Acontecimientos Subjetivantes. Carlos José Zubiri. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Carlos José Zubiri
Издательство: Bookwire
Серия:
Жанр произведения: Философия
Год издания: 0
isbn: 9789878722306
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of Contents

      "Al lado de todo hombre ocupado y preocupado,

       convive una gran mujer".

       Le dedico este libro a Fatima Komarevich,

       "mi compañera siempre".

      Por Pato Leguizamón

      Vaya con las premisas que se desmoronan, ¡las que no han tenido demasiado sustento! Alguna vez he defendido la idea de que la pasión no se podía escribir, que no podía explicarse en letras, que solamente se transmitía de manera personal para que sea más efectiva, y que todo era mejor decirlo en contacto real con las personas. Una idea, un sueño, un proyecto...

      En una de las primeras entrevistas realizadas, fue inevitable dejarse llevar por ese romanticismo que muchos han vivido y conservan de su época de estudiante, por cada uno de los pasos y convites que fueron llevando al enamoramiento de su carrera, épocas brillantes del más puro conocimiento y de una formación profesional, hoy añorada. Quien tiene o ha tenido la posibilidad de conocer al autor de este libro en alguna circunstancia seguramente coincidirá en dos aspectos.

      El humano, en el cual sobresalen los auténticos valores que necesitamos siempre para que una sociedad siga conservando atisbos de esperanza, comprometido, preocupado y ocupado, presente y con una integridad que jamás se ha enviciado de nada que lo corra de su camino ético.

      El profesional, es de los mayúsculos, de los distintos, de los que no se encuentran tan fácilmente, en estos tiempos de abandono intelectual. Carlos es libro y autor siempre, es una invitación constante a la lectura, al pensamiento y a la reflexión. El aula y su consultorio son sus trincheras, desde ahí les da valor a sus nobles herramientas a las que sigue renovando de manera permanente e inclaudicable para construir con la palabra.

      Ha cumplido 25 años de profesión, pero sería un despropósito expresar que en estos “acontecimientos subjetivantes” está escrito “todo” el saber de este animal de la intelectualidad. La pasión por seguir aprendiendo y enseñando es lo que lo sostiene y lo proyecta.

      Consecuentemente con esta tarea, el autor expone en este libro no solo sus vivencias como licenciado en Psicología en la versión más genuina, sino que lo enriquece con el análisis sociológico, filosófico y educativo de muchas de las problemáticas que nos hacen pensar y reflexionar en nuestra condición de seres humanos en un mundo mejor.

      Como docente, ha manifestado tener inconvenientes para reconocerse en el discurso educativo institucionalizado, pues… este libro será de los indispensables para la lectura inteligente, instigador del arte de pensar en la educación como el acto más revolucionario de todos los tiempos.

      Como enorme profesional, ojalá todos los Marcos alguna vez se encuentren con un Zubiri, porque es la más humana y cálida de las guías para ayudar a abrir las puertas cerradas.

      Acontecimientos subjetivantes es la palabra que construye.

      Por Luciano Avoledo

      Dicen que la moda es lo que cambia y que el estilo prevalece, esta obra denota un escrito realizado con estilo, un estilo propio, característico. Este es un aspecto que me parece importante, la búsqueda de un estilo, sin parecerse a alguien en el momento de escribir.

      Por otra parte es un escrito complejo, con temas muy profundos, lo que genera en el lector cierta información de intriga y de incógnita y lleva a la búsqueda permanente de mayor información.

      De la lectura del texto se observa en el autor una identificación e influencia de Silvia Bleichmar y Marcelo Viñar (dos psicoanalistas rioplatenses exquisitos). La propuesta de problematizar la subjetividad desde una mirada psicoanalítica se presenta como un intento de sustentar un cambio en este mundo moderno y materialista, una tentativa que resulta interesante y rica. Se van proponiendo temas actuales, con mucha pertinencia en los sucesos de nuestros días, que pueden resultar de interés para la población en general. Con recursos y pensamientos que pueden contribuir influyendo en el desarrollo, tanto individual como colectivo.

      Es un libro que, al leerlo, genera deseos de seguir leyendo, moviliza, genera cierta emoción para continuar con la lectura sin interrupción.

      Hay escritos y libros que están confeccionados sobre la base de las necesidades del lector, en este caso observo lo contrario, se nota una forma de escribir basada en la necesidad imperiosa de proyectar desde el interior temáticas y pensamientos que ha comulgado en su historia con el conjunto de conocimientos y experiencias que se han adquirido en un vasto recorrido. Inconscientemente, quizá, lo que se escribe aquí no está pensado con el fin de observar si va a ser del agrado de los lectores, está escrito con la subjetividad del autor, con lo que siente, desde sus experiencias, sin pensar obsecuentemente en los potenciales leyentes.

      En este primer libro se torna difícil expresar agradecimiento, porque, si esta es una experiencia de tantos años, uno se ve tentado de recordar a tanta gente que ha acompañado, con sus inolvidables momentos, aquellas constructivas experiencias.

      Comienzo por mis padres, les agradezco muchas cosas, pero por sobre todo, haber compartido conmigo la idea de que los cambios humanos significativos son culturales. También por haber hecho de la biblioteca el espacio más importante de la casa.

      A Luciano Avoledo por su ayuda y su crítica técnica del libro. A Artemisa, por su empuje y acompañamiento en la organización de la obra, su diseño, preparación y sus comentarios alentadores y ansiosos que me permitieron dar término a este escrito que tenía pendiente desde hace un buen tiempo.

      A Patricia (Pato) Leguizamón, por su ayuda inicial, con entrevistas que luego serían escritos elaborados y refinados.

      Por último agradezco con toda mi reconocimiento a todos mis alumnos y pacientes, personas hermosas de las que he aprendido demasiado, quizá lo esencial de mi formación.

      Siento que he peregrinado con mucha intensidad y dedicación en el ámbito de las ciencias humanas y sociales. Desde fines de 1986 (año en el que ingreso a la Universidad Nacional de Córdoba [UNC] – Facultad de Filosofía y Humanidades – Escuela de Psicología) hasta la fecha, he recorrido el vasto terreno donde habitan seres vivos con afectos y sentimientos diversos. Advierto que este lapso transcurre como un tiempo vivencial en el cual he desempeñado mi ardua y generosa dedicación en el ámbito de la filosofía, el psicoanálisis y la educación, a través de una labor clínica y docente, como condición estructural de la edificación de ese entramado sustancial que define la complejidad que supone la “construcción de subjetividad”.

      Una vida de empatía afectiva, escucha, respeto al otro, sin juicio de valor sobre todo lo conocido, valores perimidos de una ética que desde el psicoanálisis sabemos sostener, a pesar de los embates de las nuevas costumbres psi reduccionistas.

      Al pensar en múltiples ideas para compartir en estas páginas, observo este tiempo “posmoderno” como una era donde se producen innumerables procesos psicológicos, sociales, económicos, filosóficos, políticos, antropológicos, que, lejos de contener y elaborar procesos para la evolución creativa y profunda de la humanidad, parecen imprimir una época delineada, evidentemente, por procesos de decadencia y degradación de la vida subjetiva.

      Este diagnóstico se ve reflejado por la presencia de singulares síntomas psicosociales que le otorgan características primarias (en términos freudianos) o concretas (en términos constructivistas) a este tiempo, todos ellos emparentados con cierta trivialidad inestable del sujeto que parece contribuir de manera poco plástica, deleznable y ambigua; dilapidando la lograda humanización de otras épocas.

      Esta problemática no me detiene, por el contrario, motiva mi necesidad de seguir pensando, como dicen los filósofos más encumbrados, “allá donde se pueda seguir pensando”.

      Hace