Jim L. Ramírez Figueroa
Los hechos en el precedente
Fundamentos para un uso adecuado
del precedente constitucional
Prólogo de
Luiz Guilherme Marinoni
LIMA, 2020
Los hechos en el precedente
Fundamentos para un uso adecuado del precedente constitucional
© Jim L. Ramírez Figueroa
Yachay Legal - Primera edición digital, julio 2020
ISBN EBook: 9786124827808
©2020: Corporación Yachay SAC
Para su sello editorial YACHAY LEGAL
Calle Andalucía 119 - Of. 302, Pueblo Libre - Lima 15084 – Perú
Telf. (+51) 963 576 341 | [email protected]
Diagramación: Adriana J. Mallqui Luzquiños
Diseño de portada: Danitza M. Hidalgo Velit
Edición impresa:
Yachay Legal, primera edición, julio de 2020
ISBN: 9786124827839
Todos los derechos reservados. Queda prohibida la reproducción total o parcial de esta obra, bajo ninguna forma o medio, electrónico o impreso, incluyendo fotocopiado, grabado o almacenado en algún sistema informático, sin el consentimiento por escrito de los titulares del Copyright.
Yo quiero saber por qué el gato maúlla,
verde por fuera, rojo por dentro es la sandía.
Yo quiero saber, no quiero dormir
lo que ahora pasa aquí voy a descubrir.
Yo quiero saber, por qué es la Luna
yo tengo tantas preguntas,
¿por qué salta la pulga?
Yo quiero saber, no quiero dormir
lo que ahora pasa aquí voy a descubrir. *
* “Yo quiero saber” es una de las canciones que se suele escuchar en la serie animada “El mundo de Luna”, una serie de origen brasileño, creada y dirigida por Celia Catunda y Kiko Mistrorigo y producida por TV Pingüim.
A Christopher Jim y Diana Sophia, porque los hijos, como decía José de Saramago, son seres que nos prestaron para un curso intensivo de cómo amar a alguien más que a nosotros mismos, y de cómo cambiar nuestros peores defectos para darles los mejores ejemplos.
Agradecimientos
Realizar una investigación es un proceso largo y difícil. En el camino vas descubriendo la necesidad de extender las manos para buscar un poco de ayuda, la misma que no solo se constriñe a cuestiones académicas, sino también, para hacer frente al desánimo y el cansancio.
En ese camino, he contraído múltiples deudas con todas las personas que, de alguna manera, me ayudaron a encontrar la senda que me llevó a concluir este trabajo. Han sido muchos los profesores de derecho de nuestro país y del extranjero, los que se han tomado la molestia de leer mis correos y responderlos, en muchos casos adjuntando lecturas sobre mis consultas. A todos ellos infinitas gracias.
Desde un inicio sabía bien lo que quería hacer, pero necesitaba contar con un guía que orientara mis ideas, que discutiera conmigo mis oscilaciones y, sobre todo, que me impulsara hacer un buen trabajo. No sé si lo logré, pero sí sé que todo lo bueno que puedan encontrar en esta investigación, es gracias al apoyo incondicional que recibí del profesor Renzo Cavani. A él, mi gratitud eterna.
Además, debo agradecer al profesor Christian Delgado Suárez, con quien intercambié ideas a lo largo de la elaboración de esta investigación, producto del cual recibí valiosas sugerencias y observaciones. Pero no sólo eso, sino que además me ayudo con la traducción del prólogo.
Quisiera agradecer también al profesor Luiz Guilherme Marinoni, quien con su reconocida generosidad y calidad humana, no ha tenido el más mínimo inconveniente en escribir el prólogo de este libro; gesto que me honra grandemente, pues desde que pensé en publicar esta investigación mi deseo ha sido siempre que el mencionado profesor escribiera el prólogo.
Finalmente, a mamá Tica, Dianita, Christopher Jim y Diana Sophia, por ser mi principal soporte emocional, pues gracias a ellos no he sido doblegado por el desánimo y el cansancio; por el contrario, me han ayudado a comprender que mi andar por estos lares recién ha comenzado.
Prólogo
Hace diez años no se hablaba de precedentes obligatorios o vinculantes en Brasil. En el año 2008, cuando estuve como visiting scholar en la Columbia University, percibí la importancia del tema de los precedentes, cuando pasé a investigar las teorías relacionadas al asunto y los modelos técnicos inherentes a su aplicación. Percibí que el sistema de precedentes, además de no ser un atributo propio del common law —como falsamente se propaga— es indispensable para cualquier sistema jurídico realmente empeñado en tutelar la seguridad jurídica y en promover la igualdad y libertad.
Publiqué mi primer libro sobre el tema en el año 20101, habiendo recibido severas críticas de aquellos aun presos al mito de que el juez del civil law, por estar sometido a la ley, no tiene necesidad de respetar los precedentes de las Cortes Supremas. Fue cuando quedó claro que el problema de los precedentes también exigía la reconfiguración de la función de las Cortes Supremas, hasta hoy sometidas a la idea de la tutela de la norma contenida en la ley y de la simple corrección de las decisiones de los tribunales ordinarios.2 Al final, la formación de un precedente requiere una Corte consciente de su tarea de atribuir sentido al derecho, garantizando la previsibilidad y la igualdad de la distribución de justicia.
Un tiempo después pude constatar que el verdadero problema era de origen cultural o de acomodamiento a un sistema de justicia que, al negar un valor moral básico para que el ciudadano pueda vivir en un Estado de Derecho y la previsibilidad indispensable para que el empresario exista y pueda colaborar con el desarrollo de la economía, se le otorgaba libertad al Juez para decidir sin ningún compromiso con el Derecho y con el Poder del cual forma parte. No fue difícil establecer un vínculo entre una cultura que sustenta la posibilidad del hombre de resistirse a la ley que lo perjudica mediante el uso de sus relaciones personales y un sistema en el que se supone es natural la aplicación diferenciada del Derecho para casos iguales.3
América Latina ha sido un terreno fértil para el surgimiento de gobiernos populistas o que pretenden ser agradables al pueblo mediante la destrucción de la racionalidad económica, del Derecho y de la verdadera función del Poder Judicial. Lo que hoy sucede en Venezuela y lo que también ya ocurrió en otros países de América Latina es prueba genuina de que la perversidad política anda de manos con la inseguridad jurídica y con la aplicación aleatoria del Derecho, en provecho de lobistas travestidos de abogados y de amigos de gobiernos autoritarios y corruptos.
No solo por estar interesado en el tema sino también por tener la preocupación con su desarrollo adecuado en América Latina, me siento extremadamente grato y honrado con la oportunidad de escribir el prólogo del importante libro del colega Jim L. Ramírez Figueroa, titulado “Los Hechos en el Precedente: