Todo triatlón
Todo triatlón
De 0:00 a finisher
Jordi Fernández Carmona
Corrección del texto: Aurora Zafra
Diseño de la cubierta: David Carretero
Edición: Lluís Cugota
© 2017, Jordi Fernández Carmona
Editorial Paidotribo
Les Guixeres
C/ de la Energía, 19-21
08915 Badalona (España)
Tel.: 93 323 33 11 – Fax: 93 453 50 33
E-mail: [email protected]
Primera edición
ISBN: 978-84-9910-630-4
ISBN EPUB: 978-84-9910-738-7
BIC: WSKQ
Preimpresión: Editor Service, S.L. Diagonal, 299; 08013 Barcelona
AGRADECIMIENTOS
Un libro no es solo del autor. En realidad, un libro es posible gracias al trabajo, apoyo y comprensión de muchas personas.
En primer lugar, tengo que agradecer a mi mujer, Priscila, su apoyo incondicional durante estos cuatro largos años y su sabiduría, que está presente en todo lo que hago.
En segundo lugar, debo citar a mis dos preciosos hijos: Neil y Sophie. El primero porque en sus tres primeros años ha visto más horas a su padre trabajando en este libro que las que he jugado con él; la segunda porque, aunque de Todo triatlón solo me ha visto trabajar en la revisión de las pruebas de imprenta, tendrá que soportar mi dedicación a los próximos libros.
En tercer lugar, doy las gracias a mi madre, cuyo cariño, confianza en mí, ayuda con la logística familiar y su respaldo han sido fundamentales para no abandonar el proyecto a medias.
En cuarto lugar, expreso mi agradecimiento al psicoanalista Dr. José Miguel Pueyo. Todo el trabajo intelectual que he desarrollado con él, tanto el análisis personal como la preparación de conferencias, seminarios, artículos y la colaboración en sus libros, me han permitido escribir este libro.
También tengo que dar las gracias a todos aquellos que han colaborado de una u otra manera en el libro. Entre ellos destacan dos nombres: Oriol Casamitjana y Josemi Pérez Martínez. Al primero, por todas las horas de trabajo que ha pasado realizando las ilustraciones y los gráficos del libro. La obra tal cual se presenta sería totalmente distinta sin su esencial aportación. Espero que su sueño de Planeta Gráfic sea un éxito. Al segundo, por su humildad y entrega, prestándose sin vacilar a mi requerimiento para las fotos de técnica de carrera, además de venir a Girona a presentar el Club Escola de Triatló IJ3 en diciembre de 2013. Desde entonces, una bonita amistad nos une, y sus consejos son siempre valiosos.
Tampoco puedo olvidar a mi amigo, el nadador Edu Pérez. Su simpatía, su ilusión en ser partícipe y su calidad hace que la natación sea un poco más sencilla de comprender para todos. Y cómo no a Marcel Esteban, cuyos conocimientos de la correcta ejecución de los ejercicios de fuerza nos facilita la mejora de esta cualidad indispensable para todo buen deportista.
Asimismo, debo dar las gracias a todos los triatletas que han contribuido a que el libro tenga buenos ejemplos con sus fotos, como Víctor del Corral, por sus imágenes espectaculares; Craig Alexander, cuya categoría humana está a la par de su trayectoria profesional, que lo sitúa como uno de los mejores triatletas de la historia de larga distancia, como demuestran sus victorias en multitud de Ironman (IM) y 70.3 (o medio Ironman), entre las que destacan sus tres victorias en Hawái, además de ostentar el récord de la prueba a día de hoy y de ser el primero en ganar el mismo año el mundial 70.3 y el Campeonato del Mundo IM; Kathrien Verstuift, la generosa campeona belga, que respondió a mi petición con suma amabilidad; Rebekah Keat, una de las mujeres más rápidas de la historia en IM; David Hauss, uno de los grandes del triatlón ITU (International Triathlon Union) con su cuarto puesto en Londres 2012, entre otros muchos buenos resultados, y Andi Böecherer, József Major, Francisco Godoy y José Luis Cano.
Mención especial merece Tactic, la empresa textil gerundense que apostó por mí en los inicios del proyecto y nos proporcionó la ropa de ciclismo, carrera a pie y triatlón para las sesiones de fotos en el gimnasio y de técnica de carrera, realizadas por mi amigo Ramón García, fundador de Giribetphoto.
No me puedo olvidar de todos los amigos que me han animado constantemente haciendo más llevaderos los momentos difíciles.
Y por último, aunque no menos importante, expreso mi agradecimiento a la editorial Paidotribo. Desde el primer contacto con ellos, siempre han tenido interés en el libro, y eso ha sido un aliento vital para escribirlo.
INTRODUCCIÓN
En este libro se aúnan tres de mis pasiones: el triatlón, la lectura y la escritura. La primera me condujo hasta el Ironman de Lanzarote. De las otras dos surgió este libro.
Corría el año 2009 cuando empecé a entrenar para un triatlón. Yo era un principiante, un recién llegado que un día quedó cautivado por la belleza de un deporte sin igual, en una distancia —la distancia Ironman— que nació allá por 1978, el mismo año que un servidor. La heroicidad implícita en todos aquellos que se preparan y consiguen completar los 3.800 metros a nado, los 180 km en bicicleta y los 42,195 km corriendo inspiró en mí la ilusión de pertenecer un día a ese selecto grupo denominado finishers de un Ironman (IM). El escogido para lograrlo fue el IM Lanzarote 2011.
Durante meses me preparé como buenamente pude. Partía de una nula experiencia corriendo y nadando, pero con algo de kilometraje en bicicleta, deporte que inicié al término de mi andadura universitaria, que fue una década de sedentarismo. Durante la preparación surgieron muchos problemas. Pequeñas lesiones, enfermedades, fatiga... Pero mi febril entusiasmo, junto con una rocosa e irreflexiva convicción de que alcanzaría mi objetivo de completar el IM, me daban las fuerzas necesarias para seguir adelante.
Y llegó el día señalado. Acongojado, nervioso y sin apenas haber dormido, porque la noche anterior repasé mentalmente mil veces lo que tenía que hacer, lo que no debía olvidar, el material y si iba a conseguirlo, ya estaba enfundado en mi neopreno buscando mi sitio entre los 1.600 participantes de aquella edición. Y 12 horas y 11 minutos después, en un estallido de alegría, cruzaba la línea de meta.
Los días siguientes tenía en mente un nuevo reto: bajar de las 10 horas en el Challenge del Maresme del mismo año. Cuatro meses separaban ambos eventos. En Lanzarote, me contuve nadando presa del miedo; en bicicleta no di todo lo que tenía en mis piernas por temor a no terminar, a la vez que mi actitud relajada y alegre, saludando a todos los participantes que iba adelantando en bicicleta, me hizo perder tiempo; también mi ritmo comedido corriendo por desconocimiento de cómo reaccionaría mi cuerpo; mis 25 minutos de transición; el clima duro de la isla, con mucho calor, humedad y sobre todo viento, muy diferente al clima de Barcelona en octubre; el mal estado de la carretera; el perfil del recorrido, con más de 2.500 metros de desnivel frente al circuito casi llano del Challenge del Maresme…
Sin pausa, al volver a Girona, seguí entrenando. Las sensaciones eran extrañas. Parecía que mi cuerpo no terminaba de funcionar bien. Y tras una sesión dura, estaba tres días exhausto, como si estuviera enfermo. Decidí hacerme un análisis de sangre. Con los resultados en la mano y aconsejado por un experto en medicina deportiva, opté por darme de baja del Challenge del Maresme e iniciar un período vacacional deportivo indefinido. Estaba sobreentrenado.
Guiado por la segunda de las tres pasiones —la lectura— y el interés por resolver todas las cuestiones que me preocupaban