El modelo de rendimiento y trabajo efectuado en un partido de fútbol se ve también influido por el estilo de juego del equipo.
Más allá de todos los sistemas tácticos empleados, por ejemplo tres o cuatro defensas, mayor o menor posesión de balón, pases largos verticales en profundidad o, por el contrario, mayores pases cortos en horizontal, marcación al hombre, mayor o menor presión, etc., lo que está claro es que un jugador o un grupo con un escaso nivel técnico o que habitualmente presenta una dificultad para una considerable posesión del balón necesita, para recuperar esa característica de mantener la posesión del balón, una actividad de mayor entrega física, con aceleraciones y contrastes, lo que fácilmente significa que debe esforzarse mucho más.
Espero encontrar una forma didáctica de describir las necesidades fisiológicas del futbolista ayudado por los conocimientos científicos, y de cómo lograrlo en los campos de entrenamiento, pero en este caso ayudado por los futbolistas mediante su dedicación y disponibilidad en cada una de las sesiones.
CAPÍTULO 1
Análisis del partido
•PORCENTAJE DEL CONSUMO MÁXIMO DE OXÍGENO (
•TIPO E INTENSIDAD DE LOS DESPLAZAMIENTOS
-POR UN DEFENSA CENTRAL
-POR UN DEFENSA LATERAL
-POR UN MEDIO CENTRO
-POR UN INTERIOR
-POR UN MEDIA PUNTA
-POR UN DELANTERO
En los deportes colectivos acíclicos e intermitentes, como es el caso del fútbol, no se podrá determinar de manera rotunda y con exactitud las cargas a que se someterán los jugadores en competición, ya que el fútbol es un deporte de situación, es decir, hechos y situaciones que lo modifican y lo califican como imprevisible, pero sí se puede conocer con precisión las cargas que han soportado una vez finalizada la competición. Como consecuencia de esto, los requerimientos fisiológicos del fútbol son mucho más complejos que los de otras disciplinas deportivas, alternando y combinando los diferentes mecanismos de producción de energía, interactuando uno sobre otro a lo largo del partido y haciéndolo también más interesante.
DIAGNÓSTICO DEL RENDIMIENTO
•ANÁLISIS DEL DEPORTE Y DEL ESFUERZO
•NIVEL FÍSICO ACTUAL E INICIAL
•OBJETIVOS A CORTO Y MEDIO PLAZO
•MÉTODOS DE ENTRENAMIENTO
•CONTROL DE ENTRENAMIENTOS Y PARTIDOS
•EVALUACIÓN Y RECTIFICACIÓN DEL ENTRENAMIENTO
En condiciones normales, estos requerimientos fisiológicos tienen una estrecha correlación con la capacidad física del jugador, que se puede dividir aproximadamente en los siguientes componentes:
1.La capacidad para realizar un ejercicio físico de tipo prolongado e intermitente muy relacionada con la capacidad aeróbica o de resistencia.
2.La capacidad para realizar un trabajo físico a alta intensidad. Muchas de las acciones que pueden influir en el resultado final se desarrollan a alta intensidad, por lo que es importante que los jugadores realicen repetidamente acciones a alta intensidad, es decir, que un jugador sea apto en su destreza técnica tanto en la parte inicial como en la parte final del encuentro.
3.La capacidad de aceleración y desarrollo de esprín.
4.La capacidad para desarrollar un elevado nivel de potencia en una acción de juego con el balón, en saltos, contrastes, aceleraciones, desaceleraciones, cambios de dirección y en todos los esfuerzos en que se comprometan las características de fuerza.
Estos requisitos funcionales, previamente enumerados como la capacidad condicional, y representados por las características del sistema cardio-circulatorio y muscular combinado con la acción del sistema nervioso, podrán determinar de forma aproximada el perfil físico del futbolista que intentaré describir con más detalle.
La carga del ejercicio de la competencia, una vez valorada, debe ser el punto de referencia a la hora de realizar la selección y los medios de entrenamiento. La competición será la que determine los objetivos y los medios del entrenamiento físico.
En el fútbol actual, la distancia media cubierta por los jugadores de alto nivel se ha calculado que es aproximadamente 11 km en un partido, a lo que corresponde una velocidad media de carrera de 7,4 km/h. Este valor, si bien es necesario e importante, no constituye una medida exclusivamente significativa del gasto energético realizado por los jugadores, pues también éstos realizan otros tipos de actividades que requieren energía como aceleraciones, cambios de dirección, frenos, saltos y contracciones musculares en actos como contrastes o entradas. Estas actividades intermitentes que comprenden la sucesión de esprines son más costosas desde el punto de vista energético y se podrían reflejar también con medidas como frecuencia cardíaca, utilización de glucógeno o la pérdida de líquidos. Basándose en estas consideraciones, se puede estimar que los futbolistas utilizan aproximadamente el 70% del
La información acerca de la estructura del desarrollo del trabajo en el partido y los factores que condicionan el resultado permitirá dirigir el entrenamiento y pronosticar los requerimientos para obtener resultados. Por eso, el análisis de la competición debe ser el punto de partida para la confección y planificación del entrenamiento en el fútbol.
Para estudiar y analizar el trabajo efectuado por cada jugador y poder evaluar así su coste energético durante un partido, se puede evaluar una serie de parámetros o indicadores tanto internos como externos. Este doble análisis de la energía mecánica restituida al exterior y del coste energético interno de la actividad permitirá