Según la Organización Internacional de Normalización (ISO)7 una norma es un documento que contiene requisitos, especificaciones, orientaciones o características que pueden ser usadas consistentemente para asegurar que materiales, productos, procesos y servicios sean adecuados para su propósito.
En el ámbito actual de globalidad, la tendencia es usar normas armonizadas entre las economías, con la implicación de que cada vez más normas nacionales reflejan con alta fidelidad los contenidos de normas internacionales. Esta situación convierte a las normas internacionales en aliadas de los países en desarrollo, pues constituyen hasta cierto punto un mecanismo de transferencia de tecnología por medio del cual, por ejemplo, los resultados de validación de métodos y resultados, a partir de evidencias científicas logrados por las economías con recursos para ello, son aprovechados por economías con menos recursos. Cabe una nota de advertencia a las economías menos poderosas en el sentido de que las normas establecen deberes, pero no siempre contienen las razones de éstos, cuya ignorancia podría dar lugar a una dependencia de estas reglas mayor de lo aconsejable por parte de las economías más débiles.
Es importante reconocer el nivel de obligatoriedad de las normas, distinguiendo aquellas cuya aplicación queda sujeta a la voluntad del interesado, y otras, encaminadas a asegurar el bien común sobre el bien individual, cuya observancia necesita ser obligatoria. Por ejemplo, entre las primeras se encuentran las relacionadas con terminología cuya aplicación es conveniente para facilitar la comunicación, mientras que en el grupo de obligatorias se hallan las que limitan la emisión de gases derivados de la combustión a la atmósfera.
Responsabilidades del estado. Regulaciones
De acuerdo con la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico, OCDE,8 las regulaciones se refieren al conjunto de instrumentos por los cuales los gobiernos establecen requisitos a empresas y ciudadanos. En particular, las regulaciones sociales son aquellas que “protegen el interés público, tales como la salud, la seguridad, el medio ambiente y la cohesión social”.
En México, las denominadas Normas Oficiales Mexicanas constituyen una parte de las regulaciones, concepto entendido como:9 “la regulación técnica de observancia obligatoria expedida por las dependencias competentes, conforme a las finalidades establecidas en el artículo 40, que determina reglas, especificaciones, atributos, directrices, características o prescripciones aplicables a un producto, proceso, instalación, sistema, actividad, servicio o método de producción u operación, así como aquellas relativas a terminología, simbología, embalaje, marcado o etiquetado y las que se refieran a su cumplimiento o aplicación”.
El gobierno tiene la responsabilidad de propiciar los beneficios para la sociedad, tanto mediante el incremento de la competitividad del país, como siendo garante de “los derechos de las personas a la protección de la salud y a un medio ambiente sano”.10
Entonces, ante el incremento en la aplicación de las nanotecnologías, se hace necesario un compromiso entre el avance tecnológico y la implementación de medidas, incluida la emisión de regulaciones, encaminadas a proteger a la sociedad de efectos potenciales indeseables de las mismas tecnologías.
A pesar de los esfuerzos realizados en los años recientes, el proceso para desarrollar acciones regulatorias adecuadas es complejo y prolongado. La posición que prevalece en este momento es hacia el uso de las disposiciones existentes adaptadas o revisadas para nanotecnología. Este enfoque, sin embargo, no es completamente satisfactorio y requiere de mejorar la situación actual.
Terminología
Nanoescala es un término que funge como común denominador en las nanotecnologías. Su definición está enfocada al tamaño:11
Nanoescala: intervalo de dimensiones de 1 nm a 100 nm, aproximadamente.
Nota 1: en este intervalo aparecen, aunque no de manera exclusiva, propiedades que no son extrapolaciones de un tamaño mayor. Para tales propiedades los límites del intervalo se consideran aproximados.
Nota 2: el límite inferior en esta definición (1 nm aproximadamente) se introduce para evitar la designación de átomos individuales y de pequeños grupos de átomos como nanoobjetos o elementos de nanoestructuras, lo que podría deducirse en ausencia de un límite inferior.
No obstante, se reconoce que lo relevante para las nanotecnologías son los fenómenos que ocurren a esa escala.
Adicionalmente, debe notarse que los límites de la nanoescala son difusos; no hay una frontera en tamaño absolutamente definida, fuera de la cual dejen de ocurrir los fenómenos que dan lugar a las muchas veces sorprendentes aplicaciones de las nanotecnologías.
Figura 1. La nanoescala en comparación con algunas dimensiones.
A partir del término “nanoescala” se está construyendo todo un sistema terminológico estructurado. A manera de muestra:
un nanoobjeto es el material con una, dos o tres dimensiones externas comprendidas en la nanoescala;
una nanopartícula es un nanoobjeto con las tres dimensiones externas en la nanoescala;
una nanofibra es un nanoobjeto con dos dimensiones externas similares en la nanoescala y la tercera dimensión significativamente mayor, y,
un nanotubo es una nanofibra hueca.
Este sistema incluye también la siguiente definición:12
Nanotecnología: aplicación del conocimiento científico para controlar y manipular la materia en la nanoescala con el fin de hacer uso de las propiedades y los fenómenos dependientes del tamaño y de la estructura, a diferencia de los asociados con átomos individuales o moléculas o con materiales en volumen.
COMERCIALIZACIÓN, TRANSPARENCIA
El comercio justo ha sido uno de los ideales de muchas generaciones. Tiene que reconocerse que, en general, las transacciones comerciales llevan como característica implícita la asimetría en la información: el vendedor sabe más de lo que vende que el comprador.
Con la finalidad de abordar esta responsabilidad, el marco normativo mexicano13 adopta como uno de sus principios básicos en las relaciones de consumo:
La información adecuada y clara sobre los diferentes productos y servicios, con especificación correcta de cantidad, características, composición, calidad y precio, así como sobre los riesgos que representen.
Adicionalmente, la legislación mexicana contempla este aspecto como motivo de la emisión de regulaciones14 al disponer que las normas oficiales mexicanas deban establecer, entre otros:
La determinación de la información comercial, sanitaria, ecológica, de calidad, seguridad e higiene y requisitos que deben cumplir las etiquetas, envases, embalaje y la publicidad de los productos y servicios para dar información al consumidor o usuario.
La legislación mexicana no es singular en cuanto a estas cuestiones, pues muchas economías han desarrollado legislaciones similares.
Entonces,