La palabra emprender viene del latín inprenděre, que significa tomar con la mano, enganchar, aferrar. Si realizamos una búsqueda en internet, la mayoría de los resultados concuerdan que la palabra francesa entrepreneur, que desde principios del siglo XVI hacía referencia a los aventureros, los que realizaban expediciones; a principios del siglo XVIII el término se extendió a los constructores, para después así llamar a los que iniciaban una empresa.
El emprendimiento tiene muchas variantes de significado según los países y regiones en donde se realice, depende mucho de la “necesidad sentida” para otorgar una solución, un satisfactor; mas todos concuerdan en la generación de valor, de algo valioso por medio de un producto o servicio a los clientes, siendo éstos los que pagan por obtenerlo con impactos diferentes en la sociedad, cultura, naturaleza, etcétera.
Existen diferentes tipos de emprendimiento: científicos, tecnológicos, sociales, ambientales, culturales, tradicionales, digitales, por mencionar algunos, sin excluir o hacer coincidir de manera forzada cualquier emprendimiento con estas categorías, sino con el objetivo de acercarse a las bases, consecuencias, herramientas e impactos de los que se puede servir el emprendimiento para transformarse en realidad.
1 Ivonne Vargas Hernández. Desempleo aqueja al 40% de egresados. CNN Expansión. Consultado el 18 de diciembre de 2015: http://www.cnnexpansion.com/mi-carrera/2013/04/15/desempleo-predomina-en-profesionistas
¿Qué te hace valioso?
Sólo existe una razón buena y legítima
para empezar un negocio: cambiar al mundo.
Phil Libin
En el emprendimiento es importante descubrirnos, detectar para lo que somos buenos, lo que nos gusta, lo que nos apasiona, así como lo contrario. Una empresa se crea con un objetivo específico, tiene un porqué para existir y un compromiso con su “misión”. A diferencia de las empresas, las personas, con base en la experimentación, fallos, experiencias, emociones, personalidad, cultura y decisiones, construyen su camino y descubren su misión en el proceso de su vida, no al inicio. Pero ambos contextos son similares, tanto las personas como las empresas pueden cambiar su misión con el tiempo, con el objetivo de sobrevivir, crecer, mejorar o buscar plenitud.
Una empresa que no conozca sus puntos fuertes y débiles no puede tomar las oportunidades que le aparezcan ni afrontar las amenazas; de igual manera, es necesario el proceso de autoconocimiento para las personas, pues la empresa en su inicio y supervivencia es un fuerte reflejo de la personalidad de sus fundadores, con todas las ventajas y desventajas que eso representa.
Lo que nos da más experiencia y aprendizaje para conocernos a nosotros mismos es el fallo, el error, el fracaso, pues en ese momento la persona enfrenta las situaciones adversas cuando rompe sus límites, aprende, cree que es capaz y obtiene experiencias del error, la angustia y el temor, aun si fracasa. La experiencia obtenida le da a la persona capacidad para enfrentar retos, crecer en habilidades y clarificar miedos en los que después puede negociar, hacer a un lado o convivir con ellos. El emprendedor que experimenta más a su favor, aun a pesar del temor y el juicio negativo de los demás, que falla más y que aprende más, se conoce más, crece más, sabrá distinguir qué es lo que lo hace valioso para sí mismo, para los demás, y se acercará más a saborear la gratificante y sencilla plenitud del ser.
A manera de autoconocimiento proponemos los siguientes escenarios y preguntas para que las respondas, busques conocerte y comprenderte más, pues con base en nuestra experiencia, los jóvenes y adolescentes se conocen más cuando se comunican, cuando ellos mismos se escuchan y leen su “sentir”.
▶ ¿Qué actividades hacen que seas más creativo?
▶ ¿Qué trabajo harías el resto de tu vida sin cobrar?
▶ ¿En qué actividades se te va el tiempo sin que lo notes?
▶ ¿Sobre qué lees mucho, qué te agrada de eso?
▶ ¿En qué actividades destacas en tu grupo, en clase, con amigos?
▶ ¿Cómo te ves en 10 años?
▶ En ese futuro, ¿qué imaginas en lo laboral, ¿qué estás haciendo? (detalla lo más posible el escenario, las actividades, las personas a tu alrededor).
▶ Describe qué te gusta de lo que estás haciendo.
▶ Describe lo que no te gusta de lo que estás haciendo.
▶ ¿Qué actividades son urgentes? ¿Te gusta hacerlas?
▶ Del escenario laboral que te estás imaginando, ¿qué te gustaría hacer no importando el tiempo o si es mucho trabajo?
▶ ¿Te imaginas el peor día de tu vida (sí, que pase todo lo peor en ese día) realizando esa actividad?
Al hacer este tipo de simulaciones encontrarás pensamientos y sentimientos que te agradan y desagradan con respecto a situaciones de la vida real. En conjunto, identificar tales sentimientos y pensamientos te da “patrones” o puntos, que al reunirlos van formando un esquema que te va indicando qué te gusta y qué no, para qué eres bueno y para qué no lo eres. Estamos conscientes de que dicha simulación es un proceso que cambia de acuerdo con la edad y experiencia, modificando gustos y habilidades. Pero el propósito de nuestra guía es fomentar el emprendimiento para jóvenes y adolescentes e ir forjando habilidades, conocimientos y actitudes del ser emprendedor, un desarrollo humano emprendedor que te motive a crecer como persona en el futuro.
Estamos conscientes de que mientras más experiencias tengas, tomes más oportunidades a tu beneficio, te arriesgues con medida y aprendas más, lograrás definir y vivir tu rumbo en la vida hacia un mayor impacto y con el menor riesgo. Continuemos con el ejercicio.
▶ ¿Lo que hago es lo que quiero? ¿Me acerca a lo que quiero?
▶ ¿Qué me falta aprender para lograrlo concretamente?
▶ ¿Qué actividades voy a incluir en mi rutina diaria para lograrlo?
Luego de este ejercicio de introspección y reflexión hacia el autoconocimiento, vamos a elaborar el FODA personal que se compone de fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas.
Apunta todas tus fortalezas para vivir y que tienes actualmente; te proponemos algunos ejemplos.
Fortalezas
▶ Soy curioso.
▶ Analizo las situaciones.
▶ Tengo el cariño y apoyo de mi familia.
Debilidades
▶ No entrego las tareas a tiempo.
▶ No organizo mis actividades.
▶ No sé escoger una pareja.
Las oportunidades son a futuro; con base en tus fortalezas, se van formando las posibles oportunidades.
Oportunidades
▶ Integrarme a algún equipo de concurso en mi escuela ya sea de deporte o proyecto específico (consecuencia de las fortalezas reconocidas).
▶ Conocer personas, relacionarme, tomar clases de música, ajedrez, etc.
▶ Adquirir experiencia laboral.
Las amenazas son a futuro también y se basan en tus presentes debilidades.
Amenazas