El arte de educar jugando. Silvia Álava. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Silvia Álava
Издательство: Bookwire
Серия: Tu vida en positivo
Жанр произведения: Сделай Сам
Год издания: 0
isbn: 9788412361681
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      A continuación abordaremos qué capacidad para prestar atención tienen los niños según la edad y a proponer ejercicios concretos que ayudan a desarrollar el autocontrol y la capacidad de prestar atención según su etapa evolutiva. Además, se proponen ejercicios para estimular cada uno de los tres tipos de atención: atención selectiva, atención sostenida y control atencional.

       De 0 a 3 años

      En esta etapa la atención es principalmente involuntaria, es decir, los niños tienen poca capacidad para prestar atención durante un tiempo sostenido a algo concreto. Se considera que a partir de los 2 años son capaces de prestar atención durante unos cinco o siete minutos. Este es el tiempo durante el cual se les puede entretener haciendo una misma tarea sin que se agoten, y después necesitarán cambiar de actividad. A continuación se presentan algunos juegos que son apropiados para el desarrollo de la atención en el periodo de 0 a 3 años.

       ¡Lo bueno se hace esperar!

      Para qué. Para empezar a desarrollar autocontrol, ya que es fundamental que el niño aprenda a demorar obtener lo que le gusta. Si le enseñamos desde pequeño a esperar un poco antes de conseguir aquello que desea, le estaremos enseñando a que según crezca comience a tener autocontrol y sepa esperar.

       Cómo

      1. Los padres o encargados del niño somos los responsables de motivarle y guiarle en el autocontrol. Por ejemplo, mostrándole algo que sabemos que quiere mucho y que deseará tomar, como una pintura mientras hacemos un dibujo. Lo que haremos es tratar de conseguir que demore el tomarlo, es decir, que espere un poco más de lo que desea.

      2. Este tiempo se irá alargando muy poco a poco según vaya consiguiendo éxito en el juego, de forma que adquiera paulatinamente más autocontrol, siendo capaz de esperar de forma tranquila un tiempo mayor.

      3. Al principio le puede generar alguna pequeña frustración; por ello será bueno incrementar el tiempo poco a poco y que le motivemos anticipándole que si espera, obtendrá lo que quiere, por ejemplo: «tienes que decirme el color de la pintura si quieres que te la dé».

      4. Como al inicio no tendrá autocontrol, tendremos que ejercerlo nosotros, y por eso seremos los encargados de darle la pintura, en lugar de que la elija él.

      5. Este ejercicio se hace con cosas que desea mucho porque precisamente el carácter gratificante y motivador de conseguir lo que desea se asociará a la espera y se fortalecerá, de forma que irá interiorizando eso que de forma popular nos han enseñado: «lo bueno se hace esperar».

      Algunas variaciones de este juego son las siguientes:

      • Tiene que decir el color de los lacasitos, las construcciones, las pinturas… antes de dárselos.

      • Le ponemos la pelota o el juguete cada vez más lejos y le animamos a que vaya a por ella. ¡Lo tiene que conseguir solo!

      • Hacemos una carrera a por la pelota y debe esperar en la línea de salida hasta que contemos hasta, por ejemplo: tres, cinco, diez…

      Cuándo. Este ejercicio se puede incorporar en la dinámica de otros juegos. Por ejemplo, «te voy dando las piezas de las construcciones, pero me tienes que decir antes el color de la pieza». Cuando leemos un cuento por la noche podemos decirle que es necesario terminar una página o cuento entero antes de pasar a otro. También se desarrolla el autocontrol cuando le pedimos que recoja los juguetes antes de sacar otros.

      En la hora de la comida es posible jugar a que nos diga el nombre del alimento, si ya lo conoce, antes de llevárselo a la boca. Le enseñará a no comer de forma impulsiva o con ansia, lo que suele suceder con los alimentos que les gustan mucho y cuando ya son ellos los responsables de llevárselos a la boca.

       ¿Dónde está mi pelota?

      Para qué. Para empezar a desarrollar lo que se conoce como atención selectiva; esta capacidad nos ayuda a discriminar lo importante de lo que no lo es. Requiere fijarse en los detalles y también pararse a analizar y diferenciar. Si le enseñamos desde pequeño a desarrollar la atención selectiva, aprenderá a aplicar el autocontrol a una tarea específica. Esto requiere pararse a buscar algo sin despistarse entre el conjunto de cosas y lograr su objetivo, como buscar una pieza de puzle entre las demás o los calcetines entre la ropa, o incluso aprender a diferenciar unas letras del abecedario de otras.

       Cómo

      1. Se trata de pedirles que busquen un objeto, por ejemplo, una pelota, entre un conjunto de cosas en una habitación que está llena de objetos interesantes, colores… que captan su atención y les distraen. Los niños fácilmente pierden el interés en buscar la pelota, y tendremos que insistir.

      2. Se recomienda proponer como un reto el juego de encontrar la pelota para aumentar su motivación o bien pedirle que busque algo que sabemos que desea mucho, ya que la motivación de encontrarlo hará que se esfuerce, desarrolle la paciencia y a la vez sea capaz de lidiar con la pequeña frustración que genera tardar en encontrar algo que quiere de forma inmediata.

      3. La forma de complicar este juego es hacer más difícil la discriminación, y para ello puede pedírsele que busque, por ejemplo, una ficha de construcción entre muchas otras fichas parecidas pero no idénticas.

      Algunos ejemplos son los siguientes:

      • Escondemos la pelota y tiene que buscarla.

      • Tiene que buscar la ficha de color amarillo entre todas las demás.

      • Mezclamos garbanzos con lentejas y tiene buscar todos los garbanzos y separarlos.

      • Juegos del tipo encontrar las diferencias.

      Cuándo. Este ejercicio se puede realizar en el parque junto con otros niños; también se puede hacer en la cocina mientras preparamos un plato o durante la hora del baño. Cuando vamos al supermercado, también podemos pedirle que busque una fruta determinada.

       De 3 a 6 años

      En esta etapa del desarrollo sigue predominando la atención involuntaria, pero, dado que la capacidad para prestar atención de forma voluntaria aumenta con la edad, ya se les puede pedir que permanezcan haciendo una misma actividad durante aproximadamente quince minutos. Las actividades a esta edad deben variar cada poco tiempo si queremos que mantengan la atención y que estén entretenidos, y para ello es recomendable considerar que su concentración continua en una actividad la podrán mantener durante unos quince minutos.

       ¡Laberintos!

      Para qué. Para entrenar el autocontrol, la tolerancia a la frustración, la paciencia y el control de la impulsividad. Buscar la salida de un laberinto es un conocido ejercicio que resulta muy útil para que vayan probando a buscar la solución a un problema. Para salir del laberinto el niño tiene que detenerse a pensar para planificar el camino adecuado y buscar la única salida correcta. Con este ejercicio tiene que pararse a planificar su camino