Uñas
Las uñas son estructuras especializadas, derivadas de la piel, que se localizan en la superficie anterior de la falange distal de los dedos de manos y pies. Están formadas por queratina (proteína fibrosa) de células muertas originadas a partir de la estructura vital llamada matriz ungueal de la cual solo se aprecia su porción mas distal llamada lúnula.
Las uñas tienen como función la protección de la punta de los dedos, agarre, raspado y rascado; siempre han sido objeto de atracción y su mantenimiento contribuye a la buena presentación de las personas. Últimamente es un objeto de decoración y manifestación artística (figura 1-15).
Se debe evaluar:
•Forma.
•Aspecto y textura.
•Resistencia.
•Crecimiento.
•Color.
Figura 1-15. Anatomía de la uña.
Normalmente son de superficie convexa, lisa y transparente dejándonos observar el color rosado dado por la vascularización del lecho ungueal, dato que permite tener una idea del estado circulatorio periférico mediante el llenado capilar (ver capítulo de sistema vascular) y sospechar anemia por la palidez que se transluce o disminución en la saturación de oxígeno en sangre (disminución de la oxigenación) por su coloración azulada (cianosis). El color es uniforme y en su base se aprecia la lúnula de color blanquecino, bien delimitada del resto, como expresión de su núcleo de crecimiento. Son duras y de consistencia elástica y crecen constantemente a una velocidad de 0,5 mm por semana.
Conclusión
Este capítulo debe llamar la atención acerca de la importancia de desarrollar y aguzar el sentido de la observación siempre con la mente dispuesta a realizar asociaciones entre los distintos hallazgos detectados en el primer contacto con el paciente. No debemos pasar por alto reconocer que una enfermedad, con mayor o menor intensidad, impacta muchas partes del organismo; esto quiere decir que sus manifestaciones, o dicho de otra manera, nuestros hallazgos del examen, no son piezas aisladas y es nuestro reto armar el rompecabezas para que todo tenga sentido.
Un paciente que entra a su consultorio y se moviliza con cierta dificultad, se fatiga fácil y tiende a estar sentado, saluda con voz débil, está un tanto distraído, que a simple vista su piel es de aspecto pálido, cuyo lecho ungueal ha perdido su color rosado normal, tiene una frecuencia cardíaca aumentada y la presión arterial aunque normal en reposo, tiende a disminuir al más mínimo esfuerzo, incluso al levantarse, ante todo debe ser catalogado como una persona enferma, no está sana. Acto seguido, todo se puede conectar por una anemia por pérdida crónica de sangre que le limita significativamente el transporte del oxígeno a sus tejidos y exige de su sistema cardiocirculatorio el máximo trabajo para surtir las necesidades celulares de ese vital elemento orgánico. Este es solo un ejemplo de cómo lo aprendido en este capítulo rendirá diagnósticos muy reconfortantes para usted y sus pacientes en el futuro cercano.
Esfuércese por ser mejor observador cada vez que tenga un paciente enfrente suyo.
Capítulo 2. Presión arterial
La hipertensión arterial (tensión arterial alta) es el factor de riesgo más importante para enfermedad coronaria (de la circulación del corazón). Según la OMS y la OPS (Organización Mundial de la Salud, Organización Panamericana de la Salud) es el principal factor de riesgo para presentar y morir de un evento isquémico cardiovascular (infarto de miocardio) y es la segunda causa de incapacidad a nivel mundial. Según la misma OMS, la hipertensión arterial afecta 1.000 millones de personas a nivel mundial y 9 millones mueren cada año a causa de ella. Entonces se entiende claramente la trascendencia de detectar precozmente este estado máxime que existe un tratamiento eficaz que controlará tal riesgo. Adicionalmente no olvide que el sobrepeso y la obesidad están en la base de este trastorno y que los hábitos de alimentación son el factor de riesgo prevenible más importante que usted tiene a la mano para controlar y prevenir este problema. Se había victimizado a las grasas de la arteriosclerosis, pero hoy se sabe que las grasas buenas (aceites de oliva, coco y aguacate) son indispensables y que el malo de la película son los carbohidratos procesados y el azúcar. El tratamiento nutricional como nunca antes, se erige como la principal arma contra esta enfermedad. Señor estudiante, no se justifica que usted que empieza en estas lides de la Medicina, el día de mañana no tome la presión arterial a todos sus pacientes. Solo el diagnóstico precoz será verdaderamente efectivo porque de lo que se trata es de preservar intacta la función de los órganos blanco: corazón, cerebro, riñones, antes que se deterioren estos y el tratamiento ya no sea eficaz.
El diagnóstico se realiza mediante un procedimiento sumamente sencillo y barato, la toma de la presión arterial, procedimiento que aprenderemos en esta sección.
Definición de hipertensión arterial
La presión arterial (PA) es la fuerza variable que ejerce la sangre por unidad de área de la pared arterial durante todo el ciclo cardíaco (figura 2-1). Todos los eventos presores que ocurren dentro de las arterias no son constantes, por el contrario, existe un continuo de variación de la presión que se repite cíclicamente con cada latido cardíaco; lo importante es entender que esta presión que varía permanentemente, lo hace dentro de unos límites que son los que sirven para definir la presión arterial; son los límites sistólico y diastólico que estudiaremos más adelante. A esta presión se la conoce también como tensión arterial.
Cuando esta presión se aumenta por encima de los parámetros normales y por largos periodos de tiempo se entiende el riesgo de deterioro de la pared arterial con las consecuencias de este daño.
Figura 2-1. Presión dentro de las arterias.
Aparato de medición
La presión arterial puede medirse de modo directo mediante un catéter ubicado por punción, más frecuentemente en la arteria radial y conectado a un equipo transductor electrónico que la presenta en forma digital. Es la técnica más precisa y muestra la enorme variabilidad de la presión arterial durante el día; se usa en pacientes críticos en unidades de cuidado intensivo e intraoperatoriamente cuando se requiera un monitorización permanente de las cifras tensionales. Se toma también de modo indirecto, un poco menos exacto, pero muy práctico y de uso corriente, mediante el uso del tensiómetro que se describe a continuación.
Para la medición de la presión arterial se utiliza el tensiómetro o esfigmomanómetro (sphigmo = pulso; manos = presión; metros = medición), diseñado originalmente como un equipo de columna de mercurio por el italiano Scipione Riva-Rocci en 1896. Actualmente el tensiómetro consta de (figura 2-2):