2 Los relatos sobre el nacimiento de JesúsUno es de Mateo[9] y el otro de Lucas.[10] Son relatos independientes que narran distintos acontecimientos, que resultan complementarios de una misma historia. Tienen en común que los narran de manera muy ligada con textos del Antiguo Testamento. El relato de Mateo continuamente explica los acontecimientos con citas bíblicas. El de Lucas narra los acontecimientos con palabras de los libros antiguos, haciendo alusiones implícitas y, cosa extraña en el estilo de Lucas, tiene muchos semitismos, por lo que se ha propuesto que sigue el modelo de un género literario judío, un “misdrash hagágico”, es decir, una interpretación de la Escritura mediante narraciones.[11]En estos relatos se cuenta una historia que ya estaba anunciada en la Escritura, aunque veladamente. Por eso es también una historia que da su pleno significado a la palabra, relata los acontecimientos anunciados, por ejemplo, la profecía de Isaías de que una virgen concebirá, que se verifica en el hecho de la concepción virginal de Jesús en María. La fuente de estos relatos, que parecen haber sido conservados en la memoria de los discípulos como “tradiciones familiares”, no puede ser otra que María o el mismo Jesús.[12] Lucas alude a lo primero, cuando afirma que ella guardaba estas cosas, es decir, las que él ha narrado, en su corazón y las pudo haber comunicado a sus íntimos, y al mismo Lucas, quien hace la narración de la concepción y nacimiento de Jesús desde la perspectiva de María.[13]Jesús, quien en varios pasajes explica a los discípulos, con base en las Escrituras, que tendría que padecer y morir,[14] especialmente cuando se aparece resucitado a los discípulos de Emaús[15] y, mientras camina con ellos, les explica todos los pasajes de las Escrituras que se referían a Él. Bien pudo ser que en vida Jesús, mientras caminaba con sus discípulos, les explicara las Escrituras en lo referente a su nacimiento. Mateo, uno de los doce, pudo tener como fuente esas palabras de Jesús, y por eso su relato, compuesto desde la perspectiva del padre legal de Jesús, de José, está lleno de referencias al Antiguo Testamento.Una peculiaridad de ambos relatos es que los personajes principales que intervienen en ellos, María y José, son personas que hacen oración, es decir, que están en un diálogo continuo con Dios, lo cual explica que Dios les hable, a María, por medio de un ángel, y a José, en sueños. Quien tiene experiencia en la oración, en el diálogo del hombre con Dios, no verá extraño que las narraciones digan que Dios habla realmente a los padres de Jesús.Los dos relatos, si bien son diferentes, coinciden en puntos esenciales: que María concibió sin haberse unido a un varón, el tiempo y el lugar en que ocurrió el nacimiento, y el nombre Jesús que sus padres deberán poner al niño.Ambos relatos, antes de narrar el nacimiento, se refieren a sendos anuncios del nacimiento. Lucas cuenta el anuncio a María; Mateo, el hecho a José. Lucas relata un anuncio previo, el del nacimiento de Juan el Bautista, hecho a Zacarías.
3 El relato de LucasComienza con la narración de los anuncios de dos nacimientos: el de Juan el Bautista y el de Jesús, con lo cual se resalta la unidad entre la historia de Juan y la de Jesús.A. La anunciación a Zacarías[16]Lucas es el único evangelista que narra la anunciación de Juan el Bautista, pero los cuatro evangelios coinciden en la importancia de Juan, por lo que todos relatan el inicio de la vida pública de Jesús en relación con las actividades de Juan el Bautista. Flavio Josefo también habla de Juan el Bautista, al que le presta más atención que a Jesús.La anunciación a Zacarías está enraizada en el ambiente del Antiguo Testamento. Zacarías es un sacerdote, y también su esposa Isabel es descendiente de familia sacerdotal, de Aarón. De ambos se dice que eran “justos ante Dios y caminaban intachables en todos los mandamientos y preceptos del Señor”.[17] El anuncio sucede en el templo, el día en que toca a Zacarías incensar el altar, en preparación al sacrificio del cordero. Toda la escena se corresponde con la vida ordinaria de Jerusalén y especialmente de un sacerdote.Dentro del templo, sin testigos, aparece un ángel, que anuncia a Zacarías que su mujer, Ana, quien era estéril, dará a luz un hijo, al que deberá nombrar Juan. En el relato de Lucas hay un detalle realista, que ha permitido reconstruir la escena: el ángel, dice, estaba “de pie a la derecha del altar del incienso”.[18] Es un relato parecido a los que hay en las escrituras de otras mujeres estériles, como Sara, esposa de Abraham, o Ana, madre de Samuel, que conciben gracias al poder de Dios. La semejanza significa que Juan, como todos esos niños, proviene de Dios, de modo particular.El ángel continúa su anuncio y dice que el niño deberá llamarse Juan, y que tiene una misión especial, para la cual estará preparado, pues estará “lleno del Espíritu Santo ya desde el vientre de su madre”. Su misión será preceder al Señor de Israel, “con el espíritu y el poder de Elías”, para “convertir los corazones de los padres hacia los hijos y a los desobedientes a la prudencia de los justos”, a fin de preparar al Señor un pueblo perfecto. La misión encomendada se encuadra en la escritura. En la profecía de Malaquías,[19] pronunciada unos quinientos años antes, se lee: “Vean que envío a mi mensajero a preparar el camino delante de mí”,[20] y más adelante: “Vean que yo les enviaré al profeta Elías antes de que llegue el día del Señor, grande y temible. El reconciliará el corazón de los padres con los hijos y el corazón de los hijos con los padres, para que no venga yo a golpear la tierra con el exterminio”.[21]Para un sacerdote judío, tal anuncio no sería tan sorprendente, y menos para Zacarías que, según dice el texto, había hecho oración pidiendo un hijo. Sin embargo, Zacarías dudó y el ángel entonces reveló su nombre: Gabriel, y le dijo que en castigo por su incredulidad quedaría mudo, hasta que naciera el niño.[22] Al salir del templo, no podía hablar, y de eso pudieron dar testimonio todos los judíos que asistían al templo en ese momento.Cuando terminó su turno en el templo, regresó Zacarías a su casa; se unió a su mujer, ella concibió y pasaron cinco meses de gestación.B. La anunciación a María y la concepción virginal de Jesús[23]Sucede en un ambiente totalmente distinto al de la anunciación de Juan, fuera de Jerusalén y fuera del templo; en una pequeña villa de Galilea llamada Nazaret, en el interior de una casa pobre. El anuncio se hace no a un sacerdote, sino a una niña, de alrededor de quince años, “a una virgen desposada con un varón de nombre José, de la casa de David.[24] El nombre de la virgen se llamaba María”.[25] Hay, sin embargo, varias conexiones entre aquella anunciación y ésta: en ambas, el mensajero es el ángel Gabriel; la anunciación de María se conecta cronológicamente con la de Juan, pues ocurre cuando Isabel estaba en su sexto mes; y, además, María e Isabel eran parientes.1. El saludo del ángel. El relato de Lucas dice que el ángel entró donde estaba la Virgen, y le saludó con estas palabras: “Dios te salve, llena de gracia, el Señor es contigo”, y que la Virgen se turbó al oír tal saludo, por lo que el ángel le dijo: “No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios”.[26]Es de notar que el saludo no es el acostumbrado entre los judíos, no le desea la paz, sino que es una exhortación a la alegría, fundada en que el Señor “es