Es un loco. Se la estaba jugando con Carlos. No sé ni cómo ha podido aguantar sin darle un puñetazo. Con lo mal que lleva que un gay le diga algo.
Mi vecino decide irse no sin antes volver a provocar al pobre. Tras marcharse, por fin reina la paz.
—¡Dios! ¿Cómo puedes aguantar a un personaje así? —profiere Carlos con cierta pincelada de desagrado en el tono de su voz.
—¡Ja, ja, ja! No siempre se alborota de esta manera. Le has gustado, eso es todo. Ya le dije que eras guapíííííísimo y que seguro que le gustarías a él también.
—¡¿Cómo?! —dice un tanto irritado por mi confesión.
—Vale, vale… Vamos, déjalo ya. No creo que te vuelva a molestar de esa manera. Ya sabes… estaba emocionado.
—¡Sííí, claro! ¡O emocionada! Vaya plumaje que se gasta el pieza ¯dice Andrea—. Anda… que a este le quitaba yo la pluma con lo bueno que está.
¡Ja, ja, ja! —reímos los tres.
Parece que mi vecino ha conseguido su objetivo. Los dos piensan que es una loca. Para mí es un alivio. El pobre Alex se ha empleado a fondo. Seguramente, ha pensado que cuanto más inoportuno fuera y más plumas hubiera comido, más convencidos quedarían ambos del poco peligro que representa.
Конец ознакомительного фрагмента.
Текст предоставлен ООО «ЛитРес».
Прочитайте эту книгу целиком, купив полную легальную версию на ЛитРес.
Безопасно оплатить книгу можно банковской картой Visa, MasterCard, Maestro, со счета мобильного телефона, с платежного терминала, в салоне МТС или Связной, через PayPal, WebMoney, Яндекс.Деньги, QIWI Кошелек, бонусными картами или другим удобным Вам способом.