Un negocio redondo. Julio Beleki. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Julio Beleki
Издательство: Bookwire
Серия:
Жанр произведения: Изобразительное искусство, фотография
Год издания: 0
isbn: 9789877612950
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a la frustración. En los negocios, los tiempos a veces se hacen demasiado largos y los resultados pueden ser menores a los esperados, sobre todo en los primeros años de operación. También hay conflictos y desencantos a nivel personal, con socios, empleados y clientes. Por eso es tan importante la llamada “resiliencia”, la capacidad para superar y adaptarse de manera positiva a las circunstancias adversas.

      5. Habilidades de autogestión. La disciplina, los hábitos y el manejo eficiente del tiempo pueden mejorarse. Pero conozco a personas naturalmente dispersas, que necesitan una lista de tareas para cada día y saber exactamente qué se espera de ellas. Y que simplemente no tienen ganas de cambiar. Si ese es tu caso, ¡no tiene nada de malo! Simplemente busca un trabajo que te haga feliz, que te permita desarrollarte y una empresa donde puedas crecer.

      El otro debate importante sobre emprender tiene que ver con la familia. Hay estudios, incluso en México, que confirman su importancia en el desarrollo de empresarios exitosos: si tenemos un papá, mamá o tío con un negocio, nuestras probabilidades de éxito serán mayores. Porque desde pequeños, tendremos acceso a conocimientos, experiencias, apoyos y contactos que pueden resultar lejanos para el hijo de un empleado público o un médico. En ese sentido, yo corrí con ventaja.

      ¿Pero qué pasa entonces si en nuestra familia no existe ese gen empresarial? ¿Debemos renunciar a ser emprendedores? ¡Por supuesto que no! Si estás convencido de que es tu proyecto de vida y de que tienes las condiciones para arrancar, arma tu propia red de mentoría y apoyo. En una universidad o incubadora podrás adquirir una base de conocimientos generales y metodologías para armar un plan de negocios o una estrategia de ventas. Pero solo un empresario “de carne y hueso” podrá darte las herramientas prácticas que necesitas para ganar dinero en el mundo real.

      CONSEJO: RODÉATE DE LOS MEJORES

      La universidad no solo amplía nuestros conocimientos y nuestra perspectiva del mundo, también nos acerca a personas valiosas que podrían resultar claves para nuestro futuro como emprendedores. Un compañero de estudios o el padre de un miembro del equipo de futbol podrían convertirse con el tiempo en un consejero, socio, inversionista o cliente. Cuando estudiaba en la preparatoria del TEC de Monterrey conocí al profesor Fernando Cabrera, que fue la primera persona en revisar mi plan de negocios y hoy es consejero de la compañía. Los años universitarios brindan increíbles oportunidades para la construcción de relaciones, y no hay que desaprovecharlas.

      Este mentor puede ser un profesor, un conocido de la familia o alguien a quien te hayas encontrado en un evento (con ganas de compartir sus experiencias, claro). Cuando lo hayas identificado, pídele que te dedique unos minutos y te cuente qué significa abrir y operar una empresa todos los días. Que te hable de sus logros y satisfacciones, pero también de los momentos en los que se sintió listo para “tirar la toalla” por el fracaso de un nuevo producto o una demanda laboral. Y sobre todo, que te diga cómo salió adelante y te comparta soluciones concretas ante un problema. La figura del emprendedor como rockstar es muy glamorosa, pero está bastante alejada de la realidad cotidiana.

      Lecciones aprendidas

      Han pasado veinte años desde la fundación de Beleki Minidonuts Co., y muchos me preguntan si lo volvería a hacer. La respuesta es sí, y con más energía. Al igual que con mis hijos, con mis negocios aprendo algo nuevo cada día y siento el entusiasmo por ser cada vez mejor empresario, líder y persona.

      Cuando arranqué lo hice con el grado de inconsciencia necesario para dar el primer paso. Fundar y escalar un negocio fue mucho más difícil de lo que imaginé, pero también llegué más lejos de lo que jamás me animé a soñar. Por supuesto, mi familia, socios, colaboradores y mentores fueron fundamentales. Hoy tenemos 10 tiendas propias y 150 unidades franquiciadas en México y Centroamérica. Y otorgamos, en promedio, un nuevo contrato de franquicia por mes.

      Los éxitos me enseñaron mucho, pero mis mejores maestros fueron los fracasos por los que atravesé (incluso a nivel personal). Esto puede sonarte a lugar común, pero la realidad es que equivocarte te conecta con tu lado más humano, te “baja los humos” y te da las mejores lecciones. Yo no las olvido, y siempre que puedo las comparto.

      Al final, tener un negocio exitoso es mucho más que hacer dinero. Emprender es una de las mejores decisiones que tomé en mi vida. Me permitió realizar mis sueños y tener un impacto positivo en la vida de muchas personas. Generé nuevos empleos y permití que otros tuvieran su propio negocio. Pero mi objetivo principal nunca fue volverme rico. Si solo me hubiera concentrado en eso, estoy seguro de que no habría llegado tan lejos.

      Emprender es una maratón. Como dice el refrán, “Roma no se construyó en un día”. Y lo mismo aplica para las empresas, sobre todo las de alto impacto. Un negocio tarda en promedio dos años en demostrar su viabilidad (el 80% desaparece antes de cumplir ese período). Si tenías un trabajo y un buen salario, podría tomarte años ganar lo mismo con tu compañía. Ten en cuenta además de que tendrás que decir adiós a vacaciones, aguinaldos y bonos.

      Se hacen negocios con la cabeza... y con el corazón. Abrir una tienda de donas fue una decisión muy racional para mí. Yo ya tenía definido que quería elaborar y vender alimentos, y llegar directamente al consumidor para evitar los intermediarios. Pero cuando descubrí la máquina de minidonuts en Las Vegas, también presté atención a mi instinto. Algo en mi interior me decía que el producto iba a ser un éxito en México. Y no me equivoqué.

      Hay que conseguir mucho con poco. Aún en los momentos de mayor bonanza, en nuestro grupo empresarial la regla es la austeridad. El primer punto de venta de Beleki Minidonuts Co. fue un kiosco pequeño que puede instalar gracias a un préstamo de mi familia. Las oficinas corporativas de la empresa son discretas y están ubicadas al sur de la ciudad. Si trabajara en colonias más exclusivas, como Polanco o Santa Fe, ¿quién crees que tendría que pagar por ese costo extra? Mis clientes y mis franquiciatarios. Además, prefiero ahorrar para viajar por el mundo, todavía me quedan muchos lugares por conocer.

      BUENOS HÁBITOS: LEE

      Los mejores empresarios que he conocido en mi vida son grandes lectores. En los periódicos, las revistas y los libros encuentran la información que necesitan sobre la marcha de la economía, las nuevas tendencias de negocios o una posible solución para un problema. En mi caso, disfruto especialmente las biografías de grandes emprendedores, como Steve Jobs o Richard Branson. Con ellas me inspiro, me motivo y a veces encuentro nuevas ideas o puntos de vista que luego puedo aplicar en mis empresas.

      El cliente es el centro del negocio. Aunque tienen un papel fundamental que cumplir, ni los socios ni los empleados pueden ser los protagonistas. Toda decisión debe estar fundamentada en lo que pide el mercado. Y la verdad, pocas cosas me ponen más contento que visitar un punto de venta y comprobar que puedes provocar una sonrisa o hacer más feliz un momento en familia con un producto tan sencillo como una bolsita de minidonas.

      Hay que ser flexible y corregir a tiempo. Ningún modelo de negocios es infalible, y debe ser ajustado según las transformaciones del mercado. Por eso debemos estar siempre atentos a las opiniones de nuestros clientes y a las nuevas ideas. Especialmente cuando nos va bien y tenemos la sensación de que nos vamos a comer el mundo. Una vez conocí a un italiano que me sugirió vender donas con Nutella, la famosa pasta de avellanas y chocolate. Para mí, ese era un ingrediente propio de las crepas y en principio descarté su comentario. Por suerte un día lo escuché: hoy es uno de los sabores más vendidos en nuestras tiendas.

      Tu turno

      Al final de cada capítulo, encontrarás una serie de preguntas que te invitarán a reflexionar sobre los consejos compartidos y a aplicarlos a tu negocio. El camino de cada emprendedor es único, y es importante que reflexiones sobre tus propias capacidades, recursos y experiencias.

      Tómate media hora y piensa en lo siguiente, de la manera más honesta posible. Si te cuesta autoevaluarte, pide la opinión de un familiar o amigo que te conozca bien.

      1. ¿Crees que cuentas con las características indispensables para ser emprendedor? ¿Cuáles son tus fortalezas y debilidades?

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