Izquierda: Imagen de prueba, impresa y pintada con acuarela. Finalmente, se descartó.
Abajo: ©Rojo Sache, Imágenes finales del proyecto Trasures, 2015-2017.
Algunos artistas crean sus trabajos a partir de las fotos de otras personas, es lo que llamamos proyectos de apropiación. Puede ser que intervengamos copias antiguas o que construyamos nuevas imágenes empleando fotografías ajenas, por ejemplo, a modo de collage. Es habitual que en este modelo no se lleve a cabo la toma fotográfica pues se parte de un material ya creado aunque algunos autores integran las imágenes de otros en sus propias capturas o las incluyen, acompañando a sus propias imágenes, como parte del proyecto. Podrían mantener el siguiente orden de trabajo:
•Idea o tema
•Imágenes de otros
•Investigación
•Experimentación
•Concreción del proyecto
•Edición
•Intervención de la copia / Manipulación
•Formato de presentación final
Podemos partir de unas fotografías realizadas por otros y de ahí encontrar nuestra idea o, lo contrario, comenzar con una idea y buscar las fotografías con las que queremos trabajar para representarla. La investigación y la experimentación pueden ser significativas o no, dependiendo del tipo de proyecto. Cobra importancia la intervención o la manipulación de la copia ajena como clave en la construcción de nuevos significados. Encontraremos dos ediciones, una en la que elegiremos las fotografías de otros que utilizaremos, previa a la intervención de las copias, y otra posterior, en la que seleccionaremos el conjunto final de obras que conformará nuestro proyecto.
Ejemplo de proyecto de apropiación: Maite Ortega y su trabajo ‘Recuerdos orgánicos’
Maite Ortega desarrolla sus proyectos mediante la intervención de fotografías antiguas a través del bordado. En su serie, Recuerdos orgánicos, busca destacar órganos de sus familiares con la intención de revivir el pasado o dar importancia a esas personas en el presente.
Interconexión de los modelos de proyecto
No es mi intención, al definir estos cinco modelos de proyecto, intentar encasillar a los autores en cada uno de ellos. Más bien, se trata de buscar lugares comunes en los que establecer una cierta dirección que seguir para aquellos que puedan sentirse perdidos. Es conveniente que el lector tome esta clasificación como una sugerencia y no se sienta obligado a pasar por todas las fases de proyecto propuestas en cada modelo.
Todos los modelos son adaptables y se pueden mezclar entre sí para la obtención de nuevas variantes: puede haber un trabajo emocional con una fuerte investigación, uno visual en el que la experimentación sea importante o uno de apropiación en el que también se produzca toma fotográfica, como sucede, por ejemplo, en la refotografía. Ésta se centra en volver a fotografiar algo que ya fue registrado por otra persona, desde el mismo lugar, pasado cierto tiempo, para generar un diálogo entre la fotografía antigua y la actual, haciendo que el matiz histórico a menudo, resulte crucial.
Jose Luis Encabo desarrolla en De 0 a 10, un interesante trabajo de refotografía en el que recupera instantáneas de su niñez y las sitúa junto a imágenes de esos mismos lugares tomadas por él en la actualidad. A pesar de la transformación radical que ha sufrido su barrio, este encuentro entre pasado y presente le permite recordar las vivencias de la que fue su época más feliz: sus primeros 10 años de vida.
Es importante entender que existen tantos modelos como proyectos y que lo que estas cinco propuestas pretenden es englobar a todas aquellas que, siendo distintas, comparten unas coordenadas básicas. En ocasiones, los límites entre unas y otras, como hemos visto, también se diluyen.
Tarea propuesta 1
Elige un modelo para tu proyecto
Reflexiona sobre los cinco tipos de proyectos planteados y determina cuál se acerca más al que tienes previsto realizar. No tiene que corresponder al 100% con su descripción; los modelos están esbozados para que se puedan adaptar a las particularidades de cada trabajo o de cada autor.
Si lo que sucede es que todavía no tienes claro cómo será tu proyecto, continúa leyendo hasta que esto suceda y, entonces, regresa a esta tarea.
Estados de los proyectos
Después de llevar a cabo este trabajo de análisis y de identificar los cinco modelos de proyecto propuestos, entendí que me enfrentaba a una compleja tarea: debía poner orden a la vez que daba libertad, establecer generalidades dando cabida a las particularidades y ser tolerante con la diversidad sin perder la concisión.
Por un lado, era consciente de la necesidad de una metodología general que ayudase al fotógrafo, independientemente del modelo que éste utilizase. Por otro lado, sabía que resultaba imprescindible dar cabida a las singularidades de cada uno para no establecer, tal y como antes he mencionado, una fábrica de artistas generadores de proyectos clonados. Lo fascinante de un trabajo fotográfico es la variedad tanto en el tema elegido como en la manera de abordarlo.
También entendía que era importante aportar una estructura clara y de cierta precisión, que no se perdiera en vaguedades o ambigüedades, para que realmente resultase una herramienta útil. Mi intención no era la de descubrir la única buena manera de hacerlo, sino más bien proponer un sistema que fuera más como un medio de avance que como una verdad en sí misma, tal y como diría Jean-Claude Lemagny, una de las figuras más respetadas de la teoría fotográfica francesa.
La solución para encontrar una metodología general fue establecer una serie de lo que a partir de ahora denominaremos estados, que aprecié se repetían con mayor o menor frecuencia e importancia en los proyectos, independientemente del modelo, y que hacían de soporte o cimentaban los trabajos fotográficos. Estos estados se refieren a las diversas etapas por las que se pasa o se puede pasar en el desarrollo de un proyecto personal. Cuando hemos explicado los modelos de proyecto, en cada uno de ellos, hemos establecido un protocolo de orden de dichos estados. No obstante, esta secuencia de ejecución y relevancia puede ser variable.
Así pues, solucioné el reto de dar cabida a la particularidad de cada proyecto, al tiempo que generaba un método orientativo, permitiendo una serie de licencias para cada uno de los modelos:
•Se establece un orden temporal por el que pasar por estos estados, diferente en cada modelo de proyecto.
•Tenemos la facultad de obviar ciertos estados, según nuestras necesidades.
•Es posible otorgar un nivel mayor o menor de importancia a unos estados u otros en función, también, del tipo de proyecto elegido.
Por tanto, nuestro punto de partida respondería al esquema básico, incluido a la derecha,