No pude decidirme a efectuar una reelaboración concienzuda de este libro, que si bien lo elevaría al nivel de nuestras concepciones psicoanalíticas actuales, destruiría, en cambio, su peculiaridad histórica. Creo que en su existencia de casi dos decenios ha quedado cumplida su misión.
Budapest-Steinbruch, julio de 1918.
PRÓLOGO A LA SEXTA EDICIÓN
1921
LAS dificultades que actualmente aquejan a las empresas editoriales tuvieron por consecuencia que esta nueva edición se retardara mucho más de lo que habría correspondido a la demanda y que por vez primera sea publicada como reimpresión fiel de la precedente. Tan sólo el índice bibliográfico, al final del volumen, ha sido completado y ampliado por el doctor O. Rank.
Mi presunción de que este libro habría cumplido su misión en casi dos decenios de existencia, no ha sido, pues, confirmada. Podría decir más bien que tiene una nueva misión que cumplir. Así como antes se trataba de ofrecer algunas nociones sobre la esencia del sueño, ahora no es menos importante contrarrestar los tenaces errores de interpretación a que están expuestas dichas nociones.
Viena, abril de 1921.
PRÓLOGO A LA OCTAVA EDICIÓN
1929
EN el lapso que media entre la última, séptima edición de este libro (1922), y la presente revisión, fueron editadas mis Obras completas por el Internationaler Psichoanalytischer Verlag, de Viena. En éstas el segundo tomo contiene el texto restablecido de la primera edición, mientras que todas las adiciones ulteriores están reunidas en el tercer tomo. En cambio, las traducciones aparecidas mientras tanto se ajustan a las publicaciones independientes de este libro, cabiendo mencionar la francesa, de I. Meyerson, publicada en 1926 con el título La Science des Rêves, por la Bibliothèque de Philosophie Contemporaine; la sueca (Drömtydning), efectuada en 1927 por John Landquist, y la castellana de Luis López Ballesteros y de Torres, que constituye los tomos VI y VII de las Obras completas. La traducción húngara, cuya inminente publicación anuncié ya en 1918, aún no ha aparecido.
También en la presente revisión de La interpretación de los sueños he tratado la obra esencialmente como documento histórico, introduciendo tan sólo aquellas modificaciones que me parecían imprescindibles para aclaramiento y la profundización de mis propias opiniones. De acuerdo con esta posición, he abandonado definitivamente el propósito de incluir en este libro la bibliografía aparecida desde su primera edición, excluyendo, pues, las secciones correspondientes que contenían las ediciones anteriores. Además, faltan aquí los dos trabajos «Sueño y poesía» y «Sueño y mito» que el doctor Otto Rank aportó a las ediciones precedentes.
Viena, diciembre de 1929.
PRÓLOGO A LA TERCERA EDICIÓN INGLESA DE «LA INTERPRETACIÓN DE LOS SUEÑOS »
1931
EN el año 1909 G. Stanley Hall me invitó a la Universidad de Clark, en Worcester, para que pronunciara allí mis primeras conferencias sobre psicoanálisis. El mismo año el doctor Brill publicó la primera de sus traducciones de obras mías, que al poco tiempo había de ser seguida por otras. Si el psicoanálisis desempeña hoy un papel en la vida intelectual de Estados Unidos o si está destinado a desempeñarlo en el futuro, gran parte del mérito deberá atribuirse a ésta y las demás actividades del doctor Brill.
Su primera traducción de La interpretación de los sueños apareció en 1913. Mucho ha ocurrido desde entonces en el mundo y mucho han cambiado nuestros conceptos acerca de las neurosis. Este libro, empero, con su nueva contribución a la psicología, que tanto sorprendió al mundo cuando fue publicado (1900), sigue subsistiendo sin modificaciones esenciales. Aún insisto en afirmar que contiene el más valioso de los descubrimientos que he tenido la fortuna de realizar. Una intuición como ésta el destino puede depararla sólo una vez en la vida de un hombre.
FREUD.
Viena, 15 de marzo de 1931.
Die Traumdeutung, en alemán el original, publicado por Franz Deuticke, Leipzig-Viena. La cita de Virgilio (La Eneida) la introduce Freud en una carta a Fliess el 4-12-1896; su traducción sería: «Si no puedo conciliar a los dioses celestiales, moveré a los del infierno.» (Nota del E.)
Estos corchetes fueron suprimidos en ediciones ulteriores.
A los trece años de publicarse la primera edición alemana. Abraham A. Brill tradujo por primera vez al inglés La interpretación de los sueños con el título de The Meaning of Dreams («El significado de los sueños»), George Allen & Co., Londres, 1913. En 1915 la misma casa dio una segunda edición. Publicada en 1930 la octava y última edición alemana con modificaciones sustanciales (véase el tomo XIX de estas Obras completas, págs. 203-234), el mismo Brill rehizo su anterior versión, adaptando incluso su título al original alemán: The interpretation of Dreams, tercera edición que fue publicada simultáneamente, en 1932, en Inglaterra y en Estados Unidos: George Allen & Unwin, Ltd., Londres y The Macmillan Company, Nueva York. En 1938 apareció una reimpresión popular editada por Random House, Inc., Nueva York. Para esta tercera edición Freud escribió el presente prólogo. (N. del T.)
Freud se refiere al volumen: Freud: Selected Papers on Hysteria and other Psychoneuroses, Nervous and Mental Disease Monograph Series, núm. 4, Nueva York, 1909. Para más detalles con respecto a las traducciones de Freud por Brill, véase la nota núm. 316. (N. del T.)
CAPÍTULO I
LA LITERATURA CIENTÍFICA SOBRE LOS PROBLEMAS ONÍRICOS
EN las páginas que siguen aportaré la demostración de la existencia de una técnica psicológica que permite interpretar los sueños, y merced a la cual se revela cada uno de ellos como un producto psíquico pleno de sentido, al que puede asignarse un lugar perfectamente determinado en la actividad anímica de la vida despierta. Además, intentaré esclarecer los procesos de los que depende la singular e impenetrable apariencia de los sueños y deducir de dichos procesos una conclusión sobre la naturaleza de aquellas fuerzas psíquicas de cuya acción conjunta u opuesta surge el fenómeno onírico. Conseguido esto, daré por terminada mi exposición, pues habré llegado en ella al punto en el que el problema de los sueños desemboca en otros más amplios, cuya solución ha de buscarse por el examen de un distinto material.
Si comienzo por exponer aquí una visión de conjunto de la literatura existente hasta el momento sobre los sueños y el estado científico actual de los problemas oníricos, ello obedece a que en el curso de mi estudio no se me han de presentar muchas ocasiones de volver sobre tales materias. La comprensión científica de los sueños no ha realizado en más de diez siglos sino escasísimos progresos; circunstancia tan generalmente reconocida por todos los que de este tema se han ocupado, que me parece inútil citar aquí al detalle opiniones aisladas. En la literatura onírica hallamos gran cantidad de sugestivas observaciones y un rico e interesantísimo material relativo al objeto de nuestro estudio; pero, en cambio, nada o muy poco que se refiera a la esencia de los sueños o resuelva definitivamente el enigma que los mismos nos plantean. Como es lógico, el conocimiento que de esas cuestiones ha pasado al núcleo general de hombres cultos, pero no dedicados a la investigación científica, resulta aún más incompleto.
Cuál fue la concepción que en los primeros tiempos de la Humanidad se formaron de los sueños los pueblos primitivos, y qué influencia ejerció el fenómeno onírico en su comprensión del mundo y del alma, son cuestiones de tan alto interés, que sólo obligadamente y a disgusto me he decidido a excluir su estudio del