El juego y los alumnos con discapacidad. Mercedes Ríos Hernández. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Mercedes Ríos Hernández
Издательство: Bookwire
Серия: Actividad Física
Жанр произведения: Сделай Сам
Год издания: 0
isbn: 9788499107899
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sentido se han de mencionar términos como idiocia, im-becilidad, debilidad mental o subnormalidad que cronoló-gicamente se han usado para definir la deficiencia mental. A estos términos se les ha añadido con mayor o menor acierto adjetivos para poder precisar las posibilidades educativas y adaptativas del individuo. Es frecuente utilizar algunas de estas etiquetas que no hacen más que limitar nuestras espectativas docentes y, a su vez, limitar las posibilidades y potencialidades de estas personas con discapacidad.

      La utilización de términos diferentes para definir una misma situación obedece a la concepción que cada escuela psicológica tiene con respecto a la etiología de la deficiencia mental. En las publicaciones más recientes, sobretodo las anglosajonas, aparece el término de “retraso mental”; en nuestro país, parece más frecuente usar el término de deficiencia mental.

      Cuando se intenta definir el concepto de deficiencia mental nos encontramos ante numerosas definiciones, no existiendo ninguna exenta de críticas.

      La OMS define la deficiencia mental como «un funcionamiento intelectual inferior, al término medio, con pertur-baciones en el aprendizaje, maduración y ajuste social, constituyendo un estado en el cual el desarrollo de la mente es incompleto o se detiene».

      Una definición que parece ser más compartida por todos es la que nos ofrece la AAMR (American Association on Mental Retardation): «El Retraso Mental se refiere a limitaciones substanciales en el funcionamiento actual (de las personas). Se caracteriza por:

      1. Un funcionamiento intelectual significativamente inferior a la media, que se presenta juntamente con

      2. Limitaciones en dos o más de las siguientes áreas de habilidad adaptativa: comunicación, cuidado de uno mismo, vida en el hogar, habilidades sociales, uso de los servicios de la comunidad, autorregulación, salud y seguridad, habilidades académicas funcionales, tiempo libre, trabajo y

      3. Se manifiesta antes de los dieciocho años». (Luckasson et al.,1992)

      En esta definición se acentúa la visión de desarrollo de la persona como consecuencia de la interacción con los adultos y compañeros (significativos) en los diversos contextos como la familia, la escuela, la sociedad. Se basa en un enfoque más funcional e interactivo entre la persona con unas determinadas características intelectuales y los contextos donde ésta se desarrolla.

      Para la aplicación de la definición es esencial asumir los cuatro postulados siguientes:

      a) Una valoración adecuada (del retraso mental) ha de considerar la diversidad cultural y lingüística

      b) La existencia de limitaciones se manifiesta en el entorno concreto en el que viven las personas y manifiesta una necesidad particular de soporte.

      c) Una limitación especifica frecuentemente coexiste con competencias muy bien establecidas en otras habilidades adaptativas.

      d) Con soportes apropiados durante un período de tiempo, determinado o indeterminado, la manera de vivir de las personas con retraso mental mejorará considerablemente.

      Como decíamos anteriormente esta definición está ba-sada en un modelo funcional, que pone en relación las características del individuo con las características del entorno. Contiene tres elementos clave: las capacidades o competencias, los entornos y el funcionamiento. Estos elementos se pueden representar a través del siguiente triángulo:

      La clasificación Clínica Americana ya no se usa en la actualidad y el cuadro anterior contiene las dos clasificaciones mayormente utilizadas: la de la AAMR y la de tipo educativo.

       CARACTERÍSTICAS

      En este apartado veremos las características fundamentales de cada uno de los grupos de deficientes establecidos en la clasificación de la AAMR (Grossman, 1983).

      Así mismo, cabe destacar dos características importantes que ponen de manifiesto el cambio producido en el concepto y en las ideas que se tenían sobre la deficiencia mental.

      1. No requiere la existencia de una etiología específica para que una persona sea clasificada como deficiente mental

      2. No se considera el retraso mental como una condición permanente, ya que es posible que un individuo sea considerado deficiente mental en un momento de su vida, pero no en otro (incluso en un lugar y no en otro).

       CLASIFICACIÓN

      Comúnmente el criterio que se utiliza para clasificar a estos sujetos es el nivel intelectual reflejado mediante el coeficiente intelectual (CI). La utilización de adjetivos para describir a cada grupo de sujetos deficientes mentales se ha empleado en clasificaciones más recientes para referirse al pronóstico que puede esperarse de ellos. En el siguiente cuadro aparecen las clasificaciones más empleadas.

       1. Deficiente Mental Medio:

      Nivel intelectual entre 50-55 y 70 de CI.

      Generalmente son capaces de cuidarse y de aprender destrezas académicas correspondientes al ciclo medio de enseñanza primaria. Desarrollan habilidades sociales con un nivel aceptable y de adultos trabajan en puestos competitivos y no protegidos. La manifestación más obvia en su retraso aparece durante los años escolares, yendo por detrás de su edad cronológica. Estas limitaciones académicas son la causa de que se les incluya en el grupo de deficientes.

      La mayoría no presenta etiología física identificable, por lo que se les denomina deficientes mentales “culturales-familiares”.

      Una parte de ellos (10 a 20 % ) presentan patologías orgánicas identificables lo que les hace parecer “retrasa-dos”. Recientemente se les ha denominado “sujetos media-namente en desventaja”. En este grupo se incluyen también los sujetos con otros problemas de aprendizaje y perturbaciones emocionales.

       2. Deficiente mental moderado

      Nivel intelectual entre 35-40 y 50-55 de CI.

      Desarrollan habitualmente las habilidades necesarias par comunicarse, muestran una coordinación motora aceptable, las destrezas para cuidar de sí mismos, habilidades sociales aceptables y habilidades básicas para de-sempeñar un oficio.

      Capacidades académicas limitadas, pero con entrenamiento alcanzan el nivel correspondiente al primer ciclo de primaria en lectura, escritura y en matemáticas.

      Una gran parte poseen etiologías fisícas como causa de su retraso.

       3. Deficiente mental severo

      Nivel intelectual entre 20-25 y 35-40 de CI.

      Algunos son capaces de adquirir algunas de las destrezas necesarias en la vida diaria, aunque no llegan a ser se-mi-independientes. Pueden llegar a alcanzar una edad mental de 3 a 5 años.

       4. Deficiencia mental profunda

      Nivel intelectual por debajo de 20-25 de CI.

      Algunos pueden aprender a caminar, comunicarse de un modo funcional y atender a sus propias necesidades corporales. En estos casos hay poca diferencia con los severos, excepto en unas unidades de CI. Otros no caminan, muestran múltiples déficit y tienen poca conciencia de su entorno. Entre ellos hay mayor incidencia de déficit motores, sensoriales y físicos y mayor propensión a una muerte temprana.

      No alcanzan una edad mental superior a 3 años

       ASPECTOS MÉDICOS Y DEL DESARROLLO

       CARACTERÍSTICAS GENERALES DE LAS PERSONAS CON DISCAPACIDAD PSÍQUICA

      • En general, presentan un patrón de desarrollo parecido al normal, pero con un ritmo más lento (será más lento cuanto mayor sea la discapacidad).