Aunque sea deseable examinar y eliminar el uso ilícito de drogas en el deporte, este propósito está probablemente destinado al fracaso, ya que siempre existirán deportistas de elite bien informados sobre la utilización de drogas que mejoren su rendimiento y sobre cómo evitar que les sean detectadas. Más aún, las grandes sumas de dinero pagadas a equipos y jugadores de elite para la adulación del público y de la prensa aseguran que los deportistas destacados que recurren al dopaje nunca serán severamente penalizados. En definitiva, deportistas de elite de hoy en día, especialmente en deportes importantes para los medios de comunicación como el baloncesto, fútbol americano, fútbol, tenis y golf son animadores especializados y no sólo estrellas deportivas. La ayuda a través de las drogas sólo cesará en el deporte cuando la ciencia produzca una forma igualmente satisfactoria y legítima para la mejora del rendimiento entre todos los deportistas, y no cuando los tests antidopaje sean suficientemente sensibles y económicos para su aplicación rutinaria. La información para este libro se ha recogido de fuentes fidedignas occidentales y orientales con el fin de proporcionar una guía científica y práctica en esta dirección.
La existencia de un concepto innovador que los autores han denominado crononutrición establece que unos regímenes nutricionales científicamente periodizados pueden desempeñar un importante papel en la mejora de una adaptación a largo plazo, así como en el rendimiento del deportista. La crononutrición establece que no es sólo el contenido de la comida, sino también el momento de su ingestión junto con los efectos interactivos de los componentes nutricionales, los que determinan la efectividad de cualquier régimen alimentario. En Occidente, se sabe que ciertas drogas tienen unos efectos más potentes cuando son administradas en un cierto momento del día y unos efectos muy diferentes cuando se prescriben con otras drogas; aun así, este hecho no se ha extendido formalmente al terreno de la nutrición general o de la preparación deportiva.
La reciente proliferación de artículos occidentales acerca del valor ergogénico de sustancias como la creatina o los aminoácidos tiende a crear la impresión de que estos resultados son modernos y originales. Incluso una rápida revisión de revistas rusas como Theoriya i Praktika Fizicheskoi Kultury, Legkaya Atletika y publicaciones especializadas en fisiología, adaptación, nutrición y bioquímica revelan que estas sustancias fueron ya investigadas y utilizadas en Rusia antes de 1970. Está claro que la falta de familiarización de la mayoría de los científicos del ejercicio occidentales con la investigación rusa ha derivado con frecuencia en una considerable duplicación del trabajo, un desperdicio de recursos financieros y un retraso del progreso de la ciencia del deporte. Este hecho es también un fuerte factor motivante para la realización de este libro basado en la colaboración entre un científico ruso y uno occidental.
OBJETIVOS Y AUDIENCIA
Uno de los objetivos de este libro es mostrar cómo un mayor conocimiento del fenómeno de la fuerza puede permitir a un deportista desarrollar de forma consistente y segura todos los tipos de «fuerza especial» sin tener que recurrir al dopaje.
Aunque su título parezca implicar que está dirigido sólo al desarrollo de la fuerza en la competición deportiva, este libro ofrece una información que es relevante para todos los deportistas que requieran mejorar las cualidades relacionadas con la fuerza para una efectiva participación en cualquier forma de ejercicio físico. El término «entrenamiento de fuerza especial» empleado en este libro tiene un significado preciso para científicos y entrenadores rusos; su equivalente más cercano en occidente es «entrenamiento de fuerza específico de un deporte». Este concepto abarca todos los significados y métodos para desarrollar la «fuerza especial». Fuerza especial se refiere a la cualidad condicional particular que comprende una serie de factores relacionados con la fuerza y que determina un rendimiento motor eficiente y lleva a la excelencia deportiva (ver Capítulo 1).
De esta forma, este texto es claramente valioso no sólo para el deportista, entrenador, profesor de educación física y entrenador personal, sino también para los fisioterapeutas y médicos deportivos, cuya tarea es proporcionar formas específicas de rehabilitación musculoesquelética, las cuales requieren, en último término, mejorar la estabilidad y la movilidad a través de alguna forma de acondicionamiento físico basado en la fuerza. Por esta razón, en uno de los capítulos del libro se relaciona el entrenamiento especial de la fuerza con el sistema fisioterapéutico conocido como facilitación neuromuscular propioceptiva (FNP)
Uno de los principales fines de este libro es el de llenar uno de los vacíos en el campo aplicado del entrenamiento de la fuerza, esto es, la falta de una metodología científica para aplicar sistemáticamente los diferentes tipos de entrenamiento de fuerza que permitan la mejora del rendimiento deportivo, en particular al nivel internacional más elevado.
Otro importante fin es ampliar los limitados conceptos de fuerza y de condición física (fitness) que se han perpetuado en muchos libros de entrenamiento y textos de fisiología en Occidente. Estos libros identifican la mayoría de los componentes de la condición física tales como resistencia cardiovascular, resistencia muscular, fuerza y flexibilidad, pero generalmente no reconocen la existencia de componentes más específicos, como por ejemplo velocidad-fuerza, velocidad-resistencia, flexibilidad-fuerza y velocidad-fuerza-resistencia.
En consecuencia, los programas de entrenamiento deportivo que se han basado en estos simplistas modelos de condición física han padecido serias deficiencias en aspectos clave de la preparación deportiva.
Numerosos libros de entrenamiento de la fuerza y de culturismo han tenido también un profundo impacto en la utilización del entrenamiento de fuerza en el deporte. Algunos de ellos cubren los principios generales de un entrenamiento con pesas inespecífico tradicional de forma muy adecuada, mientras otros ofrecen el mismo compendio de ejercicios de acondicionamiento físico que se han venido utilizando desde principios de siglo. La proliferación de los centros de fitness dentro del sector comercial y de las revistas deportivas populares en occidente ha creado la, a menudo errónea, impresión de que en estos centros conocidos culturistas e instructores acreditados en academias privadas están suficientemente preparados como para proporcionar el entrenamiento de la fuerza a cualquier persona, incluyendo a los deportistas de elite. Más aún, muchos de los libros más populares acerca de la ciencia del ejercicio aplicada han sido escritos por científicos con un considerable conocimiento de fisiología cardiovascular, pero con una menor experiencia en el entrenamiento de la fuerza especial en el deporte.
Al mismo tiempo, algunos de los mejores expertos en entrenamiento de la fuerza se encuentran en Rusia y en los países del Este europeo, por lo que la gran mayoría de los profesores de educación física, entrenadores o científicos deportivos occidentales ven limitado su acceso a ellos. Donde existen traducciones al inglés de estos libros, éstas son normalmente literales y no interpretan adecuadamente la a menudo desconocida terminología y fisiología de los lectores occidentales. Que la información que transmiten es definitivamente valiosa está garantizado por el dominio de deportistas de estos países en la mayoría de los deportes olímpicos.
Por las razones aquí expuestas, la necesidad de un libro más amplio que versara sobre el acondicionamiento de la fuerza aplicado resultó obvio, especial-mente si se pudieran sintetizar los resultados científicos y prácticos de Oriente y Occidente. La nueva era de glasnost o «apertura» de la antigua Unión Soviética también parecía determinar que éste era el momento oportuno para llevar a cabo una empresa de este tipo.
LOS AUTORES
Este trabajo de cooperación única empezó cuando los autores se conocieron en Moscú en 1990 y llegó al punto culminante en 1991 cuando el Dr. Siff permaneció varias semanas en esta ciudad con su colega ruso, discutiendo sus