[9] Al respecto vid. ALONSO MORAL, Roberto. “La producción de escultura en barro del Manierismo al primer Naturalismo: Gaspar Núñez Delgado y los hermanos García”. En: GILA MEDINA, Lázaro (coor.). La escultura del primer naturalismo en Andalucía e Hispanoamérica (1580-1625). Madrid: Arco/Libros, 2010, pp. 333-354.
[10] Analizado en OROZCO DÍAZ, Emilio. “La estética de Montañés y su formación granadina (Propósito y conclusión)”. En: Martínez Montañés (1568-1649) y la escultura andaluza de su tiempo. Madrid: Dirección General de Bellas Artes, 1972.
[11] LÓPEZ-GUADALUPE MUÑOZ, Juan Jesús. “Un nuevo Ecce-Homo de los hermanos García en las Descalzas Reales de Madrid”. En: Diálogos de arte. Homenaje al profesor Domingo Sánchez-Mesa Martín. Granada: Universidades de Granada, Málaga, Almería y Jaén, 2014, pp. 175-188.
[12] LÓPEZ-GUADALUPE MUÑOZ, Juan Jesús. “Sacra Natura. A propósito del Crucificado de los Hermanos García de la Sacristía Mayor de la Catedral de Granada”. Cuadernos de Arte de la Universidad de Granada, 40 (2009), pp. 83-97.
[13] ROMERO TORRES, José Luis. “Los Hermanos García. Sculptors, painters and brothers in Sixteenth-Century Granada. An examination of their work and the shift towards naturalism in Andalusian baroque sculpture”. En: The Mystery of Faith. An Eye on Spanish Sculpture, 1550-1750. Londres: The Matthiesen Gallery y Galería Coll & Cortés, 2009, pp. 53-61.
[14] Sentadas las bases del perfil de Alonso de Mena por GALLEGO BURÍN, Antonio. Un contemporáneo de Martínez Montañés. El escultor Alonso de Mena y Escalante. Sevilla: Ayuntamiento, 1952, ha sido objeto redundante de atención, con una revisión reciente que aporta interesantes novedades en GILA MEDINA, Lázaro. “Alonso de Mena y Escalante (1587-1646). Escultor, ensamblador y arquitecto: nueva aproximación biográfica y nuevas obras”. En: GILA MEDINA, Lázaro (coord.). La consolidación del Barroco en la escultura andaluza e hispanoamericana. Granada: Universidad, 2013, pp. 17-82. Nuevos análisis y atribuciones ofrece también LEÓN COLOMA, Miguel Ángel. “Alonso de Mena, ministro del cielo”. En: Diálogos de arte. Homenaje al profesor Domingo Sánchez-Mesa Martín. Granada: Universidades de Granada, Málaga, Almería y Jaén, 2014, pp. 342-360.
[15] Prolijo relato de este episodio de mecenazgo en San Cecilio, Fr. Pedro de. Annales de la Orden de Descalzos de Nuestra Señora de la Merced. Barcelona: por Dionisio Hidalgo, 1669, p. 1018.
[16] Sobre esta interacción entre modelos pictóricos y esculturas se amplían los comentarios en LÓPEZ-GUADALUPE MUÑOZ, Juan Jesús. “Ut sculptura pictura. La integración de las artes plásticas en el primer barroco granadino”. En: CRUZ CABRERA, José Policarpo (ed.). Arte y cultura en la Granada renacentista y barroca: la construcción de una imagen clasicista. Granada: Universidad y Patronato de la Alhambra y el Generalife, 2014, pp. 395-433.
[17] En la cara interna de la pieza que cierra la espalda está firmado a punzón “Mena”. Agradezco a D. José Luis Aranzana, el restaurador que intervino esta imagen, el facilitarme imágenes de ella.
[18] Esta imagen en su contexto iconográfico en LÓPEZ-GUADALUPE MUÑOZ, Juan Jesús. Imágenes elocuentes. Estudios sobre patrimonio escultórico. Granada: Atrio, 22013, p. 101. Su cabeza pesada, de gruesa corona de espinas, se encuentra claramente influenciada por los modelos de los hermanos García.
[19] Sus tipos se acercan igualmente a los de Juan de Mesa, lanzando hipótesis explicativas al respecto VILLAR MOVELLÁN, Alberto. “Juan de Mesa y Alonso de Mena: enigmas e influencias”. Apotheca. Revista del departamento de Historia del Arte (Córdoba), 3 (1983), pp. 101-140 y VILLAR MOVELLÁN, Alberto. “Alonso de Mena, nexo de las escuelas andaluzas”. En: Simposio Nacional ‘Pedro de Mena y su época’. Málaga: Junta de Andalucía, ١٩٩٠, pp. ٣٤١-٣٦٠.
[20] GÓMEZ-MORENO CALERA, José Manuel. “Objeto y símbolo: a propósito del monumento del Triunfo de Granada”. Boletín de la Real Academia de Bellas Artes de Granada, 2 (1991), pp. 147-177 y “La ornamentación arquitectónica granadina en la primera mitad del siglo XVII: Alonso de Mena arquitecto, retablista y decorador”. En: GILA MEDINA, Lázaro (coord.). La consolidación del Barroco en la escultura andaluza e hispanoamericana. Granada: Universidad, 2013, pp. 131-140.
[21] Las Inmaculadas de Sánchez Cotán comparten este corte en el vestir, además de ofrecer un modelo compositivo cercano, sobre el que debió operar también Alonso de Mena.
[22] La secuencia iconográfica se completaba en el desaparecido Cristo recogiendo las vestiduras después de la Flagelación, de la iglesia de la Consolación de Alcalá la Real (Jaén).
[23] Lo donaría al convento de Agustinos Descalzos de Madrid, con una curiosa historia devocional, pasando finalmente a la citada parroquia de San José (vid. DÍAZ MORENO, Félix. “El Cristo del Desamparo y Fray Lorenzo de San Nicolás. Encuentros y avatares de una devoción”. Anales del Instituto de Estudios Madrileños, 44 (2004), pp. 445-470).
[24] Pueden citarse el Cristo de la Victoria de la catedral de Málaga, el Cristo de los Parrillas de la parroquia de la Asunción de Priego, el del convento de San Bernardo de Granada, el de la ermita de San Marcos de Carcabuey e incluso alguna versión pétrea como el que remata la cruz frente a la ermita del Santo Sepulcro del Sacromonte (1637).
[25] Otro conservado en la clausura del convento granadino de San Antón me parece también de su órbita.
[26] El hecho de que el fundador san Pedro Nolasco, canonizado en 1628, aparezca en esta bóveda aún como beato invita a datarla antes de esa fecha, si bien la fábrica de la escalera no termina en lo esencial hasta 1633.
[27] La junta de gobierno del hospital eligió expresamente a Mena a pesar de no ser la mejor oferta en la contratación de su portada.
[28] Entre sus clientes se encuentran el citado don Juan Ramírez Freile de Arellano, corregidor en Granada, don García Bravo de Acuña, que ocupa el mismo cargo, el caballero trujillano don Gabriel Pizarro Hinojosa, que fue inquisidor en Granada, y el señor de Quer, don Martín Íñiguez, que debió de entrar en contacto con Mena a través del primero. Cabe sospechar ciertas dotes en nuestro artista para las habilidades sociales, lo que le granjeó un circuito de importantes relaciones.
[29] Esta etapa inicial de Roldán sigue siendo poco conocida y, en consecuencia, poco valorada, como pone de manifiesto la más reciente