UN DÍA EN LA VIDA
Emmanuel S. Funes
AGRADECIMIENTOS
A todas las personas que se dieron el tiempo de sentarse y hablar conmigo, que compartieron sus experiencias y me aceptaron desde la mente y el alma, y no desde lo que está afuera, ¡muchas gracias! Porque sin ustedes algunos pasajes de este libro no hubieran podido ser escritos de la manera en que lo fueron.
Muchas gracias a mis amigos y mi familia. Son lo más importante que tengo.
Gracias, madre; gracias, padre, por ser parte de mi vida.
Gracias a mis guardianas, las amo con el alma.
Muchas gracias a todos los que han pasado por mi vida y me han enseñado algo, los aprecio.
Gracias a cada lector, por hacerme parte de su vida.
Gracias a todos.
PRÓLOGO
Entender la idea del diario vivir es más que despertar en la mañana y esperar que el día continúe frente a tus ojos. El diario vivir es una experiencia continua, sentada en las bases de la existencia misma y la toma de decisiones. En cada momento, verse enfrentado a mini decisiones de cualquier índole pone a prueba tus bases como individuo que vive y es parte de todo el conjunto de personas que llamamos sociedad. Un día en la vida puede tener de todo, volverte inmensamente feliz o perversamente triste en solo unos segundos, y a veces, en algunas ocasiones, durante el mismo día. Asimismo, yo humano y tú también, convivimos continuamente con cientos de pensamientos diarios, miles de cuestionamientos y dudas, recuerdos que inundan tu cabeza y así diferentes cosas que puede uno llegar a pensar. De ahí, la idea de este libro reside en la captura de esos momentos, plasmar en hojas individuales pensamientos diarios en forma de historia, cuentos y parábolas, relatos simples o complejos, extensos o cortos, con o sin utilidad. Todo volcado al poder de la mente y tu habilidad para coger algo nuevo y transformarlo en una experiencia de vida. Dejando a la mente bailar con tranquilidad, comprendiendo que las veinticuatro horas del día son una mezcla de diferentes situaciones, escenas, sensaciones y aprendizajes que pueden ser diferenciados y aprovechados; cada día es un mundo nuevo, creado por cada uno de nosotros, y es nuestra responsabilidad estar conscientes de aquello.
El objetivo de este libro no es entregar cánones de vida o sabiduría entre sus letras; su mera existencia se basa en la acción de querer escribir. Las palabras dentro de cada página reflejan a una persona con diferentes experiencias y anhelos, palabras que en su conjunto entregan un pequeño mensaje de auto entendimiento que nutrirá tu deseo de dar un paso hacia adelante y continuar caminando por el sendero de la introspección y el conocimiento. En cuanto a la forma de cómo embarcarse en esta travesía, existen diferentes maneras en las que la puedes vivenciar. Ve este libro como propio, como parte de tu vida y tu mente, parte de todo eso que día a día pasa alrededor y que, en conjunto, se traduce en tu existencia como ser humano en este planeta; te dejo abierto a leer las próximas páginas de la manera en que más desees y te acomode. Un día en la vida se compone de trescientos sesenta y cinco días, individuales, repartidos en orden, uno a la vez. Puedes comenzar desde el “día uno” en adelante, paso a paso, recorriendo cada día escrito hasta completarlos todos, durante el transcurso de un año entero; puedes leerlo a la velocidad que desees, en orden, desde el primero hasta el último, desde un inicio hasta un final, tomándote todo el tiempo que estimes necesario. El viaje es tuyo y lo construyes desde adentro hacia afuera; de igual manera, puedes leerlo de la forma en que quieras, leer cuantos días desees al azar, cuando quieras, cuantas veces quieras y dónde quieras, buscando palabras de entendimiento en el momento que estimes necesario, como una muestra de luz en ratos de necesidad. La vida se construye en cada instante, cada paso es un paso avanzado y cada pensamiento que cruza nuestra mente es una nueva enseñanza. Mira hacia atrás y ve cuánto has cambiado, siente orgullo del camino recorrido y mira con honra a la persona en que te has convertido. No temas al cambio, vive con pasión.
Disfruta del viaje, disfruta de este libro.
Para todos, desde el fondo de mi universo.
DÍA 2
¿Cuánto deseo y accionar son necesarios para que la propia mentalidad enfoque y guíe el camino diario hacia la verdadera realización?: La personal. Disyuntiva constante en el desarrollo de un individuo que busca alcanzar un estado de equilibrio y realización espiritual, emocional y, por qué no decirlo, profesional.
No es que considere ―aunque es totalmente válido― el desarrollo profesional como una de las metas que debemos alcanzar o aspirar; sin embargo, nunca debemos olvidar cómo la idea del profesionalismo y la especialización frente a un tópico en específico, nacen desde un constructo social y escapan al carácter esencial de la existencia.
La vida del ser humano es como un libro que tiene las hojas contadas, hojas que se escriben día a día basadas en nuestras decisiones y que, personalmente, no considero hayan venido a ser llenadas por páginas y páginas de rutinarios trabajos y compensaciones, en teoría justas, por entregar tu energía a entes que no son simbióticos con tu propia existencia.
Claro está que, si logras compatibilizar todos los aspectos y equilibrarlos de manera de avanzar sin tropezarte, te permites a ti alcanzar un estado de “paz” armónica entre los diferentes aspectos de tu cotidianeidad, que, si bien se ven reflejados en todo momento, deben ser mirados con atención. He puesto paz entre comillas, porque hablar de esta como si entendiéramos realmente el sentido que existe detrás de la palabra, podría calificarse como irresponsable. Me considero un fehaciente creyente de que paz significa un estado de plenitud con uno, que se alcanza al contemplar las cosas de manera distinta y nutrirse en forma diferente. No hablo de comida ―aunque una buena alimentación siempre ayuda a conservar la salud mental―, sino de nutrir los aspectos que mencionamos más arriba, los que tienen que ver con la existencia externa del plano en que todos nos encontramos viviendo, existencia en uno más conectado con el interior de nosotros mismos. Un plano que escapa de toda regla actualmente creada y que, en su magnificencia y extensión, puede opacar todo lo considerado terrenal.
En este punto, puedes estar pensando que mi relato tiene tintes religiosos escondidos entre sus letras. Eso lo dejaré a tu criterio, liberando tu mente para jugar un segundo con tus propios estigmas. Me considero un partidario de que el desarrollo espiritual se logra trabajando a diario las propias convicciones y siendo fiel a lo que nos gusta y queremos hacer con nosotros mismos. La realización no está relacionada con el alcance de una meta en específico, en ninguno de los ámbitos que pueden considerarse realizadores de realización, valga la redundancia, sino, están estrechamente ligados a la fidelidad que cada uno tenga consigo, que se manifiesta en todo momento y debemos tener siempre en cuenta, al vivir nuestra vida, ya que ser constantes en nuestras obligaciones puede convertirse en una tarea fácilmente descartada y no tomada en serio como uno de los factores que más pueden contribuir a nuestra vida y ayudarnos a encontrar ese estado de plenitud que llamamos paz, y ese estado de realización que alcanzamos al hacer lo que nos gusta y llena a cada instante.
Permite a tu mente dar un paseo por los misteriosos parajes de ti, entrégate a la inmensidad de la consciencia y el auto conocimiento. Debes estar feliz de ser quien eres y sentirte a gusto contigo, porque este proceso se alcanza con un entrenamiento diario, el que nace desde tu decisión de hacer del mundo un mejor lugar para ti y desde entender que tu vida es tuya y estos pequeños segundos, que pides prestados al universo, están hechos para ti y tu evolución como ser vivo, humano, que habita este planeta, pero que en cualquier momento puede dejar de hacerlo.
DÍA