El Polo Sur magnético (2) (donde todas las líneas de campo apuntan hacia arriba y las brújulas no pueden distinguir los puntos cardinales). Se ubica en la actualidad sobre el Océano Glacial Antártico, cerca de la Tierra de Adelia y la Tierra de Wilknes.
El Polo Sur geomagnético (3) (el lugar donde atraviesa el campo magnético imaginando el planeta como un dipolo magnético -un imán- perfecto) está cerca de la estación rusa Vostok.
Finalmente, el polo sur de inaccesibilidad (4). Es el punto de la Antártida más lejano a la costa, a unos 800 kilómetros de distancia del Polo Sur geográfico. Hubo allí una antigua estación de investigación soviética (cuyo único registro en la actualidad es un busto metálico de Lenin).
1. 3. Un desierto inhabitable
Resulta paradójico presentar al continente que atesora la reserva más grande de agua dulce del planeta como un desierto hostil e inhabitable, pero es así.
Las apreciaciones que anteceden a planificar una expedición, rápidamente van dejando en claro este concepto.
Las primeras definiciones de un plan de operaciones se desprenden de dos respuestas fundamentales.
La primera: definir si la actividad se llevará a cabo en el mar, incluyendo las zonas costeras; o de lo contrario, nos internamos en el interior del casquete polar. La segunda gran definición surgirá del alcance temporal de nuestra empresa: ¿emplearemos los meses de verano o debemos considerar el invierno?
Las posibles respuestas a estos interrogantes fundamentales y sus combinaciones, me permiten presentarles el siguiente ranking de hostilidad e adversidad para la supervivencia en operaciones antárticas:
Actividad marítima o costera en verano.
Actividad marítima o costera en invierno
Actividad interior en verano.
Actividad interior en invierno
La zona marítima y costera en periodo estival presenta el mar con aguas abiertas, superficies y espesores variables de mar congelado de diversas edades3 .
Abunda la fauna marina y las aves, configurando un recurso relativamente apto para la supervivencia humana en caso de emergencia.
Cocinero del Endurance despellejando un pingüino para prepararlo como alimento y así sobrevivir durante el invierno de 19154 .
Las temperaturas oscilarán entre -15º C y 10º C. Pueden darse precipitaciones en forma de nieve, eventualmente lluvia y largos periodos de luz diurna, fundamentalmente en los meses de diciembre y enero.
La escasa vegetación en forma de líquenes y pequeñas gramíneas que podemos hallar en la península no tienen relevancia a los fines de la supervivencia humana.
Un aspecto muy beneficioso para la supervivencia es la disponibilidad de agua dulce líquida, ya sea en lagunas de origen níveo o bien en los chorrillos que nacen por derretimiento de los glaciares próximos a la costa.
Otro aspecto que favorece la supervivencia es la actividad humana.
La península antártica alberga decenas de estaciones de investigación, permanentes o transitorias, pertenecientes a los programas antárticos.
Simultáneamente, recibe numerosos campamentos de investigación y expediciones de buques turísticos que conforman una aceptable red SAR5 .
Otro elemento valioso en búsqueda de abrigo o víveres son los refugios y viejas instalaciones abandonadas.
Ex Base Este (EEUU) y Stonigton (RUGB) - Bahia Margarita
La vida dentro de la zona marítima y costera en periodo invernal es más dificultosa. El mar comienza a congelarse superficialmente a partir del otoño, alcanzando los mayores espesores en agosto y septiembre.
Las bahías y sectores protegidos del viento favorecen los mayores espesores y la duración del pack de hielo marino. La fauna marina y las aves en gran mayoría migran hacia el norte. Permanecen algunas focas, skuas, gaviotas o palomas antárticas.
Las horas de luz se reducen significativamente hasta llegar al día más corto, el 21 de junio.
Al sur del círculo polar, a medida que nos adentramos hacia el polo sur geográfico, se percibe más marcadamente el fenómeno de la noche polar. Los registros de temperatura son progresivamente más bajos hasta llegar a -30ºC en pleno invierno. Los días de viento llevarán la sensación térmica a niveles peligrosos con riesgo de congelamiento y muerte.
El verano es el único periodo apto para llevar adelante expediciones y otras tareas al intemperie en el interior del continente. Campamentos de investigación científica y expediciones deportivas o turísticas alejadas de las estaciones permanentes tienen lugar durante los meses de noviembre, diciembre y enero.
Según la latitud y la topografía particular, a medida que avanza el verano, el derretimiento de la capa superior de nieve provoca el debilitamiento de los puentes de nieve dejando al descubierto uno de los enemigos más temidos: los campos de grietas.
A excepción de la península, escarpada y con numerosos afloramientos montañosos; el resto del casquete polar consiste en una capa de hielo uniforme, que asciende desde la costa en suave pendiente, hasta llegar a 3200 metros de altura en el polo sur geográfico.
Desplazarse y operar sobre el mar congelado (ice pack) es un recurso tan atractivo como peligroso. Frecuentemente, es utilizado durante los meses de invierno/primavera por dotaciones que invernan en el sector de la Península Antártica. La consolidación del manto de hielo marino varía según las condiciones meteorológicas y las particularidades topográficas de cada sector.
Las primeras incursiones se llevan a cabo con sondas manuales para comprobar el espesor, utilizando esquíes a fin de ejercer menor presión sobre el pack. Una vez observadas las condiciones para soportar el tránsito, comienzan los desplazamientos con motos de nieve y trineos.
Durante nuestra invernada en Base San Martín en 1996, realizamos numerosos desplazamientos sobre el mar congelado. En todas las direcciones: Monte Neni - Stonington - Base Este - Rocas Rojas; Islotes Donovan - Isla Millerand; Isla Caballete - Punta Calmette - Punta Campamento - Isla Herradura6 , etc.
No es aconsejable armar campamento sobre el pack de hielo ni sobre témpanos.
Luego de una visita de una semana a la Base Rothera, administrada por el British Antarctic Survey (BAS), vivimos en carne propia los efectos del viento y las mareas sobre el ice pack.
A pocos kilómetros de haber emprendido el regreso, comencé a sentir que mi moto de nieve se hundía a la altura del tren trasero de la oruga. Yendo como cabeza de la columna de tres motos detuve la marcha y note que las dos motos restantes (con trineo), estaban atascadas, hundidas en el hielo marino.
Los movimientos de los témpanos varados por efecto del viento y la marea produjeron fisuras en el mar congelado y la formación de grandes lagunas de agua que, habiendo reiniciado el proceso de congelamiento y acumulación de nieve, eran imperceptibles a simple vista.
Luego de una dura marcha a pie debimos regresar a Rothera