El carácter de la depuración que hoy se persigue no es sólo punitiva, sinó también preventiva. Es necesario garantizar a los españoles que con las armas en la mano y sin regateos de sacrificio y sangre salvan la causa de la civilización, que no se volverá a tolerar, ni menos a proteger y subvencionar a los envenenadores del alma popular primeros y mayores responsables de todos los crímenes y destrucciones que sobrecogen al mundo y han sembrado de duelo la mayoría de los hogares honrados de España. [...] los individuos que integran esas hordas revolucionarias, cuyos desmanes tanta espanto causan, son sencillamente los hijos espirituales de catedráticos y profesores que, a través de instituciones como la llamada «Libre de Enseñanza», forjaron generaciones incrédulas y anárquicas. Si se quiere hacer fructífera la sangre de nuestros mártires es preciso honrar y enaltecer a los inspiradores del mal, mientras se reservaban los castigos para las masas víctimas de sus engaños. Tres propuestas pueden formular las Comisiones depuradaras, conforme a la Orden de 10 de noviembre, a saber: 1. Libre absolución para aquéllos que puestos en entredicho hayan desvanecido los cargos de haber cooperado directa o indirectamente a la formación del ambiente revolucionario. 2. Traslado para aquéllos que, siendo profesional y moralmente intachables hayan simpatizado con los titulados partidos nacionalistas vascos, catalán, navarro, gallego, etc., sin haber tenido participación directa o indirecta con la subversión comunista-separatista, y 3. Separación definitiva del servicio para todos los que hayan militado en los partidos del «Frente Popular» o Sociedades secretas, muy especialmente con posterioridad a la revolución de octubre y de modo general los que perteneciendo o no a esas agrupaciones hayan simpatizado con ellas u orientada su enseñanza o actuación profesional en el mismo sentido disolvente que las informa. (Apud, Benet, 1973: 326-327.)
Calia contrarestar amb tots els mitjans l’acció educativa, laica i normalment liberal dels mestres, ja a l’abril del 1937 s’havia denunciat en la zona ocupada per les tropes franquistes que «en casi todos los pueblos en donde estalló la revolución, como en la generalidad de todos los pueblos de España, el agente soviético más eficaz era el maestro de escuela. Alguien le ganaba la infame partida, superando las malas artes de su venenosa faena: la maestra»17. Segons Beevor (2005) a tot l’estat espanyol, practicament una quarta part dels mestres va ser purgada, al voltant d’uns quinze mil. D’aquests, uns sis mil van patir inhabilitació total, tres mil van ser suspesos temporalment i uns altres sis mil se’ls va revocar la plaça. Com a exemple comenta el cas de Lugo on van ser depurats gairebé tots els mestres que no havien fet la seua «darrera lliçó», és a dir, que no els havien afusellat.
El món educatiu i dels infants no sols rebia una poderosa repressió sinó que se’l feixistitzava. D’aquesta manera podrien dirigir millor la ment de la futura societat. A l’escola, hom començava cada dia formant braç en alt i cantant el «Cara al sol». A més, els programes aprovats pel Ministerio de Educación Nacional del govern del general Franco s’inspiraven, totalment, en la ideologia feixista18. I els llibres de text no tenien cap desaprofitament didàctic. Per exemple, un que es va encarregar per part del Ministerio a José María Pemán, que duia per títol La Historia de España contada con sencillez. Para los niños... y para muchos que no lo son (1939). Portava una observació preliminar on es podia llegir un dels motius del llibre: «sobreexcitar y utilizar esa gran fuerza infantil, hasta ahora desaprovechada en España, que es el entusiasmo y la facilidad para «tomar partido». Los niños tienden por instinto a la adhesión fervorosa y al proselitismo tajante». On demostrava, molt bé, la seua coneixença de la psicologia infantil, i de com utilitzar-la pedagògicament. Un altre llibre que tampoc no refusa aquest aspecte és el titulat Catecismo Patriótico Español, declarat obra de text per a les escoles per l’ordre del Ministerio, datada 1’1 de març de 1939, segons consta en el mateix llibre, on demostra el profund coneixement filològic de l’autor:
[...] -¿Por qué decís que la lengua castellana será la lengua de la civilización del futuro? -La lengua castellana será la lengua de la civilización del futuro porque el inglés i el francés, que con ella pudieron compartir esta función, son lenguas gastadas, que van camino de una disolución completa. -¿Se habla en España otras lenguas más que la castellana? -Puede decirse que en España se habla sólo la lengua castellana, pues aparte de ésta tan sólo se habla vascuence que, como lengua única, sólo se emplea en algunos caseríos vascos y quedó reducido a funciones de dialecto por su pobreza lingüística y filológica. -¿Cuáles son los dialectos principales que se hablan en España? -Los dialectos principales que se hablan en España son cuatro: el catalán, el valenciano, el mallorquín y el gallego. (Menéndez-Reigada, 1939: 11-12.)
A propòsit d’aquest aspecte, podríem entrar d’una manera més profunda en la repressió de qualsevulla de les llengües que es parlen a la península, a excepció, és clar, del castellà. Aquesta passa a ser l’única llengua que hi existeix, com hem pogut comprovar en el text de Menéndez-Reigada, i al mateix temps, també, és la llengua del Movimiento i de l’Imperio que tant anhelaven els falangistes. Recordem les consignes en pasquins o pintades a la paret que proclamaven: «Si eres español, habla español» o «Si eres español, habla el Idioma del Imperio». És evident que un dels objectius principals de l’alçament dels militars va ser l’esfondrament de tot allò que tingués alguna relació amb la recuperació de les llibertats nacionals dels pobles de la península. I la llengua n’és l’eix fonamental. Així es proclamava en les Bases del Nuevo Estado: «España es una unidad de destino en lo universal. Toda conspiración contra esa unidad es repulsiva. Todo separatismo es un crimen que no perdonaremos». Per al general Franco, la seua concepció del nou estat era ben palesa: «El carácter de cada región será respetado, pero sin perjuicio para la unidad nacional, que la queremos absoluta, con una sola lengua, el castellano, y con una sola personalidad, la española». (Franco, 1939: 202, també en Benet, op. cit.: 98.)
Ernesto Giménez Caballero, un dels ideòlegs més importants del feixisme espanyol, acabada la guerra es va dedicar a visitar els camps de concentració i les presons de gran part del territori dels Països Catalans, per arengar els vençuts. En els seus discursos es pot apreciar on arriba el seu sadisme; per exemple, el que va pronunciar a Barcelona en Radio Nacional Española:
Cataluña: te habla un español que te quiere. Y te quiere, como los españoles de la meseta castellana hace siglos te aman: con ‘pasión’. Con la misma pasión que se quiere una mujer. Y la pasión, ya lo sabes, va desde el despojamiento más abnegado de nuestra propia dignidad hasta la ira terrible de esa dignidad exacerbada: hasta el crimen, que por eso se ha llamado ‘pasional’. «Quien bien te quiere te hará llorar», [o] «La maté porque era mía [...]. (Giménez Caballero, 1942: 17-22.)
O un altre que va fer a Alacant, la darrera ciutat que va caure en mans del franquisme, en recordar-la d’una forma espantosa per ser l’indret on es va afusellar José Antonio Primo de Rivera. Sempre, però, amb el seu estil embogit i inflamat, inconfusible:
¿Qué has hecho, Alicante, qué has hecho? [...] Me pareció que sobre ti llovía sangre. Que tu suelo estaba encharcado de sangre [...] y de sangre me pareció tu mar [...] Si de todas las ciudades de España fuiste tú la de mayor pecado, tú has de ser, de todas las ciudades de España, la que mayor servicio, abnegación y fervor has de ofrecer al Caudillo y a nuestro porvenir [...]. (Apud, Ramos, op. cit.)
Per part de les noves autoritats hi havia una voluntat ben explícita d’esborrar les llengües i les cultures i qualsevol manifestació externa que pogués evocar l’existència d’una personalitat diferenciada de «l’autènticament espanyola». Cal comentar, però, que la repressió de la llengua duta a terme pel nou estat, era diferent segons la realitat sòcionacional de cada territori. Això es percep d’una manera prou evident