Sindicalismo Combativo. Guillermo Pacagnini. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Guillermo Pacagnini
Издательство: Bookwire
Серия:
Жанр произведения: Социология
Год издания: 0
isbn: 9789874767271
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agrupaciones de trabajadores y trabajadoras: estatales, docentes, de la salud pública, de la sanidad privada, del neumático, ferroviarios, telefónicos y de otros gremios industriales y de servicios. Esta es una primera sistematización de las principales conclusiones. Viene a cubrir una necesidad: aportar conceptos y herramientas para la actividad sindical en el lugar de trabajo, el sindicato y el ámbito laboral en general. Un material para la formación y la capacitación, y también para la consulta.

      No se trata de un “manual del delegado” como los ya editados por algunos colectivos sindicales y políticos que aportan lo suyo a la hora de informar acerca de procedimientos y cuestiones legales. Es un compendio de conceptos políticos básicos, para nosotros un marco de referencia del sindicalismo clasista, y de herramientas que configuran una guía para la acción gremial. Por ello, a diferencia de algunos “manuales”, no es un cúmulo de recetas, sino de propuestas y disparadores para la reflexión, el debate y la acción. Propone cómo utilizar los resquicios legales pero no es leguleyo, sabiendo que éstos están completamente subordinados a la decisión democrática de los trabajadores y no a la inversa. No tiene como punto de referencia lo establecido por “usos y costumbres”, sino el derecho a la autodeterminación de la clase trabajadora. Y tiene como objetivo formar y capacitar en el sindicalismo clasista, en la práctica de un nuevo modelo sindical democrático y en la unidad de la pelea sindical y política para la liberación de la clase obrera.

      Presentamos una primera edición sujeta a prueba. Seguramente vendrán nuevas y enriquecidas. Porque se trata de una elaboración colectiva, de compañeras y compañeros de las agrupaciones sindicales que integran ANCLA, que sin dudas continuará y colectará nuevos aportes. Sindicalismo combativo comienza con un brevísimo marco sobre la verdadera génesis del movimiento obrero, ubica la formación sindical en el método marxista, para luego abordar el modelo sindical que proponemos, el programa de transición para el desarrollo de una nueva dirección sindical clasista. Sobre esa argamasa, desarrolla herramientas legales y gremiales de uso cotidiano. Esperamos que sean de utilidad para fortalecer el desarrollo del naciente activismo antiburocrático y los nuevos y nuevas dirigentes clasistas, que están ganando terreno al calor de la lucha de clases y configuran la materia prima para un proceso de recambio sindical que vino para quedarse.

      Escribimos este texto con plena confianza en la clase obrera, que sigue peleando siempre. Y con la humilde pretensión de que las páginas siguientes aporten en el camino de asumir el doble desafío de forjar una dirección sindical y política para transformar el país y el mundo.

      

       Los autores

      Febrero 2019

      Capítulo I

      Un poco de historia

      No pretendemos realizar siquiera una síntesis de la frondosa historia del movimiento obrero argentino. Para ello hay muy buenos textos. Simplemente elegimos algunos de los aspectos que hacen a la esencia de la clase trabajadora, útiles para nuestros cursos de capacitación sindical. Aspectos polémicos, puntos de referencia, que fueron bastardeados y hasta negados por la burguesía y sus socios de la burocracia en la historia oficial.

      

       Clase trabajadora y clase capitalista

      Hace aproximadamente dos siglos el mundo cambió formidablemente. La Revolución Francesa a fines del siglo XVIII y la Revolución Industrial a mediados del siglo XVIII lo transformaron, dando nacimiento al sistema capitalista bajo la dominación de la clase de los patrones: la burguesía. Esta transformación fue dejando atrás el feudalismo. Sobre las ruinas del modo de producción feudal se desarrolló el modo de producción capitalista y la división de clase fundamental se comenzó a desarrollar. La burguesía había encabezado las revoluciones necesarias para quitarle el poder a los nobles. Pero inmediatamente después de tomarlo, reprimió salvajemente cualquier rebelión en su contra. La otrora clase revolucionaria se convertía en reaccionaria.

      Dos siglos atrás el país más industrializado de entonces, Inglaterra, explicitaba el antagonismo entre los trabajadores y los patrones. Ciudades hacinadas, jornadas de trabajo de 16 y hasta 18 horas, condiciones laborales deplorables, contrastaban hondamente con las fabulosas riquezas que acumulaba la burguesía. En ese contexto, muchas voces se alzaron para criticar las diferencias que generaba el nuevo modo de producción capitalista. Una de ellas se elevó por encima de todas: era la voz conjunta de Marx y Engels, que daban nacimiento al llamado socialismo científico. Ellos dieron una explicación profunda del sistema capitalista. Demostraron sus inevitables contradicciones. También marcaron los trazos gruesos de una sociedad en la que sería posible terminar con la explotación de una clase social por otra. Y así dotaron a la clase trabajadora de un armazón teórico y una guía para la acción, esencial para su lucha contra el capital.

      A partir de 1914 las contradicciones del propio sistema capitalista que habían sido la piedra angular de la crítica marxista llevaron a la Iª Guerra Mundial. Los saldos de dicha guerra en destrucción y aniquilación de vidas humanas fueron inéditos. El capitalismo mostraba de lo que era capaz. Como contracara de esa Guerra, la victoriosa Revolución de Octubre en Rusia demostraba que la lucha por el poder por parte de las y los trabajadores no era una utopía.

      Desde 1914 en adelante, con distintos vaivenes, el capitalismo demostró que de lo único que es capaz es de profundizar cada día más las diferencias a costa de hambre, miseria, muerte, depredación de la naturaleza, cercenamiento de las libertades democráticas y nos lleva a la barbarie.

      Las enseñanzas de la Revolución Rusa, el Octubre de 1917, tanto como los demás procesos revolucionarios triunfantes, demostraron que la revolución socialista debe ser mundial o, si no se extiende, está condenada a burocratizarse dentro de las fronteras de su país teniendo como consecuencia el fracaso. También, que el socialismo solo puede ser tal si en él existe plena democracia para el pueblo trabajador.

      La caída del Muro de Berlín en los años ’90 tuvo diversas consecuencias. Significó la liquidación a escala mundial del pérfido aparato estalinista que venía desde años atrás ejerciendo de agente de la restauración capitalista en los estados obreros. Las y los trabajadores movilizados fueron capaces de derribarlo, pero al no dotarse de una dirección revolucionaria la restauración capitalista se fue consolidando. Desaparecía así el modelo del “socialismo real”, una verdadera deformación que había abandonado y enterrado los postulados de Octubre de 1917. Pero el imperialismo, usufructuando las secuelas de la revolución traicionada, desató una verdadera campaña golpeando sobre la conciencia de millones con una consigna: “el socialismo fracasó”. Intentaron distintas recetas para ponerle un nuevo rostro al capitalismo. Pero no lo lograron. No hubo “tercera vía” ni populismos que no terminaran en nuevas crisis. Y hoy el que se derrumba es el muro capitalista.

      En la etapa actual, el sistema capitalista no puede otorgar ninguna concesión duradera y está en una crisis global que degrada al ser humano, destruye la naturaleza y pone en riesgo la vida en el planeta. Se pone al rojo vivo la opción histórica socialismo o barbarie. Al mismo tiempo, debemos decir que si el capitalismo sobrevive es sólo por la falta de una dirección revolucionaria y a partir de la explotación cada día más intensa de la clase trabajadora. Y que los tiempos que se viven configuran condiciones objetivas favorables, una gran oportunidad para avanzar en construir esa dirección.

      En este marco histórico muy escueto se desarrolla el movimiento obrero argentino. Sobre su historia es preciso refutar cuatro mentiras que se implantaron sobre la conciencia de la clase obrera argentina.

      Hay una historia oficial de la génesis y el desarrollo de nuestra clase obrera. Es la que escribieron algunos voceros de la burguesía, la que imponen las patronales, la que difunden los gobiernos y transmite la burocracia sindical. Un verdadero fraude histórico que, así