En el apartado exótico, se lleva la palma el magnífico diamante de Gould, una joya australiana criada en cautividad desde hace tiempo cuyas numerosas mutaciones a veces superan en belleza al original.
De África nos llegan las viudas del paraíso, con sus largas colas, los llamativos estorninos y muchos otros pajarillos de colores.
¿Nuestro sueño es triunfar en los concursos ornitológicos? Pues elijamos especies prolíficas como los diamantes mandarines, los gorriones japoneses o los periquitos, que nos garantizarán varias camadas al año. Sólo tendremos que prever el lugar y las instalaciones necesarias.
Tampoco podemos pasar por alto en este apartado las palomas diamantes, las tórtolas o las codornices pintadas, unas bolitas con patas de formas graciosas.
Tiempo para una afición
Una vez bien definido el tipo de pájaro, queda por plantear la última pregunta: «¿Cuánto tiempo le podremos dedicar?». Los canarios y las pequeñas aves exóticas granívoras se contentan con las operaciones cotidianas de alimentación y limpieza de la jaula, igual que los loros y las cotorras, mientras que los insectívoros y nectarívoros requieren algunas atenciones más.
Dónde comprar
Para ello disponemos de varias fuentes de abastecimiento: los amigos, los comercios especializados y las asociaciones de criadores.
La mayoría de ellos, por no decir todos, estarán encantados de mostrarnos sus criaderos y, para consolidar nuestra afición de principiantes, seguramente nos regalarán un joven ejemplar de la temporada. A partir de entonces habremos empezado a formar parte de la maquinaria. No nos impacientemos, porque nos darán todos los consejos necesarios: anillarlos, alimentarlos con el pienso adecuado, reconocer el sexo, etc. Al cabo de un tiempo, podremos participar en intercambios de ejemplares.
Son una buena solución si preferimos adquirir en el mismo lugar el animal, la jaula, los accesorios y la comida. Lo más prudente es acudir a una tienda ordenada, con jaulas limpias y sin una acumulación excesiva de animales.
Hay varias formas de ponerse en contacto con un criador: a través de un conocido o de los anuncios publicados en revistas especializadas. El criador, al contrario de lo que ocurre en las tiendas, seguramente nos venderá ejemplares nacidos en cautividad. Por otro lado, es la persona más indicada para aconsejarnos sobre la forma de alojar y criar el ejemplar elegido. El animal que nos entregue estará anillado.
Llegados a este punto, dispondremos de lo necesario para empezar a desarrollar nuestra nueva afición sin problemas.
Cada año se celebran exposiciones ornitológicas en muchas ciudades; en ellas, los criadores inscritos en la Federación Ornitológica Española (FOE) exponen sus mejores ejemplares. Estos certámenes son buenas ocasiones para conocer las especies y sus criadores.
Precauciones mínimas
Hoy en día es muy difícil que se venda un pájaro en un estado pésimo, ya que las tiendas especializadas deben cumplir una normativa de higiene y a los criadores les interesa conservar su buena reputación. Pese a todo, la compra exige un mínimo de atención. La tentación de comprar es una química compleja entre el hombre y el producto (el pájaro), y a veces se materializa de forma inesperada en lugares como mercados o ferias, donde el comprador se siente más libre, se acerca a las jaulas y acaba comprando. Este proceso, a veces, reserva sorpresas desagradables. ¿Quién sabe si los pájaros han sido transportados en malas condiciones o comprados y revendidos en más de una ocasión y, por tanto, sometidos a situaciones de estrés?
Hay que tener en cuenta algunas reglas:
– si es posible, elegir un ejemplar joven;
– no actuar con prisas y no dudar en hacer preguntas al vendedor;
– examinar bien el pájaro.
En teoría, el ejemplar joven vivirá más tiempo. Por otro lado, podremos formarnos una idea de la fecha del primer celo y, si se trata de un loro, será más fácil enseñarle a hablar.
Es conveniente observar los pájaros con paciencia. Los hay dominantes y sumisos, robustos y enfermizos. Aunque esté desplumado, es preferible optar por un pájaro vivaz que salta alegremente de una barra a otra y que nos mira con sana curiosidad antes que por un animal con el plumaje desgreñado o que claramente está acurrucado en forma de bola.
Cogemos el animal con la mano y le inspeccionamos todas las partes del cuerpo. En primer lugar, le soplaremos las plumas del vientre para verle el pecho y el abdomen.
• El abdomen hinchado es un síntoma de trastornos digestivos más o menos graves (diarrea, enteritis, hepatitis). El pájaro puede haberse contaminado durante el transporte al permanecer en contacto con otros animales.
• El esternón delgado y la quilla saliente pueden ser síntomas de una enfermedad digestiva o respiratoria (ambas debilitan al animal); también puede tratarse de una alimentación inadecuada o escasa.
• Los ojos deben ser claros, sin indicios de secreciones purulentas (conjuntivitis causadas por picotazos o por falta de limpieza en la jaula).
• La nariz debe estar limpia y sin mucosidades (coriza).
• Las patas deben verse sin costras ni escamas; las manchas blancas entre los dedos son un síntoma de micosis. Una uña rota o la falta de un dedo no son motivos para desestimar la compra.
• El plumaje debe aparecer brillante, compuesto y sin claros; es importante comprobar la posible presencia de parásitos (piojos). Si las plumas están pegadas, sólo hay que limpiarlas con un pincel mojado en agua tibia y un poco de jabón.
• El pico debe estar entero y sin malformaciones; los posibles restos de comida pueden ser síntoma de hepatitis o enteritis.
Después del examen soltaremos el animal y lo observaremos unos minutos más. Las plumas deben adherirse nuevamente al cuerpo. En los criaderos de calidad estas precauciones serán más rápidas, ya que los animales se encuentran en condiciones ideales.
Épocas para la compra
En las tiendas se venden pájaros a lo largo de todo el año, pero las posibilidades de elección son limitadas. Si queremos una oferta más amplia, podemos dirigirnos a las asociaciones ornitológicas o ponernos en contacto con los criadores.
La peor época para comprar aves es el verano, porque todos los pájaros, salvo los papagayos, realizan la muda completa del plumaje. Esta fase es bastante delicada desde el punto de vista de la salud y los pájaros no están precisamente en su mejor momento estético. Durante el resto del año se pueden comprar sin problemas, preferiblemente después de la muda y la estación reproductiva (que suele ser la primavera salvo para los pájaros provenientes de Australia, que es el otoño).
Muy importante: las aves exóticas de importación deben ser cedidas con una factura o la autorización CITES para el comercio de aves sujetas a una reglamentación internacional especial. No debemos dudar en pedirla, ya que es indispensable en caso de inspección.
La cotorra, junto con el canario, es el pájaro de compañía más popular
El pájaro en casa
Cualquier pájaro que se compra debe alojarse en una instalación con las dimensiones adecuadas, dependiendo del tamaño del animal y de los planes que se tengan para el futuro; es decir, si se piensa en la reproducción o sólo se quiere un animal de compañía.
La instalación
Como