su verdor enérgico y vital.
Porque hago lo que no quiero y no quiero lo que hago, barrunto que algo tremendo sucedió, que nos desintegró, separó e incomunicó.
Levantándome, con Su ayuda, día a día venzo a la caída, que es parte de la vida, pero no la vida misma.
Dicen que desciendo de un simio, prefiero ascender hacia Dios.
Soy sujeto comunional y comunicativo: intimidad sustantiva y relación constitutiva.
Somos completos pero inacabados, enteros pero en crecimiento, la mutua reciprocidad nos acaba y completa.
Ella es espejo para él en el que se espeja lo íntimo de la mutua humanidad.
Llamar dependencia a la pertenencia es malquerencia.
Soy cuerpo cuando me miran y tengo cuerpo cuando me duele.
No soy un desalmado, soy alma, por eso vivo.
Era un gran filósofo, negaba la existencia del alma, pero guay de quien lo llamara desalmado.
Cuerpo y alma: alma corporizada y cuerpo animado.
Muchos inteligentes no son intelectuales y no faltan intelectuales que no son inteligentes.
Su coeficiente intelectual era bajo, le fue pésimo en la escuela, pero se convirtió en un genio musical, ¡era inteligente!
Sabiendo que no sabe se supera razonablemente la propia razón.
Negar que Dios pueda intervenir es robar posibilidades a la racionabilidad.
Sofía no se fía en los sofistas y sus sofismas.
La voluntad es bienhechora del bien que conoce.
Los niños son libres eligiendo, los adultos, consintiendo.
Es libre pues liberó su libertad para atarse obedeciendo.
El libertino es asesino de su libertad y la libertina lo asesina y se suicida.
Estaba muy motivado pues sentía el propio progreso.
Para que el ardor del amor ilumine ardiendo es necesario el arduo orden del ordenamiento.
Me afectó efectivamente su afecto sin defecto.
Mi afectividad es locuaz, me habla aun cuando duermo, a veces no tengo ni idea de lo que dice.
Era maduro, sabía lo que sentía y ponía su sentir al servicio de su sí.
Porque te ríes de ti mismo, no me ofendes cuando te ríes de mí, y esto invita a reírnos juntos.
Los humanos y las hienas ríen, pero ellas no saben porqué.
Contactaba acariciando, era cariñosa.
Permanecía en el cariño, se había encariñado.
Moraban en el amor dado, estaban enamorados.
Habitaban la misma casa, se habían casado.
Porque se encontraron y reconocieron, fueron amigos.
El pudor o modestia no es moda ni rubor, es respeto y elegancia del ser encarnado.
El casto no es un castrado sino un ordenado.
El sexo secciona en dos secciones a la humanidad: ellas y ellos.
El amor personaliza al sexo a fin de que este desvele su rostro personal y se convierta en palabra.
Cuando el amor fue una aventura, encuentra en el matrimonio su tumba.
El amor del varón es llama y el de la mujer, horno; uno engendra, la otra concibe, los dos procrean.
Hay un amor humano enclenque, mero apetito sexual, que es clueco.
Hay un ínclito amor, pura caridad divina, que todo y a todos incluye.
La cabeza y el corazón van juntos cuando se juntan la inteligencia y el amor, entonces nacen la prudente caridad y el afecto iluminado.
La dilección es amor de libre elección; quien así ama, ama diligentemente, es decir: con discernimiento y dedicación.
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