La llegada de la mujer a la universidad congoleña se manifestó en un primer momento a través de la escuela de enfermería anexa a las clínicas universitarias. Inaugurada en 1958 para las jeunes filles, la construcción de los edificios definitivos –escuela e internado– aspiraba a albergar unas 100 alumnas. El 15 de julio de 1961 se expidieron los tres primeros diplomas.35 Durante los primeros años la estudiante universitaria era religiosa o extrajera, en su mayoría belga o nigeriana.36 Siguiendo la población estudiantil de la universidad Lovanium, en el año académico 1962-1963 se inscribió la primera mujer en la facultad de ciencias económicas y sociales, frente a un total de 987 hombres. Las facultades con mayor presencia femenina durante el período comprendido entre 1962-1970 fueron en primer lugar, la facultad de ciencias económicas y sociales, seguida de la facultad de filosofía y letras, pedagogía y psicología y derecho.37
En el año académico 1978-1975 el campus de Kinshasa contaba con 538 mujeres frente a 4.379 hombres. El campus universitario de Lubumbashi tenía inscritas en 1971-1972 197 mujeres, frente a 4.073 hombres, alcanzando la cifra de 316 mujeres en 1978-1979, frente a 4.020 hombres. En cuanto a la universidad libre del Congo, inició el año académico 1969-1970 con 16 mujeres, frente a 561 hombres. Durante el año 1977-1978, la universidad, convertida ya en campus universitario de Kisangani, albergaba en sus aulas un total de 126 mujeres frente a 1.145 hombres.38
La universidad del Congo postcolonial de la primera república (1960-1965) estuvo bajo el dominio de una elite que había asimilado el modelo de género aportado por el colono, esto es, el modelo tradicional patriarcal: marido proveedor, mujer jurídicamente incapaz y limitada al cuidado de la familia. La universidad de la segunda república abre un periodo de reconstrucción que pretende deshacerse de la herencia colonial. Bajo el recurso a la «autenticidad», el régimen de Mobutu abre el espacio público a las mujeres alentándolas a participar en la revolución. Se les anima igualmente a estudiar y a integrarse en el mercado de trabajo. El derecho al voto –concedido a las mujeres en 1970– y el nombramiento de mujeres en puestos políticos reflejan esa ruptura con el pasado. Sophie Lihau-Nkanza fue nombrada ministra de asuntos sociales en 1966.
Sin duda, las políticas de emancipación de las mujeres suscitaron el debate en la opinión pública. Para algunos, las bases de la igualdad entre hombres y mujeres ya existen, existe el reconocimiento jurídico. Sin embargo, la promoción de la mujer, principalmente en el ámbito de la educación superior y universitaria, no acaba de producirse. La opinión mayoritaria es favorable a la igualdad de la mujer en derechos y libertades, la paridad y su visibilidad en el espacio público. No obstante, antes de lanzarse a la conquista del poder político debe alcanzar otras virtudes como madre y esposa…
ENTREVISTAS A UNIVERSITARIAS. PRIMERAS NOTAS
Una vez trazado el panorama de la evolución de la mujer en la universidad congoleña, siguiendo un protocolo de trabajo elaborado por Yolanda Blasco Gil para las fuentes orales,39 decidimos proceder a realizar las entrevistas. Aparte de las matrículas como fuente de información –dado el complicado acceso a los archivos–, se trata de obtener testimonios orales de mujeres universitarias diplomadas o con estudios. Fuentes orales que nos servirán para recoger una historia oral y analizar: trayectorias académicas, profesionales y experiencias vitales, es decir, como lo vivieron ellas en primera persona. Observar las diferencias entre unas y otras desde su percepción como mujeres de la universidad que vivieron, su integración en ese mundo laboral de hombres y sus dificultades o facilidades para realizar la carrera, ejercer y ocupar cargos y su experiencia como mujeres, hijas, esposas y madres siendo universitarias. Testimonios orales donde quede reflejado su procedencia geográfica, status social, edad, nacimiento, inicio de carrera, movilidad, participación en la política, ejercicio profesional, publicaciones… No obstante, hemos encontrado muchas dificultades:
– Alrededor del 20% de las matrículas corresponden a mujeres, con una diferencia de actitud en las aulas porque las mujeres se muestran generalmente más pasivas que los varones.
– Esta cifra aumenta ligeramente en número en el caso de la universidad de Kinshasa, en la capital, en relación a los establecimientos superiores y universitarios de otras provincias menos pobladas.
– Hay muy pocas mujeres en tercer ciclo y ocupando cargos académicos.
– Muy pocas mujeres profesoras.
– A la hora de abordar el trabajo surge el problema en cuanto a la reticencia de la mujer a hablar de temas personales académicos.
– Abandono de los estudios por el matrimonio y cuidado de los hijos y el hogar.
– Los estudios de tercer ciclo son costosos, a menudo hay que desplazarse a Kinshasa. Hay ausencia de sistema de ayudas públicas o becas.
– También a menudo la iglesia católica proporciona ese colchón, ese amparo para proseguir los estudios. Muchas de las mujeres que prosiguen los estudios pertenecen a una orden religiosa.
– Importancia de los antecedentes familiares con estudios y posibilidades económicas.
– Ha sido necesario adaptar las preguntas del protocolo de las preguntas al contexto congoleño.
– Las entrevistas no están acabadas, es una primera toma de contacto, hay que retomarlas, perfilar algunas preguntas antes de elaborar unas conclusiones y realizar más entrevistas para poder realizar un estudio comparativo.
Ahora presentamos en este primer avance las entrevistas realizadas a dos profesoras universitarias. Se trata de dos mujeres nacidas en los años previos a la independencia del país, 1960, por lo tanto de edades similares –57 y 59 años–. Vemos dos perfiles diferentes en su educación universitaria: una con clara influencia de su entorno familiar y otra con el apoyo de la iglesia. Las dos son doctoras en derecho: Marie Therese Kenge es profesora de la facultad de derecho de la universidad de Kinshasa, establecimiento público, y Joséphine Bitota es profesora de la facultad de derecho de la universidad Notre-Dame du Kasayi en Kananga, institución privada de confesión católica.
Kinshasa es la capital del país y la mayor ciudad de la RDC, pertenece a un contexto urbano, multiétnico y superpoblado. Es el centro administrativo, económico y cultural del país. Posee a su vez el status administrativo de ciudad y provincia. El número de habitantes supera los 10.000.000 millones. Es una de las ciudades más pobladas de África. Mientras, Kananga corresponde a una ciudad media, capital de provincias, que constituye un centro comercial y administrativo importante, ubicada en la zona sur del país con una población aproximada de 1.130.000 habitantes. Ha sido el destino de habitantes de zonas rurales en busca de mejores oportunidades, pero también en la última década la capital ha conocido la llegada masiva de desplazados a causa de los conflictos armados que resisten en el este del país.
1a Entrevista a Marie Therese Kenge Ngomba Tshilombayi, decana de la facultad de derecho de la universidad de Kinshasa. Ostenta el rango de viceministra ya que es miembro de la Comisión Nacional de Derechos Humanos. Además, ha trabajado activamente en la Comisión de reforma de derecho congoleño.