Licaón – African Hunting Dog – Mbwa mwitu
El licaón, carnívoro parecido a un perro salvaje alto, pesa 25 kilos y mide 70 cm en la cruz. Su pelaje presenta grandes manchas negras, marrones, amarillas y blancas. Sus orejas, que se mantienen erguidas, son grandes y redondeadas. Presenta una peculiaridad interesante, señal de gran primitivismo: tiene 42 dientes en tres hileras de 14, dos de ellas en la mandíbula superior. El licaón vive y caza en manadas de 5 a 30 individuos. La manada vive nómada en un medio natural rico en presas de caza. Caza a la vista, empezando por perseguir a una presa (especialmente entre los antílopes) a poca velocidad y acelera hasta los 50 km/h. Los licaones se turnan a la cabeza de la manada para acosar a la víctima elegida, mientras que los demás apoyan y dirigen eventualmente hacia los lados. La presa es caputrada por los miembros posteriores, y luego por el hocico, pero suele morir por hemorragia después de que la manada haya empezado a comérsela. El desmembramiento es entonces bastante sangriento, ya que los licaones meten toda la cabeza en el cuerpo de la víctima, que desaparece muy rápidamente. Las licaones figuran entre los pocos animales que comparten la comida de manera más o menos equitativa. Las crías también tienen derecho a su parte, por regurgitación. Cada animal necesita unos cinco kilos de carne al día. No hay formación de parejas regulares. El período de gestación dura 70 días y las camadas son de unas siete crías por término medio, con dos veces más machos que hembras. Las crías abren los ojos a las dos semanas de nacer, maman durante dos meses y medio y aprenden a cazar hacia los seis meses de vida. El licaón vive unos diez años y no tiene depredador en particular. Durante mucho tiempo ha sido cazado por los africanos como animal nocivo, en cambio rara vez afecta al ganado doméstico. También se ha visto diezmado por la rabia, probablemente transmitida por los perros domésticos de los masáis. Al norte de Tanzania sólo quedan algunas manadas en Tarangire y Serengeti.
Mamba – Mamba – Hongo
La mamba negra, que puede llegar a medir más de tres metros en edad adulta, pertenece a la misma familia que las cobras: los elápidos, de veneno neurotóxico muy peligroso. Es de sección más o menos circular, de un diámetro de 2 a 3 cm, lo que resulta fino por su tamaño. Vive en agujeros de termiteros o de troncos muertos. Es la más rápida de las serpientes terrestres (15 km/h) y se vuelve muy agresiva en cuanto se siente amenazada, es decir, cuando se le acerca alguien en realidad. Se desplaza con la cabeza levantada por encima del suelo, aunque también puede erguirse sobre un tercio de su cuerpo en caso de amenaza. Generalmente se alimenta de pájaros y roedores. Una mamba adulta puede morder e inyectar veneno unas veinte veces, pero en el hombre, dos veces son suficientes para provocar la muerte en unos minutos. Sin embargo, en safari no hay ningún riesgo.
Sus colmillos miden más de 6 mm. Una presa suele ser digerida por los jugos digestivos en menos de diez horas. Pone huevos por docenas, que miden cada uno 7 por 3 centímetros. Es una serpiente ovípara. En la eclosión, las crías miden unos 40 cm.
La mamba verde es más pequeña. Vive en los árboles y mide un máximo de 1,80 m. También es mucho menos agresiva y mucho más temerosa. Se alimenta sobre todo de aves y de sus huevos.
Mangosta – Mongoles – Nguchiro
La mangosta se alimenta de aves, insectos (en particular termitas), roedores, huevos (de reptiles o de aves), lagartos y serpientes. Su vivacidad le permite salir victoriosa en una lucha contra estas en la mayoría de los casos. Mide entre 25 y 50 cm y pesa de 700 g a 4 kg, según las especies. También según las especies, los mangostas viven bien en pareja o grupo familiar de unos cuatro individuos, o bien en pequeñas colonias de una quincena de animales, en viejos termiteros abandonados por sus insectos y que toman entonces formas erosionadas redondeadas.
Marabú – Marabou Stork – Korongo
Ave zancuda de gran tamaño (1,50 m), el marabú tiene la mayor extensión en vuelo: aproximadamente tres metros. A diferencia de las garzas, y al igual que todas las aves de la familia de las cigüeñas (jabirú, tántalo africano), no mete el cuello mientras vuela. El marabú tiene el cráneo desplumado (un poco de plumón de nacimiento únicamente), un collar de plumas blancas, y tanto el dorso del cuerpo como el de las alas son negros. Tiene en la parte delantera del cuello un gran buche de piel rosa que cuelga en el vuelo y se llena de carne después de las comidas: el marabú es en efecto un carroñero. Nunca se desplaza en grupos tan importantes como los buitres, por lo general sólo tiene derecho a la carroña después de ellos, a pesar de su mayor tamaño y su gran pico. Al igual que el buitre, el marabú tiene el cráneo y el cuello despoblados, lo que le permite no ensuciar sus plumas sumergiendo profundamente el pico en las carroñas. También deja caer el guano en sus patas. Anida en los árboles y en las rocas, a veces en colonias. Hacia el mes de mayo, pone de dos a tres huevos que se incuban durante un mes. Sólo al cabo de tres meses o más, los pequeños pueden volar.
Milano negro – Black Kite
Primo del milano europeo, el milano negro tiene el pico amarillo y la cabeza del mismo color marrón que el resto del plumaje (en Europa: pico negro y cabeza blanca o marrón pálido). Mide entre 40 y 55 cm de largo, es un animal carnívoro, poco temerario, que no duda en picotear a los humanos, o cerca de ellos, para apoderarse mediante sus garras de restos de comida. Puede entonces llegar a herir involuntariamente con sus garras cortantes. Se alimenta en primer lugar de pequeños mamíferos, pero también de otras aves, carroñas, batracios, peces e insectos. Anida en los árboles utilizando a menudo el antiguo nido de otra rapaz o de algunos córvidos. Pone entre dos y cuatro huevos cada año con unos días de intervalo, que la hembra incuba durante casi un mes. A los 48 días, aproximadamente, las crías realizan su primer vuelo, aunque permanecen en el nido aún durante 15 días.
Saltarrocas – Klipspringer – Mbuzi mawe
El saltarrocas es un pequeño antílope (menos de 20 kg por 55 cm de altura en la cruz), que se parece mucho a las gamuzas de nuestros Alpes y vive en las pendientes rocosas. Se mantiene sobre la punta de sus pezuñas, que dejan a cada paso finas huellas dobles muy características. La gran dureza de sus pezuñas le permite mantenerse en rocas fuertemente inclinadas y dar unos saltos aéreos, en equilibrio. El interior de sus orejas, amplias y redondeadas, parece rayado de blanco y negro. Los oreotragus, muy temerosos, suelen vivir en grupos pequeños (menos de cinco cabezas) y comen todo tipo de plantas y arbustos. En algunos grupos, las hembras no tienen cuernos.
Oryx – Oryx – Shoroa
El oryx, gran antílope de largos cuernos rectos (más de un metro), pesa 200 kilos y mide 1,30 m en la cruz. Vive en regiones áridas. Antiguamente estaba presente hasta en el norte de África, en Egipto, en el Sinaí y en la península arábiga. Vive en pareja o en manada, rara vez en solitario. Este animal se defiende ferozmente intentando empalar a cualquier agresor, pero la especie ha sido mayoritariamente exterminada. A veces se ve en Tarangire y entre el lago Natron y el Longido.
Avutarda de Kori – Kori Bustard
Perteneciente al grupo de las gruiformes, el mayor pájaro volador da zancadas por la sabana permanentemente en busca de serpientes. Mide 1,10 m y pesa hasta 30 kilos. Su vuelo es lento y poderoso, pero necesita entre 5 y 10 metros de carrera para echar a volar. Durante el ritual de cortejo, el macho hincha las plumas blancas grises de su cuello y grita.
Pelícano –