Desde sus comienzos, la fotografía de arquitectura ha sido una de las preferencias de los fotógrafos de Xpression International y les han encargado muchos trabajos en ese campo; por ello, fue una consecuencia lógica aplicar todos sus conocimientos y experiencia en esa especialidad a sus reportajes de boda. En esta fotografía han capturado la emoción de la entrada de la novia con el padre pero también han recogido la impresionante bóveda de la basílica de San Juan de Dios en Granada.
15 mm f/2,8, ISO 3200, f/3,2, 1/80 segundos.
Revise sus mejores fotografías realizadas hasta la fecha, busque identificar en ellas algunas pistas que le puedan guiar en el desarrollo de su propio estilo. Si posee gran cantidad de imágenes donde se acerca mucho a sus personajes, recogiendo sus gestos y expresiones, probablemente se sentirá cómodo aplicando el estilo fotoperiodístico a sus reportajes de boda. En caso de tener un buen conjunto de trabajos con modelos y empresas de moda, busque aplicar esa experiencia a sus reportajes de boda con una forma más cercana al retrato creativo. Si en cambio se encuentra con imágenes de arquitectura y paisajes muy elaborados, posiblemente un estilo más tradicional y pausado, donde todo está más controlado, se adapte mejor a usted. Una vez escogido su punto de partida, a medida que realice más bodas, su estilo se irá definiendo cada vez con mayor claridad.
No les diga a sus clientes que puede ofrecerles cualquier tipo de reportaje de boda. En primer lugar porque no podrá cumplirlo, les creará frustración a ellos y a usted, haciendo que en poco tiempo su reputación pueda caer por los suelos. Cualquier estilo exige realizar un buen número de bodas para dominarlo, por lo que será mejor que concentre todo su esfuerzo en mejorar su técnica y lograr que, con la práctica, sus reportajes sean cada vez fluidos. Además, si logra dominar un estilo y añadirle su sello personal, habrá logrado posicionarse de forma diferente frente a los competidores, lo que redundará en una mayor facilidad para promocionarse y hacer que sean las propias parejas las que lo busquen.
Sobre todo piense que no hay un estilo mejor que otro a la hora de realizar el reportaje de una boda. Hay parejas para todo tipos de estilos fotográficos. Lo importante para ellos es que usted, como profesional, pueda garantizarles que el reportaje de ese día único será similar en calidad a los que pueda haberles mostrado en su porfolio.
Atención a las prioridades de las parejas
Aunque le contraten a usted por su estilo creativo y original, asegúrese de hablar con la pareja sobre todas las fotografías que ellos consideran importantes para que pueda garantizarles su cobertura. En algunas ocasiones los novios pueden dar por asumido que, además de sus fotografías con un estilo más personal y artístico, usted realizará la cobertura de toda la ceremonia y de los grupos. Especifique claramente todos esos puntos en el contrato y pídales a la pareja que lo revise con atención, anotando explícitamente las ceremonias y los grupos que desean incluir en el reportaje.
Además, solicíteles que mencionen a aquellos familiares y amigos especiales para los novios. Piense que si usted no concreta que la mejor amiga de la novia es aquella chica extranjera, tímida, que fue su compañera de curso en Inglaterra, resultará muy probable que no aparezca en ninguna imagen con la consecuente frustración de la novia.
Analice buenas fotografías de boda… y de otras especialidades fotográficas
Seleccione un pequeño número de imágenes de sus fotógrafos favoritos —no sólo de boda, sino también de moda, publicidad u otras especialidades fotográficas— y analícelas en profundidad. Si puede le aconsejo que las imprima o que las consulte en un libro, para poder apreciarlas más tranquilamente; pues desgraciadamente en la era Internet no nos detenemos lo suficiente a observar las fotografías relajadamente, ya que exploramos las galerías y páginas web a toda velocidad. Sobre cada una de ellas analice qué le ha motivado a elegirla, qué iluminación ha usado, cómo está compuesta la imagen, etc. A menudo realizo el ejercicio de pedir a mis alumnos que escojan una de sus fotografías favoritas y se concentren en mirarla sin distracciones durante al menos diez minutos. Mientras tanto deben escribir lo que la imagen les va sugiriendo, qué cosas nuevas ven en ella, que aspectos técnicos o compositivos aprecian, etc. Normalmente después de los dos primeros minutos les resulta difícil continuar el ejercicio; sin embargo, si mantienen su atención pasado este punto, suele ocurrir que empiezan a entusiasmarse al apreciar muchas cosas que se les había pasado por alto. ¡Pruebe a hacerlo con algunas de sus imágenes favoritas; seguro que descubrirá muchas de sus claves ocultas a primera vista!
Evite los ‘efectos de moda’
Sus clientes desean un álbum que sea atractivo para ellos, para sus hijos y para sus nietos. Si aplica algún efecto que pueda ser popular ahora, debería considerar cómo puede apreciarse dentro de unos años. ¿Recuerda la moda de convertir a blanco y negro toda la fotografía excepto una pequeña zona en color? ¿O los novios reflejados en todo tipo de objetos? ¿O, yendo aún más atrás en el tiempo, aquellas fotografías con mucho flou (desenfoque suave) y grano de la época hippie en la década de 1970? Todos recordamos técnicas aplicadas a la fotografía de boda que a día de hoy se aprecian como caducadas. Evidentemente las fotografías que realice cualquier fotógrafo van a ser herederas de la técnica actual y de las influencias del arte, la cultura y la sociedad que haya recibido y siga recibiendo. Sin embargo, una cosa es que su fotografía tenga una apariencia contemporánea y otra es que busque todo tipo de efectos para conseguir artificialmente dotar de un aire de modernidad a sus fotografías. Si aplica efectos en la toma y/o en el procesado, recuerde que debe aplicarlos de forma discreta, para que el protagonismo en sus reportajes de bodas lo sigan teniendo los personajes de sus fotografías y las historias que ocurren ese día.
La inspiración como punto de partida, no para copiar directamente
Busque en otros fotógrafos y artistas algún elemento que le sirva como base para empezar a crear sus propias imágenes. No pretenda copiar aquella fotografía de boda que le pareció lo máximo, porque en el mejor de los casos sólo conseguirá una copia mala. Piense que esa imagen es el resultado de muchos factores e incluso si lleva a la pareja al mismo lugar, los ilumina de forma parecida, dispara con el mismo objetivo… habrá factores que le resultarán imposibles de clonar: sus protagonistas, sus personalidades y las reacciones a sus indicaciones y, en general, su forma de interactuar con ellos. Elija algún elemento inspirador de esas fotografías favoritas —la suavidad de la luz, las composiciones en diagonal, las sombras interesantes proyectadas o cualquier otro— y busque aplicarlo, no copiarlo, en sus próximos reportajes.
Exprima su equipo en días de experimentación, no en las bodas
En días que no tenga reportaje de boda, seleccione algún elemento de su técnica —puede ser un objetivo o una nueva ventana para su flash— aplíquelo de varias formas a diferentes sujetos, usando todas las posibilidades que le ofrecen las variaciones de ese elemento. Si por ejemplo elige un objetivo, un día puede disparar todas las fotografías con los diafragmas más abiertos que le permita dicho objetivo, otro día puede buscar sobreexponer algunas zonas de los fondos, otro a desenfocar mucho algún primer plano