Santa Biblia - Reina-Valera, Revisión 1909 (Con Índice Activo). Dios. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Dios
Издательство: Bookwire
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Жанр произведения: Философия
Год издания: 0
isbn: 4064066374679
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dijo á Josué: Levanta la lanza que tienes en tu mano hacia Hai, porque yo la entregaré en tu mano. Y Josué levantó hacia la ciudad la lanza que en su mano tenía.

      19Y levantándose prestamente de su lugar los que estaban en la emboscada, corrieron luego que él alzó su mano, y vinieron á la ciudad, y la tomaron, y apresuráronse á prenderle fuego.

      20Y como los de la ciudad miraron atrás, observaron, y he aquí el humo de la ciudad que subía al cielo, y no tuvieron arbitrio para huir ni á una parte ni á otra: y el pueblo que iba huyendo hacia el desierto, se volvió contra los que le seguían.

      21Josué y todo Israel, viendo que los de la emboscada habían tomado la ciudad, y que el humo de la ciudad subía, tornaron, é hirieron á los de Hai.

      22Y los otros salieron de la ciudad á su encuentro: y así fueron encerrados en medio de Israel, los unos de la una parte, y los otros de la otra. Y los hirieron hasta que no quedó ninguno de ellos que escapase.

      23Y tomaron vivo al rey de Hai, y trajéronle á Josué.

      24Y cuando los Israelitas acabaron de matar á todos los moradores de Hai en el campo, en el desierto, donde ellos los habían perseguido, y que todos habían caído á filo de espada hasta ser consumidos, todos los Israelitas se tornaron á Hai, y también la pus

      25Y el número de los que cayeron aquel día, hombres y mujeres, fué doce mil, todos los de Hai.

      26Y Josué no retrajo su mano que había extendido con la lanza, hasta que hubo destruído á todos los moradores de Hai.

      27Empero los Israelitas tomaron para sí las bestias y los despojos de la ciudad, conforme á la palabra de Jehová que él había mandado á Josué.

      28Y Josué quemó á Hai y redújola á un montón perpetuo, asolado hasta hoy.

      29Mas al rey de Hai colgó de un madero hasta la tarde: y como el sol se puso, mandó Josué que quitasen del madero su cuerpo, y lo echasen á la puerta de la ciudad: y levantaron sobre él un gran montón de piedras, hasta hoy.

      30Entonces Josué edificó un altar á Jehová Dios de Israel en el monte de Ebal,

      31Como Moisés, siervo de Jehová, lo había mandado á los hijos de Israel, como está escrito en el libro de la ley de Moisés, un altar de piedras enteras sobre las cuales nadie alzó hierro: y ofrecieron sobre él holocaustos á Jehová, y sacrificaron víctimas p

      32También escribió allí en piedras la repetición de la ley de Moisés, la cual él había escrito delante de los hijos de Israel.

      33Y todo Israel, y sus ancianos, oficiales, y jueces, estaban de la una y de la otra parte junto al arca, delante de los sacerdotes Levitas que llevan el arca del pacto de Jehová; así extranjeros como naturales, la mitad de ellos estaba hacia el monte de Ge

      34Después de esto, leyó todas las palabras de la ley, las bendiciones y las maldiciones, conforme á todo lo que está escrito en el libro de la ley.

      35No hubo palabra alguna de todas las cosas que mandó Moisés, que Josué no hiciese leer delante de toda la congregación de Israel, mujeres y niños, y extranjeros que andaban entre ellos.

      Josué Capítulo 9

      1Y ACONTECIO que como oyeron estas cosas todos los reyes que estaban de esta parte del Jordán, así en las montañas como en los llanos, y en toda la costa de la gran mar delante del Líbano, los Hetheos, Amorrheos, Cananeos, Pherezeos, Heveos, y Jebuseos;

      2Juntáronse á una, de un acuerdo, para pelear contra Josué é Israel.

      3Mas los moradores de Gabaón, como oyeron lo que Josué había hecho á Jericó y á Hai,

      4Ellos usaron también de astucia; pues fueron y fingiéronse embajadores, y tomaron sacos viejos sobre sus asnos, y cueros viejos de vino, rotos y remendados,

      5Y zapatos viejos y recosidos en sus pies, con vestidos viejos sobre sí; y todo el pan que traían para el camino, seco y mohoso.

      6Así vinieron á Josué al campo en Gilgal, y dijéronle á él y á los de Israel: Nosotros venimos de tierra muy lejana: haced pues ahora con nosotros alianza.

      7Y los de Israel respondieron á los Heveos: Quizás vosotros habitáis en medio de nosotros: ¿cómo pues podremos nosotros hacer alianza con vosotros?

      8Y ellos respondieron á Josué: Nosotros somos tus siervos. Y Josué les dijo: ¿Quién sois vosotros y de dónde venís?

      9Y ellos respondieron: Tus siervos han venido de muy lejanas tierras, por la fama de Jehová tu Dios; porque hemos oído su fama, y todas las cosas que hizo en Egipto,

      10Y todo lo que hizo á los dos reyes de los Amorrheos que estaban de la otra parte del Jordán; á Sehón rey de Hesbón, y á Og rey de Basán, que estaba en Astaroth.

      11Por lo cual nuestros ancianos y todos los moradores de nuestra tierra nos dijeron: Tomad en vuestras manos provisión para el camino, é id al encuentro de ellos, y decidles: Nosotros somos vuestros siervos, y haced ahora con nosotros alianza.

      12Este nuestro pan tomAmós caliente de nuestras casas para el camino el día que salimos para venir á vosotros; y helo aquí ahora que está seco y mohoso:

      13Estos cueros de vino también los henchimos nuevos; helos aquí ya rotos: también estos nuestros vestidos y nuestros zapatos están ya viejos á causa de lo muy largo del camino.

      14Y los hombres de Israel tomaron de su provisión del camino, y no preguntaron á la boca de Jehová.

      15Y Josué hizo paz con ellos, y concertó con ellos que les dejaría la vida: también los príncipes de la congregación les juraron.

      16Pasados tres días después que hicieron con ellos el concierto, oyeron como eran sus vecinos, y que habitaban en medio de ellos.

      17Y partiéronse los hijos de Israel, y al tercer día llegaron á sus ciudades: y sus ciudades eran Gabaón, Caphira, Beeroth, y Chiriath-jearim.

      18Y no los hirieron los hijos de Israel, por cuanto los príncipes de la congregación les habían jurado por Jehová el Dios de Israel. Y toda la congregación murmuraba contra los príncipes.

      19Mas todos los príncipes respondieron á toda la congregación: Nosotros les hemos jurado por Jehová Dios de Israel; por tanto, ahora no les podemos tocar.

      20Esto haremos con ellos: les dejaremos vivir, porque no venga ira sobre nosotros á causa del juramento que les hemos hecho.

      21Y los príncipes les dijeron: Vivan; mas sean leñadores y aguadores para toda la congregación, como los príncipes les han dicho.

      22Y llamándolos Josué, les habló diciendo: ¿Por qué nos habéis engañado, diciendo, HabitAmós muy lejos de vosotros; una vez que moráis en medio de nosotros?

      23Vosotros pues ahora sois malditos, y no faltará de vosotros siervo, y quien corte la leña y saque el agua para la casa de mi Dios.

      24Y ellos respondieron á Josué, y dijeron: Como fué dado á entender á tus siervos, que Jehová tu Dios había mandado á Moisés su siervo que os había de dar toda la tierra, y que había de destruir todos los moradores de la tierra delante de vosotros, por esto

      25Ahora pues, henos aquí en tu mano: lo que te pareciere bueno y recto hacer de nosotros, hazlo.

      26Y él lo hizo así; que los libró de la mano de los hijos de Israel, para que no los matasen.

      27Y