Secretos del autodominio, pg. 15:
Los patrones vibratorios de la llama violeta son los únicos que son accesibles tanto desde arriba –a través del chacra de la coronilla y las técnicas de la respiración sagrada–, como desde la Tierra. Visualiza esta hermosa llama que surge bajo tus pies, rodea tu cuerpo, mientras transmuta cualquier frecuencia vibratoria discordante que te ronde, antes de irradiar esta llama sagrada al mundo mediante círculos concéntricos cada vez más grandes.
Es por ello por lo que las llamas violetas del interior de la Tierra son tan críticas para el proceso de transformación. Para ayudar a la humanidad y a la Tierra a facilitar el proceso de ascensión, es crítico que la llama violeta de la transformación esté disponible para transmutar los patrones vibratorios discordantes a medida que se liberen.
Como recordarás, introdujimos el concepto de energía espiritual en forma de rayos en Espiritualidad unificada del Creador. Este libro presenta más información sobre el uso de los rayos, al igual que los ejercicios espirituales que recomendamos. La llama violeta, en cierto sentido presenta un mayor plantel de situaciones en que podemos usarla, ya que es uno de los dos únicos rayos que podemos irradiarle directamente a otra persona sin generar karma negativo. El otro es el rayo de la Diosa, el rayo rosa de amor divino. Podemos irradiar libremente estos dos rayos a otras personas, y ellos (y sus guías) tienen la opción de ignorar la energía ofrecida, aceptarla y usarla, o dejarla aparte para usarla más adelante. De este modo nada se pierde, aunque posiblemente pudiera rechazarse.
Los otros rayos sirven para uno mismo, o incluso en nombre de otro, pero su finalidad no es que irradien directamente a otras personas. La razón es que el uso de los otros rayos de un modo espiritual adecuado comporta un acto de volición, una elección activa que debe emanar del libre albedrío.
Secretos del autodominio, pg. 16:
La ley universal establece que los dos únicos rayos que se te permite irradiarle a otra persona son la llama violeta y el rayo rosa de amor divino. Estas energías bendecidas se incorporan directamente al campo aural de la persona deseada, y están disponibles si se desea sacar partido de esta bendición. Cualquier otra intención es una violación del libre albedrío de la otra persona.
Algunos posibles usos de la llama violeta:
Transmutar energía negativa de tu aura o campo energético.
Transmutar energía negativa creada por ti durante el día.
Transmutar energía negativa de acontecimientos pasados.
Limpiar energía negativa de tu casa o de cualquier otro espacio que ocupes (como la habitación de un hotel o similar).
Enviar energía a otra persona que necesite transmutar energía negativa creada o recibida de alguien más.
Cómo usar la llama violeta
El empleo de la llama violeta requiere intención. Como punto de partida, sigue estos pasos. Una vez te sientas cómodo con el proceso, es muy probable que lo adaptes a tu forma de ser, o mejor aún, a cada situación individual.
Determina qué quieres hacer.
Asegúrate de que pasa la prueba del «radar del corazón» y ratificas que es una elección espiritual positiva.
Asegúrate de que sea benéfico, útil y necesario.
Elige al destinatario, seas tú, otra persona o situación.
Emplea los sentidos espirituales para anteponer la persona o situación a tu conocimiento de la forma más cómoda para ti. O bien utiliza la visualización, y atiende a las palabras que escuches mientras describes mentalmente la situación y lo que quieres hacer, o bien escucha a tu fuero interno para conocer tu intención y lo que deseas hacer.
Visualiza o pon tu intención en la llama violeta mientras atraviesa a la persona o situación.
Conserva esta intención hasta que sientas espiritualmente que el trabajo ha concluido, lo cual a menudo se percibe como una sensación de finalización, una sensación de que has hecho suficiente.
Hay otras formas de emplear la llama violeta que veremos en otra sección del libro, donde introduciremos el concepto de creación de un espacio espiritual en forma de pirámide espiritual en la que es posible realizar parte de nuestra labor espiritual. Este proceso servirá para que te inicies y te sientas cómodo aplicándolo mucho antes de llegar a esa sección del libro.
Eliminación del miedo y los juicios de valor
El miedo y los juicios de valor crean serias limitaciones espirituales. Ambos son emociones negativas que emanan del ego y ambos son barreras negativas que nos alejan de nuestro verdadero Yo espiritual. Ninguna de estas emociones negativas puede existir en presencia del amor, que es el estado natural del alma. Superar el miedo y los juicios de valor forma parte esencial de nuestro crecimiento espiritual.
Miedo
Examinemos primero el miedo. Por razones de claridad, no estamos hablando de la reacción del cuerpo que experimentas cuando, por ejemplo, te persigue un gran carnívoro dispuesto a devorarte. Ese miedo no es realmente miedo; es una singular forma de angustia, un estado aumentado de conciencia y una acción que es una reacción física a la adrenalina. Se ha «integrado» en nuestros cuerpos físicos a lo largo de cientos de miles de años de vida física y peligros asociados. El miedo del que hablamos aquí es un miedo emocional, creado por tus ideas y sentimientos.
Todos perdemos el miedo en cierto punto de nuestro progreso espiritual, porque aprendemos a vivir en nuestro verdadero estado espiritual de amor, y dicha perspectiva nos permite vivir sin generar miedo. Cuando gozas de una perspectiva superior que emana del amor, eres más capaz de comprender la verdadera naturaleza de la realidad, asumes la verdad de que generamos la mayor parte del miedo que sentimos, y que realmente no hay nada que temer en la mayoría de las circunstancias de nuestras vidas cotidianas.
Aunque existen diversos enfoques, debido a las limitaciones de este libro te ofrecemos solo un método de base espiritual para gestionar el miedo y aprender a reducir o eliminar su impacto en la vida. En gran parte se basa en superar el ego, que es un tema que introdujimos en el libro Espiritualidad unificada del Creador. Abordaremos este tema más adelante. La sección siguiente presenta un proceso que queremos que pruebes la próxima vez que experimentes este tipo de miedo en tu vida, y una vez que estés familiarizado con él, podrás aplicarlo rápidamente al miedo en prácticamente cualquier situación. Te ayudará sobre todo a eliminar el impacto del miedo en tu vida cotidiana.
Gestión del miedo
En este punto, lo más probable es que el miedo siga formando parte de tu vida. Cuando sientas miedo, lo importante es no luchar contra él, sino aprender a aceptar su presencia. Al hacer esto, aprendes a sentir miedo y a actuar pese a él. Prueba este proceso:
La próxima vez que sientas miedo, para un instante y exteriorízalo. Exponlo a la luz de tu conciencia, es decir, reconoce que tienes miedo. Probablemente sea lo opuesto a lo que has hecho antes. Recuerda: en el concepto de «miedo» no incluimos las respuestas fruto de la adrenalina que libera tu cuerpo físico en momentos de peligro físico real. Si te ves en una situación así, acuérdate de mantener la calma y emprende las acciones necesarias para superar la situación de la mejor forma posible en ese momento.
Una vez reconozcas que tienes miedo («Sí, ¡tengo miedo!»), dite a ti mismo que nada malo hay para tu ego por sentirlo. Es de esperar que tu ego se sienta