Si se realiza una lectura atenta del Ensayo lo que encontramos es una interacción entre la moderna economía política y el republicanismo clásico. En este sentido, tienen razón J. G. A. Pocock y Lisa Hill, el primero cuando califica al Ensayo como la obra «más maquiaveliana de las investigaciones escocesas»[56], y la segunda cuando subraya que «el trabajo de Ferguson representa un considerable esfuerzo por impulsar un espacio entre el clásico humanismo cívico, por un lado, y el emergente liberalismo, por el otro», lo que daría lugar a una tradición que podría denominarse como una suerte de «liberal-estoicismo»[57]. En suma, lo interesante de la propuesta moral y política del ilustrado escocés es que, a pesar de haberla construido en un entorno que mayoritariamente reivindicaba los presupuestos del liberalismo económico, no separa la mirada de los valores de la tradición republicana y busca constantemente situar lo político como componente medular de la sociedad civil.
[1] A. Broadie (2001), The Scottish Enlightenment, Edimburgo, Birlinn Ltd., p. 5.
[2] J. Keane (1988), «Despotism and Democracy. The Origins and Development of the Distinction between Civil Society and the State 1750-1850», en J. Keane (ed.), Civil Society and the State, Londres-Nueva York, Verso, p. 41.
[3] J. Small (1864), «Biographical Sketch of Adam Ferguson», Transactions of Royal Society of Edinburgh 23, p. 600.
[4] Véase R. B. Sher (1985), Church and University in the Scottish Enlightenment: The Moderate Literati of Edinburgh, Edimburgo, Edinburgh University Press.
[5] A. Carlyle (1910), The Autobiography of Dr. Alexander Carlyle of Inveresk, 1722-1805, John Hill Burton (ed.), Londres-Edimburgo, T. N. Foulis, p. 218.
[6] Véase R. B. Sher (1989), «Adam Ferguson, Adam Smith, and the Problem of National Defence», Journal of Modern History 61, 2, pp. 240-268.
[7] D. Hume (1932), The Letters of David Hume, J. Y. T. Greig (ed.), vol. I, Oxford, Clarendon Press, carta n.º 138, del 9 de agosto de 1757, pp. 261-263.
[8] D. Kettler (1965), The Social and Political Thought of Adam Ferguson, Ohio, Ohio State University Press, p. 57.
[9] De ahora en adelante me referiré a esta obra como el Ensayo.
[10] En francés se publicaron dos ediciones, una en 1783 y otra en 1796, bajo el título de Essai sur l’histoire de la société civile, traducida por Claude Bergier y Alexandre Meunier. La versión alemana, que corrió a cargo de C. F. Jünger, fue titulada Versuch über die Geschichte der bürgerlichen Gesellshaft y editada en Leipzig en 1768. En 1807, la obra fue traducida al italiano por P. Antonutti en Venecia, bajo el título de Saggio circa la storia di civile societá.
[11] Véanse las siguientes cartas que aluden al Ensayo: de James Beattie a Thomas Gray y respuesta; de lord Kames a Montagu y respuesta, así como Carta n.o 54, del 15 de junio de 1767, dirigida por el barón de Holbach a Adam Ferguson. Todas estas cartas se encuentran en Vincenzo Merolle (ed.) (1995), The Correspondence of Adam Ferguson, 2 vols., intr. de Jane Fagg, Londres, William Pickering & Chatto, Apéndice D, vol. II, pp. 546-547, y vol. I, pp. 77-78, respectivamente.
[12] En una carta que Hume escribiera a Hugh Blair le dice: «El éxito del libro, querido Dr., que usted menciona, tiene toda mi satisfacción debido a mi sincera amistad con su autor. Confieso que este éxito ha sido inesperado para mí. Tuve la esperanza e incluso la creencia de que yo estaba en un error y por ese motivo he vuelto a leer varias veces algunos de sus capítulos, pero con gran pesar confieso que no puedo cambiar mis opiniones. Sólo el paso del tiempo podrá decirnos si yo estaba o no equivocado». Carta de David Hume a Hugh Blair del 1 de abril de 1767, en D. Hume (1969), The Letters of David Hume, op. cit., vol. II, pp. 133-134.
[13] Me ocupo con más detalle de esta polémica en mi libro M.a I. Wences Simon (2006), Sociedad civil y virtud cívica en Adam Ferguson, Madrid, Centro de Estudios Políticos y Constitucionales, pp. 71 ss.
[14] Hume relató que, en una conversación acerca del libro de Ferguson que había mantenido con la señora Montague (una conocida anfitriona y escritora amateur de Londres quien tenía muchos amigos en el círculo intelectual de Londres y Edimburgo), ésta había manifestado su asombro por el estilo de Ferguson. Las palabras de Hume son: «Hace unos días estuve con la Sra. Montague, quien acaba de terminar de leer el libro con gran placer; le pregunté si estaba satisfecha con el estilo y que si no notaba un cierto sabor al país. Por supuesto, con mucho, respondió ella, parece casi imposible que alguien pueda escribir de esta manera, tan sólo un escocés». Carta del 19 de marzo de 1767 dirigida a William Robertson en D. Hume (1969), The Letters of David Hume, op. cit., vol. II, pp. 130-132.
[15] D. MacRae (1969), «Adam Ferguson», en T. Raison (ed.), Los padres fundadores de la ciencia social, Barcelona, Anagrama, p. 21.
[16] D. Kettler (1967), «The Political Vision of Adam Ferguson», Studies in Burke and his Time 9, pp. 776-777.
[17] D. Daiches (1996), «The Scottish Enlightenment», en D. Daiches, P. Jones y J. Jones (eds.): The Scottish Enlightenment 1730-1790. A Hotbed of Genius, Edimburgo, The Saltire Society, p. 24.
[18] J. Fagg (1968), Adam Ferguson: Scottish Cato, tesis doctoral inédita, Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill, p. 264.
[19] Véase la sección I de la primera parte del Ensayo.
[20] Ferguson considera que las operaciones de la mente y las del mundo material son uniformes, por tanto estas leyes hacen referencia a la uniformidad de la naturaleza, una idea que era «familiar en los ilustrados escoceses». L. Schneider (1967), Intr. a The Scottish Moralists on Human Nature and Society, L. Schneider (ed.), Chicago, University of Chicago Press, véase especialmente la parte II: «The Uniformity of Human Nature», pp. XXI ss.
[21] A. Ferguson (1994 [1769]), Institutes of Moral Philosophy. For the Use of Students in the College of Edinburgh, Londres, Routledge/Thoemmes Press, pp. 80 ss.