Historias que inspiran. Alonso Chamorro. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Alonso Chamorro
Издательство: Bookwire
Серия:
Жанр произведения: Сделай Сам
Год издания: 0
isbn: 9789996405419
Скачать книгу
alumno, según él, había terminado el cuadro. Llamó a su maestro para que lo evaluara, se acercó el maestro y observó la obra con detenimiento y concentración durante un rato.

      Entonces, le pidió al alumno la paleta y los pinceles. Con gran destreza dio unos cuantos trazos aquí y allá.

      Cuando el maestro le regresó las pinturas al alumno el cuadro había cambiado notablemente.

      El alumno quedó asombrado; ante sus propios ojos la obra había pasado de mediocre a sublime. Casi con reverencia le dijo al maestro:

      ¿Cómo es posible que con unos cuantos toques, simples detalles, haya cambiado tanto el cuadro?

      Es que en esos pequeños detalles está el arte. Contestó el maestro.

      Si lo vemos despacio, nos daremos cuenta que todo en la vida son detalles. Los grandes acontecimientos nos deslumbran tanto que a veces nos impiden ver esos pequeños milagros que nos rodean cada día.

      Un ave que canta, una flor que se abre, el beso de un hijo en nuestra mejilla, son ejemplos de pequeños detalles que al sumarse pueden hacer diferente nuestra existencia.

      Todas las relaciones, familia, matrimonio, noviazgo o amistad, se basan en detalles.

      Nadie espera que remontes el Océano Atlántico por él, aunque probablemente sí que le hables el día de su cumpleaños. Nadie te pedirá que escales el Monte Everest para probar tu amistad, pero sí que lo visites durante unos minutos cuando sabes que está enfermo.

      Se piensa a veces que la felicidad es como sacarse la lotería, un suceso majestuoso que de la noche a la mañana cambiará una vida miserable por una llena de dicha.

      Esto es falso, en verdad la felicidad se finca en pequeñeces, en detalles que sazonan día a día nuestra existencia.

      Nos dejamos engañar con demasiada facilidad por la aparente simpleza.

      No desestimes jamás el poder de las cosas pequeñas: una flor, una carta, una palmada en el hombro, una palabra de aliento o unas cuantas líneas en una tarjeta.

      Todas estas pueden parecer poca cosa, pero no pienses que son insignificantes.

      En los momentos de mayor dicha o de mayor dolor se convierten en el cemento que une los ladrillos de esa construcción que llamamos relación. La flor se marchitará, las palabras quizá se las llevará el viento, pero el recuerdo de ambas permanecerá durante mucho tiempo en la mente y el corazón de quien las recibió.

      ¿Qué esperas entonces? Escribe esa carta, haz esa visita, levanta el teléfono.

      Hazlo ahora, mientras la oportunidad aún es tuya. No lo dejes para después por parecerte poca cosa. En las relaciones no hay cosas pequeñas, únicamente existen las que se hicieron y las que se quedaron en buenas intenciones...

      Depende de la Forma

      Comunicación.

      Es importante cómo lo dices,

      dónde lo haces y cómo lo haces.

      Un Sultán soñó que había perdido todos los dientes. Después de despertar, mandó llamar a un sabio para que interpretase su sueño.

      –¡Qué desgracia, mi señor!, exclamó el sabio.

      Cada diente caído representa la pérdida de un pariente de vuestra majestad.

      –¡Qué insolencia! gritó el sultán enfurecido, – ¿cómo te atreves a decirme semejante cosa? ¡fuera de aquí!.

      Llamó a su guardia y ordenó que le dieran cien latigazos.

      Más tarde ordenó que le trajesen a otro sabio y le contó lo que había soñado. Este, después de escuchar al Sultán con atención, le dijo:

      –¡Excelso señor! gran felicidad os ha sido reservada. El sueño significa que sobrevivirás a todos vuestros parientes.

      Se iluminó el semblante del sultán con una gran sonrisa y ordenó que le dieran cien monedas de oro.

      Cuando éste salía del palacio, uno de los cortesanos le dijo admirado: –¡No es posible! La interpretación que habéis hecho de los sueños es la misma que el primer sabio. No entiendo porque al primero le pagó con cien latigazos y a ti con cien monedas de oro.

      Recuerda bien amigo mío, respondió el segundo sabio, que todo depende de la forma en el decir. Uno de los grandes desafíos de la humanidad es aprender a comunicarse.

      De la comunicación depende, muchas veces,

      la felicidad o la desgracia, la paz o la guerra.

      Que la verdad debe ser dicha en cualquier situación, de esto no cabe duda, más la forma con que debe ser comunicada es lo que provoca en algunos casos, grandes problemas.

      La verdad puede compararse con una piedra preciosa.

      Si la lanzamos contra el rostro de alguien, puede herir, pero si la envolvemos en un delicado embalaje y la ofrecemos con ternura ciertamente será aceptada con agrado.

      Moraleja:

      •El mismo mensaje se puede decir de varias formas.

      •El orden de los factores, si altera el producto.

      Practica en tu mente como se oye

      lo que vas a decir y después dilo

      de la mejor manera, para así poder

      obtener el mejor resultado.

      •El Propósito es decirlo de una forma en que se obtenga el si de la contraparte o el no, dependiendo de las circunstancias.

      •El asunto es comunicarse bien, hacerse entender.

      De Ti Depende

      Amor es mejor que Odio.

      Esta es la historia de un par de hermanos que vivieron juntos y en armonía por muchos años.

      Ellos vivían en granjas separadas pero un día cayeron en un conflicto, este fue el primer problema serio que tenían en 40 años de cultivar juntos hombro a hombro, compartiendo maquinaria e intercambiando cosechas y bienes en forma continua.

      Comenzó con un pequeño malentendido y fue creciendo hasta que explotó en un intercambio de palabras amargas seguido de semanas de silencio.

      Una mañana alguien llamó a la puerta de Luis

      Al abrir la puerta, encontró a un hombre con herramientas de carpintero.

      –“Estoy buscando trabajo por unos días”.

      Dijo el extraño, “quizás usted requiera algunas pequeñas reparaciones aquí en su granja y yo pueda ser de ayuda en eso”.

      –“Sí”, dijo el mayor de los hermanos, “tengo un trabajo para usted. Mire al otro lado del arroyo, en aquella granja vive mi vecino, bueno, de hecho es mi hermano menor.

      – “La semana pasada había una hermosa pradera entre nosotros pero él desvío el cauce del arroyo para que quedara entre nosotros. Él pudo haber hecho esto para enfurecerme, pero le voy a hacer una mejor.”

      – ¿Ve usted aquella pila de desechos de madera junto al granero? Quiero que construya una cerca de dos metros de alto, no quiero verlo nunca más.”

      El carpintero le dijo:

      –“Creo que comprendo la situación”.

      El hermano mayor le ayudó al carpintero a reunir todos los materiales y dejó la granja por el resto del día para ir por provisiones al pueblo.

      Cerca del ocaso, cuando el granjero regresó, el carpintero justo había terminado su trabajo. El granjero quedó con los ojos completamente abiertos, su quijada cayó.

      No había ninguna cerca de dos metros. En su lugar había un puente que unía las dos granjas a través del arroyo.

      Era una fina pieza de arte, con todo y pasamanos.