduría humana porque la sabiduría de Dios desorienta la sabiduría humana. Dios puede guiar a aquellos que son educables del mismo modo que dirigió a Noé, Abraham, Moisés, David y María. En todas sus historias, nunca se trató de un caso de cerebro contra la