He cometido muchos errores y fallado muchas veces en la vida, pero sigo avanzando tratando de mejorar. Por lo tanto, la mayoría de las personas éxitosas, han hecho más que estudiar los éxitos de otros, en algún momento tiene que levantarse y hacer el trabajo usted mismo. He aprendido que las cosas que parecen más grandes que la vida al principio, se calman después de un tiempo y se vuelven cotidianas.
Parece más grande porque es nuevo y, es algo diferente, pero pierde su brillo y atractivo con el tiempo. Además, a veces Dios no le da algo que quiere, no porque no lo merece, sino porque necesita caminar más de cerca con Él, porque Él tiene más para usted. Entonces, si alguna vez se le da la oportunidad de hacer algo diferente, no tema. Solo sea usted mismo y de lo que es natural sin olvidar que el viaje de la vida y las lecciones nunca terminan hasta que exhalemos el último aliento.
Por lo tanto, en este camino de la vida debemos ser un ejemplo para los extraviados, brindar alimento a los hambrientos, esperanza a los desesperados mientras nos preparamos para aprender de nuestros errores, y siempre tratar de ser mejores que la persona que fuimos el día anterior. Lo único que debe saber cómo cristiano es que la vida del incrédulo de al lado, los desamparados y los huérfanos están en nuestras manos en el sentido en que Dios hizo que tuviera éxito para que otra persona tuviera una vida mejor a través de usted. Los incrédulos necesitan sus palabras y testimonio acerca de Jesucristo para cambiar sus caminos. Las personas sin hogar necesitan su ayuda para volver a confiar en Dios y los huérfanos necesitan el amor de su madre y su padre. Solo debe saber eso, es por la gracia de Dios, que le hizo quien es hoy. Fue mucho más fácil ser uno de ellos, pero Dios le eligió como un recipiente para llegar a ellos. Deje que la mente que está en Cristo esté en usted. Tal como él dijo: “…en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis.” (Mateo 25:40)
"Los hombres inteligentes caminaron sobre la luna, los hombres atrevidos caminaron sobre el fondo del océano, pero los sabios caminan con Dios". Leonard Ravenhill
En su caminar con Cristo, es posible que reciba luces verdes o rojas. A veces incluso consiga un desvío. Pero, hasta que el camino termine, manténgase en el rumbo con Dios. Su trabajo no es ser *Jesús. Su trabajo es creer, depender y someterse a la obra de Jesús en y a través de usted. Por lo tanto, toda la adversidad, los desafíos y los baches del camino son a menudo las primeras señales de que están a punto de suceder grandes cosas. Y cuando las cosas no salgan como usted esperaba, confíe en que Dios tiene reservado algo más grande. Porque todo es parte de Su plan para que usted prospere, para no dañarlo, para darle un futuro y una esperanza. (Jeremías 29:11)
Si quiere ser todo lo que Dios quiere, espere la oposición. Algunas personas no entenderían su viaje. Algunos incluso podrían juzgar y ser desagradables. Pero no están caminando en sus zapatos a diario. No es un camino fácil de recorrer; no es un campo fácil de cosechar. Pero Dios le ve y sabe cuánto se esfuerza. Está haciendo lo mejor que puede con lo que tiene que afrontar. Él está orgulloso de usted. Está haciendo algo maravilloso y hermoso con su vida. Mantenga su cabeza en alto. Porque los que miran al Señor están radiantes y nunca se avergonzaron. No asuma falsas culpas, etiquetas negativas o condenas por parte de los espectadores. Es comprado con la sangre de Dios. Por tanto, sea fuerte en el Señor. Ser fuerte no significa que tenga que quedarse y pelear todas las batallas y discusiones mezquinas que se le presenten. Significa que no tiene que quedarse y responder a comentarios groseros. No responda lanzándoles insultos. Es lo que quieren. La verdadera fuerza es ser lo suficientemente adulto como para alejarse de las tonterías con la cabeza en alto. Porque así dijo el Señor Dios, el Santo de Israel: “En tu regreso y descanso serás salvo; en la quietud y en la confianza será tu fuerza" (Isaías 30:15)
De hecho, mientras esté vivo, será desviado del rumbo, caerá y fracasará. Le ocurre a los mejores, a menudo. A veces será difícil. Tomará tiempo. Requerirá dedicación y sacrificio. Pero al final valdrá la pena. Por lo tanto, casi todos quienes hicieron algo grande en la Biblia, tenían a alguien conspirando en su contra. Incluso los mejores de los mejores lucharon con estancamientos, se frustraron, se sintieron inseguros y se preguntaron por qué tenían que hacerlo, pero al final lo hicieron. Usted también puede hacerlo. Porque Dios ha prometido que, "Incluso cuando seas viejo, te cuidaré, incluso cuando tengas canas, te llevaré. Yo te hice y te sostendré; te llevaré y te rescataré". (Isaías 46: 4)
Si realmente tiene los ojos abiertos, verá que todos los momentos son momentos clave con Dios. Incluso en los momentos de mayor felicidad y miseria más profunda, todavía necesita a Dios. Puede que no sepa cuánto lo necesita. Porque cualquiera que haya conocido a Dios, quizás lo haya conocido mejor en la oscuridad que en cualquier otro lugar, porque es en la oscuridad donde parece visitarlo con más frecuencia. Por lo tanto, si nunca se encontró con las circunstancias de la vida, nunca sabría lo que se siente tener la victoria al final y cuándo es importante. Usted también puede encontrar un significado incluso en las profundidades de la desesperación, porque el que sobrevive a la noche oscura con la gloria de Dios se convierte en un mejor hombre porque estamos diseñados para vivir en la presencia de Dios. En el momento en que los hombres intentan vivir fuera de esa atmósfera santa, la muerte se apodera y reina la maldición. Lo que sea que esté pasando ahora, no es nada comparado con la Gloria de Dios que se revelará en usted. (Romanos 8:18)
Entonces, no importa cuánto intente empujar a Dios por el mundo, sabe en el fondo de su corazón que está mal. Es hora de tomar una decisión. La esencia del pecado no es que queramos cosas malas, sino que queremos demasiado las cosas, sin importar lo que cuesten. A menudo, lo que parecen ser nuestros deseos más profundos son en realidad nuestros deseos más ruidosos. Para descubrir su verdadero deseo, observe en qué pasa el tiempo pensando cuando nadie lo observa. Aprenda a escuchar el corazón de Dios que está en Su Palabra y haga Su voluntad. Porque, "... este mundo y sus deseos pasan, pero el que hace la voluntad de Dios, vive para siempre" (1 Juan 2:17).
A veces, hay cosas realmente complicadas en la vida que nadie puede ayudarle a decidir, excepto Dios. Así que deshágase de la idea de que no lo necesita. Dios no quiere ser solo su Padre. También quiere ser su mejor amigo. Dígale sus pensamientos, secretos, preocupaciones, temores, etc. No solo es un gran oyente, sino también el mejor consejero, consolador y sanador. Por lo tanto, todos necesitamos a alguien en quien podamos confiar, recibir oración y consejo, para ser consolado. Sin embargo, el verdadero consuelo proviene de conocer a Jesús.
Cuando está dispuesto a entregarle todas las facetas de su vida a ÉL, comienzan a manifestarse mayores posibilidades en su experiencia diaria. Sea todo dentro o salga todo. No hay a medias. Las cosas no mejorarán hasta que deje de negar la verdad “Jesús es el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie viene al Padre sino por él" (Juan 14: 6).
Solo tiene que creer con todo su corazón que Dios es capaz y vivir en esa confianza sin importar cuán oscuro y pesado parezca, descanse en la plena seguridad de que Él le librará. Hay una tremenda liberación de preocupaciones y cargas cuando se lleva todo a Dios en oración. “¡Echa tus cargas sobre el Señor, y él te sustentará...! (Salmo 55: 4)
No permita que sus preocupaciones sobre el mañana afecten su relación con él. Se le puede confiar al mismo Dios que creó la vida en usted. Incluso la Biblia ni una sola vez dice, "figúratelo". Pero, una y otra vez dice, "Confía en Dios". Él es definitivamente el que le restablecerá y restaurará, levantándole y colocándole sobre la roca y estableciendo su camino.
Lo mejor es que no importa cuánto tiempo haya viajado en la dirección equivocada, siempre puede regresar. Su vida nunca será medida por uno o dos eventos, pero será medida por la gracia. Entonces, deje de castigarse por un error que cualquiera puede cometer. Porque nunca tiene la razón siempre, ni siempre está equivocado. Simplemente no mire atrás cuando sepa que no debe hacerlo, no se estrese por cosas sin importancia y no se preocupe por cosas fuera de su control. Dios tiene algo mejor que no puede ver completamente en este momento.
Tome la decisión de arrepentirse. Dado que el