La dolarización oficial de la economía ecuatoriana es un hito en la historia monetaria mundial. Con ella se abre un nuevo capítulo y 20 años más tarde se comprueba la otrora imposible tesis de eliminar la injerencia de los Bancos Centrales locales y devolverle poder político al ahorrista. Con su inmediata y persistente popularidad masiva, la dolarización constituye una barrera real al crecimiento del gasto público y a los planes clientelistas políticos.
Consecuentemente, su fortaleza trasciende lo monetario e incide directamente en lo político y social. Actuando como germen del respeto a la propiedad privada en una sociedad con pocas instituciones, reintroducir la institucionalidad a través de la moneda es el camino más fácil y eficiente para empezar a crear el camino hacia la libertad. Su popularidad le otorga la cualidad de hacer que eventualmente otras instituciones extractivas se vayan acomodando a su realidad. Una realidad conforme con el comercio, la propiedad y un mínimo gobierno. El reciente regreso en el Ecuador a la coherencia entre política y dolarización brinda mucha esperanza que finalmente podremos implementar las medidas necesarias que complementen las fortalezas de la dolarización en vez de pelearlas.
Bien harían nuestros países vecinos, desde la Patagonia hasta el Río Grande, eliminar sus Bancos Centrales y adoptar el dólar. No solo es justo defender la propiedad privada de la moneda de la expoliación sino también hace más eficiente el cálculo económico, permitiendo así desatar mayor riqueza. La experiencia ecuatoriana es pionera y contundente de que se puede implantar una institución inclusiva en medio del caos que con el tiempo impide el crecimiento de Leviatán al mismo tiempo que destruye una institución extractiva (Banco Central), en defensa de los derechos individuales y de propiedad. Falta mucho por recorrer para escribir la última historia sobre dolarización, pero nos alegra haber podido plantar una nueva semilla en aquel “jardín monetario” que tan elocuentemente ilustra Friedman en su libro Money Mischief: Episodes in Monetary History.
En el IEEP nos llena de orgullo haber triunfado en la batalla de las ideas. Desde su génesis como idea imposible hasta ahora su vigésimo aniversario, los capítulos a continuación son una contribución de varios expertos y participes directos en el proceso dolarizador del Ecuador. En estas páginas encontraremos temas desde las tareas pendientes, el proceso, los desafíos así como enfoques sobre su aplicación en la Argentina y El Salvador. La diseminación del conocimiento adquirido por el pueblo ecuatoriano es de primordial importancia para el resto de Latinoamérica.
Para aquella generación que ya creció en un Ecuador dolarizado, la institucionalidad de la moneda ya es consuetudinario. Lejos queda la posibilidad para ellos, de una Venezuela. Sin embargo, debemos recalcar la importancia de la dolarización en haber evitado ese destino. Depende de ustedes defender lo ganado y continuar la labor en pos de la libertad. Defender la propiedad privada, el ahorro y al individuo empieza por la moneda, pero no es una condición que resuelva problemas endémicos como la corrupción. Recae en ustedes los jóvenes la tarea de aprender y valorar la estabilidad monetaria ganada en los últimos años. Por eso, en el IEEP seguimos nutriendo de ideas, mediante publicaciones como esta que esperamos sea un aporte invaluable en el estudio y aplicación de la dolarización para futuras generaciones.
En esta obra, los estudiantes del fenómeno monetario iniciado por el IEEP en el Ecuador, en el año 1999, podrán encontrar mucho material valioso. Documentos históricos de primera mano que cubren eventos históricos del pasado, son elementos fundamentales del estudio de la evolución de nuestro pensamiento. Los primeros capítulos fueron publicados al poco tiempo de iniciada la dolarización oficial del Ecuador. Estos sirven de marco y referencia del clima económico en el cual se adoptó por primera vez en la historia monetaria la adopción voluntaria de una moneda extranjera como medio de pago universal.
En ese entonces, como cualquier pensamiento radical, su mención era cuestionable, su aplicación era imposible. Comprobando el poder de las ideas, el IEEP lideró un hito en la historia monetaria mundial y continúa divulgando y fortaleciendo el conocimiento de este fenómeno monetario. Con ese fin, hemos invitado a varios participes que han sido parte de este proceso a que nos den sus reflexiones. En el libro encontrarán importantes antecedentes, mitos que han sido desmentidos con el tiempo, así como consideraciones microeconómicas y macrosociales como la creación de la institucionalidad en el país. Autores extranjeros estudiosos y proponentes de la dolarización nos brindan perspectivas países dolarizados ambos espontáneamente (Argentina ) como oficialmente (El Salvador).
La experiencia del Ecuador con la dolarización y las tareas pendientes
Pedro Romero Alemán
Universidad San Francisco de Quito USFQ
Dora de Ampuero
Instituto Ecuatoriano de Economía Política, IEEP
La dolarización no es un tipo de cambio fijo sino un nuevo sistema monetario financiero
Han transcurrido dos años desde que el gobierno del Ecuador anunció que el dólar de los Estados Unidos reemplazaría el sucre como unidad de cuenta y medio de cambio. Con esta medida, el gobierno del presidente Jamil Mahuad intentó detener la debacle económica que atravesaba el país por efectos del grave deterioro del poder adquisitivo del sucre y la pérdida de confianza de la ciudadanía en la moneda oficial. La decisión de dolarizar se efectuó a pesar de la reticencia del Fondo Monetario Internacional, los bancos multilaterales y muchos “expertos” nacionales y extranjeros, que indicaron que el Ecuador no reunía los requisitos necesarios para adoptar un sistema de cambio fijo. Sin embargo, al cabo de dos años, se muestran resultados positivos en lo que respecta a estabilidad monetaria, reducción de la inflación y las tasas de interés y la recuperación de la confianza del público en una moneda estable.
Al principio no se entendía que al dolarizar cambiarían las perspectivas de los agentes económicos, que la gente al tener dólares iba a tener más confianza en la moneda y que el gobierno había perdido la posibilidad de imprimir su propio dinero. Esto es ya generalmente aceptado, sin embargo, lo que no se ha comprendido plenamente es que la dolarización no es simplemente un régimen de cambio fijo sino que es un sistema monetario-financiero que abre posibilidades al Ecuador no solo de mantener internamente una inflación de un solo dígito, sino de integrarse financieramente al mundo, al mercado de capitales.
Un elemento fundamental e inherente al sistema de dolarización es la integración financiera —ver “Ideas de libertad” n.o 67— que desafortunadamente no se implementó al mismo tiempo que la dolarización. La misma se basa en permitir la entrada de bancos privados internacionales que sirvan de intermediarios entre el mercado local y el mercado internacional de capitales; es decir, que los bancos puedan asignar indistintamente sus fondos financieros al interior o exterior del país. De esta manera, nuestro sistema financiero se podrá integrar al sistema financiero internacional.
No se trata, entonces, de que los bancos internacionales manejen únicamente las operaciones de empresas multinacionales, sino que puedan desempeñar las mismas funciones que cualquier banco local. La dolarización atraerá más capitales al país cuanto más rápido se integre financieramente el sector bancario local con el exterior. La integración financiera hará más competitiva