TELESFORO M. HERNÁNDEZ
La criminología en la Universidad de Valencia: Enrique de Benito y de la Llave (1920-1930)
JUAN LUIS POLO RODRÍGUEZ
Leyes y cánones en la Real Audiencia de Quito
II REPÚBLICA, GUERRA Y DICTADURA
Un apunte sobre la editorial España, 1929-1935
La Universidad de Valencia durante la Guerra Civil
Resistencias en la Academia frente a las dictaduras ibéricas de los años veinte (1923-1932)
La Universidad de Valencia primorriverista y centralista: la cátedra Luis Vives
MANUEL MARTÍNEZ NEIRA
La depuración de la Administración de justicia durante la Segunda República
ANTONIO MERCHÁN
La Universidad de Primo de Rivera y Luis Jiménez de Asúa: una trinchera frente a la dictadura
La facultad de Derecho salmantina entre 1900 y 1931: un primer acercamiento
LÍNEAS DE INVESTIGACIÓN Y POLÍTICAS UNIVERSITARIAS
Los diez de la Taula. Profesores valencianos en los inicios de la transición democrática
Instituciones forales valencianas en las primeras tesis de doctorado en Derecho
La Universidad de Kikwit de la República Democrática del Congo: evolución histórica
Una aproximación a los Anales de la Universidad de Valencia
Líneas de investigación sobre la Universidad de Salamanca. Década 2007-2018/19
LUIS E. RODRÍGUEZ-SAN PEDRO BEZARES
PRÓLOGO
En los años de cambio de siglo –a comienzos del segundo milenio– la historiografía sobre las universidades alcanzaba cotas elevadas. Apareció entonces una ambiciosa historia de las europeas, bien informada y construida: los cuatro volúmenes de A History of the University in Europe,1 editados por Walter Rüegg y Hilde De Ridder-Symoens, con otros colaboradores. De Ridder-Symoens fue profesora de historia medieval en la universidad libre de Ámsterdam y de moderna en Gante. Walter Rüegg, hombre de varia formación, estudió filología clásica y economía y enseñó en Zúrich historia de las ciencias del espíritu –humanidades–, después sociología en Frankfurt.
En paralelo, se iban publicando los volúmenes de Le università dell’Europa, coordinados por Gian Paolo Brizzi y Jacques Verger, profesores de Bolonia y París, notables especialistas, junto a otros investigadores. Una edición ilustrada, lujosa, también de alto nivel.2
Era imprescindible una visión europea general, porque las ciencias y saberes que las universidades investigan y enseñan son universales. No cabe reconstruir desde un centro aislado, ni siquiera desde todas las universidades y escuelas de un país o nación, porque el conocimiento se intercambia y complementa a nivel internacional, aunque algunas estén a la cabeza y otras en la cola. Hoy sería necesaria una perspectiva mundial, aunque ya desde la antigüedad y la edad media algunos conocimientos y técnicas procedían del Islam, la India, China…3
Había precedentes en esa dirección hacia el estudio conjunto de las universidades. Cuando a fines de los sesenta empezábamos a investigar su pasado, nos pusimos en contacto con la International Comission for the History of Universities, creada por el profesor de Ginebra Sven Stelling-Michaud, y pronto integrada en el comité internacional de ciencias históricas. Estaba presidida por Domenico Maffei y Antonio García y García representaba a España.4 Gracias a esa conexión pudimos conocer tendencias y avances de la historiografía europea en diversas reuniones, en Bad Homburg, Eichstätt o en Alcalá. En 1990 este grupo organizó una mesa sobre universidades en el XVII congreso internacional de ciencias históricas de Madrid, donde Mariano Peset presentó los modelos de su estructura y poderes