De acusados a acusadores. Sebastián Hincapié Rojas. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Sebastián Hincapié Rojas
Издательство: Bookwire
Серия:
Жанр произведения: Социология
Год издания: 0
isbn: 9789585596399
Скачать книгу
y a una eterna, y aún inacabada, discusión sobre su precisión conceptual. De hecho, las dificultades presentadas alrededor de una definición conceptual precisa le valieron el apelativo del vocablo que más dificultades ha provocado en las ciencias sociales.27

      La categoría de tradiciones culturales se referirá de manera mucho más precisa al conjunto de fuentes, autores y estudios que tanto militares como detenidos políticos tenían como referencia para sus reflexiones, bien sea por los estudios desarrollados (cursos de formación, escuelas militares, etc.) o porque los conceptos emergían en las publicaciones periódicas o, incluso, en el juicio mismo. Si se quiere, el primer elemento de referencia es un componente teórico; asimismo, indica una relación en la que los sujetos dialogan con autores, personajes o momentos representativos de la historia, este diálogo les permite situarse dentro de una tradición a la que apelan para sostener la continuidad de sus ideas en el presente y respaldarlas con el pasado. Un ejemplo de ello son las intervenciones realizadas por guerrilleros del M-19 que fueron juzgados en un cgv que sesionó entre 1979 y 1982, los cuales hicieron constantes alusiones a Marx, a una sociedad de clases y a unos imperativos de lucha; estos planteamientos aparecieron como elementos de reflexión sobre la realidad, pero también como justificaciones de las acciones políticas, de la defensa de la lucha armada y de su condición de rebeldes. Sin embargo, esto no les impedía reconocer la legislación liberal y acordar con los abogados una defensa donde consiguieran la imputación del cargo de rebelión. Por su parte los principios éticos se refieren a parámetros normativos de comportamiento que se amplían o restringen de acuerdo a la necesidad de la acción, que en ocasiones conlleva el riesgo de convertir las acciones en un pragmatismo desaforado o en un inmovilismo inerte y corresponden a un conjunto de ideas sobre lo que debería ser la acción en congruencia con lo que debería ser el mundo. Estos dos elementos hacen parte del conjunto de ideas y creencias acerca del mundo. Ambas categorías están orientadas a comprender la forma en que los sujetos se relacionan con una tradición de pensamiento.

      Pero esas ideas sobre el mundo responden a unos intereses de un grupo o clase particular, por lo que las estrategias políticas se plantean procedimientos que estén en sintonía con los intereses que pretenden alcanzar; por ejemplo en el campo estatal la realización de los consejos de guerra pudo ser vista por las élites políticas como una estrategia para detener los movimientos de protesta; mientras que para los militares la imputación de múltiples delitos y el desconocimiento del delito político pudo ser una estrategia para diezmar y eliminar políticamente a las organizaciones sociales y político-militares; por su parte los presos y los abogados utilizaron la defensa de ruptura como una estrategia que posibilitaba reconocerse como rebeldes ante los militares, a la vez que servía de vitrina propagandística para la organización. Los objetivos podían estar en congruencia con estas estrategias, para los militares, por ejemplo, el fin político de mantener el orden pasaba por la estrategia de eliminación política del enemigo “subversivo”. Finalmente, las prácticas simbólicas hacen referencia a todo el conjunto de acciones que son orientadas por la ideología, desde la imputación de cargos a los presos hasta las protestas de estos últimos, en las cuales portaban banderas, escudos o uniformes. Si bien en la práctica todos estos elementos aparecen conjugados, considero que se pueden abstraer para obtener una comprensión mucho más analítica de las diferentes relaciones que se establecen entre ellas.

      Otro hilo conductor del trabajo es que en un contexto de guerra como el vivido en Colombia las ideologías orientaron las acciones desarrolladas en los cgv a partir de tres categorías fundamentales: política, guerra y enemigo. Es decir, tanto teorías, como principios éticos, estrategias, objetivos y prácticas se expresaron teniendo como punto de referencia estos tres conceptos, lo que hace que buena parte de las acciones solo puedan ser explicadas gracias al conflicto armado interno y a las tensiones de la guerra fría.

      En resumen, si bien la ideología pone de relieve un campo poco explorado, ésta solo puede ser entendida con referencia al estado de excepción y al delito político, pues los prisioneros y los militares no solo se relacionaban entre sí, también se relacionaban con una estructura social que limitaba, legitimaba u orientaba sus acciones.