109 Existen numerosas reflexiones sobre los recorridos y derroteros de esta subdisciplina histórica. Entre los más recientes y enfocados específicamente en la disciplina histórica se encuentra el de María Bjerg, “Una genealogía de la historia de las emociones”. Quinto Sol 23, n.o 1 (2019): 1-20. En América Latina ya se cuenta con un libro pionero en el área dirigido por María Eugenia Albornoz Velásquez titulado Sentimientos y justicia. Coordenadas emotivas en la factura de experiencias judiciales (Santiago de Chile: Acto Editores, 2016).
110 Justo Donoso, Diccionario teolójico, canónico, jurídico, litúrjico, bíblico, etc., t. 4 (Valparaíso: Imprenta y Librería del Mercurio, 1859). Donoso referencia once pasiones: amor, odio, deseo, aversión, gozo, tristeza, audacia, temor, esperanza, desesperación y cólera.
111 Hago derivar este término del de “emocionología”, acuñado por Peter N. y Carol Sterns en 1985 y que se refiere al conjunto de códigos y reglas que determinaban las experiencias subjetivas o los estándares colectivos emocionales de una sociedad. La definición exacta de emocionología que proporcionan los Stearns es: “Las actitudes o estándares que una sociedad o un grupo dentro de dicha sociedad mantiene hacia las emociones básicas y su adecuada expresión; los modos en los que las instituciones reflejan y estimulan estas actitudes en la conducta humana”. Peter N. Stearns y Carol Z. Stearns, “Emotionology: Clarifying the History of Emotions and Emotional Standards”. The American Historical Review 90, n.o 4 (1985): 813. Académicos como William Reddy se refieren de manera similar al estudio del ‘régimen emocional’ que coincide con la definición de emocionología dada por los Stern. Para una discusión teórica y metodológica más amplia sobre estos conceptos, véase Juan Manuel Zaragoza Bernal, “Historia de las emociones: una corriente historiográfica en expansión”. Asclepio. Revista de Historia de la Medicina y de la Ciencia 65, n.o 1 (2013). http://dx.doi.org/10.3989/asclepio.2013.12
112 Alfonso Fernández Tresguerres, “Sobre las pasiones”. Catoblepas. Revista Crítica del Presente 86 (2009): 3. Consultado el 6 de enero de 2020. http://nodulo.org/ec/2009/n086.htm
113 Jorge Brenes Morales, “El diablo en el origen mítico de las pasiones”. Filología y Lingüística 28, n.o 2 (2002): 163-170.
114 Alonso de la Peña Montenegro, Itinerario para párrocos de indios, libro II, edición crítica de C. Baciero et ál. (Madrid: Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 1995), 486.
115 Susan J. Matt, “Recovering the Invisible. Methods for the Historical Study of Emotions”. En Doing Emotions in History, editado por S. J. Matt y P. N. Stearns (Urbana y Chicago, Illinois University Press, 2014), 43. Citado por Bjerg. “Una genealogía”, 12.
116 Manuel Tejado Fernández, La vida social en Cartagena de Indias (Sevilla: Escuela de Estudios Hispanoamericanos de Sevilla, 1954), 174.
117 Título 19, Ley 1, partida 2. Las siete partidas del sabio rey […] (Salamanca: Andrea de Portonaris, 1555), 64.
118 Don Antonio de Quevedo y Hoyos fue abogado de los reales Consejos y de Corte. Natural de Villarreinosa en las montañas de Castilla la Vieja. La información proviene de su Libro de indicios y tormentos que contiene toda la práctica criminal […] (Madrid: Imprenta de Francisco Martínez, 1632).
119 Quevedo, Libro de indicios, 57.
120 Quevedo especifica que Farinacci no estaba de acuerdo con este punto.
121 Lo llama enemigo universal del linaje humano.
122 Usa el proverbio “amigo reconciliado, enemigo doblado”.
123 Sebastián de Covarrubias, Tesoro de la lengua castellana o española (Madrid: Luis Sánchez, 1611), 350.
124 Felipe de Meneses, Luz del alma cristiana contra la ceguedad e ignorancia, 1.ª ed. 1545 (Medina del Campo: Francisco del Canto, 1582). Libro III. De los enemigos, 229. Este fue el texto de doctrina cristiana de Miguel de Cervantes Saavedra. Gonzalo Díaz Díaz, Hombres y documentos de la filosofía española (Madrid: Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 1995), 478.
125 Ibíd.
126 Dato proporcionado en la acusación del fiscal de la Inquisición Juan Ortiz. AHN, Inquisición, leg.1620, exp. 18. En Manuel Tejado Fernández, Aspectos de la vida social en Cartagena de Indias durante el seiscientos, 1.ª ed. (Sevilla: Escuela de Estudios Hispano-Americanos, 1954), 333.
127 Ibíd.
128 Esto en jurisprudencia significa que los testigos, aunque son singulares, declaran hechos similares.
129 Tejado Fernández, Aspectos de la vida, 337.
130 Tejado Fernández, Aspectos de la vida, 338.
131 Ibíd.
132 Ibíd.
133 Ibíd.
134 Ibíd.
135 Ibíd.
136 Tejado Fernández, Aspectos de la vida, 339.
137 Ibíd.
138 Ibíd.
139 Ibíd.
140 Ibíd.
141 Ibíd.
142 Como decía Quevedo y Hoyos, el tratar a otro de judío podía ser causal de enemistad capital y al agregarle el adjetivo de infame se enfatizaba su condición de hereje o al menos de alguien sin crédito, reputación o muy malvado. En el capítulo 7 se estudian algunos aspectos particulares sobre las implicaciones de tachar a un congénere de judío.
143 AHN, Inquisición, 1620, exp. 18. Los comentarios sobre la parcialidad del Tribunal del Santo Oficio cartagenero en el caso de Gómez Barreto pueden revisarse en Ricardo Escobar Quevedo, Inquisición y judaizantes en América española (siglos xvi-xvii) (Bogotá: Universidad del Rosario, 2008), 197; 377.
144 Meneses, Luz del alma, 229
145 agi, Santa Fe, leg. 228. En Juan Friede, Fuentes documentales para la historia del Nuevo Reino de Granada. Desde la instalación de la Real Audiencia en Santafé, t. 8, 1581-1590 (Bogotá: Biblioteca del Banco Popular), 21.
146 Friede, Fuentes documentales, 21.
147 Friede, Fuentes documentales, 28.
148 Friede, Fuentes documentales, 21.
149 Friede, Fuentes documentales, 23.
150 Ibíd.
151 Friede, Fuentes documentales, 24.
152 Friede, Fuentes documentales, 25
153 Ibíd.
154 Ibíd.
155 Friede, Fuentes documentales, 26.
156 Friede, Fuentes documentales, 27.
157 Ibíd.
158 Ibíd.