El Libro de Urantia. Urantia Foundation. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Urantia Foundation
Издательство: Ingram
Серия:
Жанр произведения: Религия: прочее
Год издания: 0
isbn: 9781883395049
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cosas —catástrofes físicas, accidentes espantosos, desastres horribles, enfermedades dolorosas, y calamidades mundiales— y preguntarse si tales visitaciones están correlacionadas con las maniobras desconocidas de este probable funcionamiento del Ser Supremo. Francamente, no lo sabemos; no estamos realmente seguros. Pero sí observamos que, según pasa el tiempo, todas estas situaciones difíciles y más o menos misteriosas re-sultan siempre en el bienestar y progreso de los universos. Puede ser que la función del Supremo y el supercontrol de la Trinidad entrelazan todas las circunstancias de la existencia y las inexplicables vicisitudes de la vida en un modelo significativo de alto valor.

      10:7.6 (116.1) Como hijo de Dios puedes discernir la actitud personal del amor en todos los actos de Dios el Padre. Pero no siempre podrás comprender cuántos de los actos universales de la Trinidad del Paraíso redundan en bien de los individuos mortales en los mundos evolutivos del espacio. En el progreso de la eternidad los actos de la Trinidad se revelarán como completamente significativos y considerados, pero no siempre aparecen así a las criaturas del tiempo.

      10:8.1 (116.2) Muchas verdades y hechos que pertenecen a la Trinidad del Paraíso sólo pueden ser comprendidas, aunque sea parcialmente, mediante el reconocimiento de una función que trasciende lo finito.

      10:8.2 (116.3) No sería aconsejable hablar de las funciones de la Trinidad de Ultimidad, pero puede revelarse que Dios el Último es la manifestación trinitaria comprendida por los Trascendentales. Nos inclinamos a creer que la unificación del universo maestro es la acción eventuadora del Último y probablemente es reflectiva de algunas, pero no de todas las fases del supercontrol absonito de la Trinidad del Paraíso. El Último es una manifestación cualificada de la Trinidad en relación con lo absonito sólo en el sentido en que el Supremo de este modo representa parcialmente a la Trinidad en relación con lo finito.

      10:8.3 (116.4) El Padre Universal, el Hijo Eterno, y el Espíritu Infinito son, en cierto sentido, las personalidades constituyentes de la Deidad total. Su unión en la Trinidad del Paraíso y la función absoluta de la Trinidad equivalen a las funciones de la Deidad total. Tal conclusión de la Deidad trasciende tanto lo finito como lo absonito.

      10:8.4 (116.5) Si bien, ninguna de las personas de las Deidades del Paraíso llena realmente todo el potencial de la Deidad, colectivamente las tres lo hacen. Tres personas infinitas parece ser el mínimo de seres que se requieren para activar el potencial prepersonal y existencial de la Deidad total: el Absoluto de Deidad.

      10:8.5 (116.6) Conocemos al Padre Universal, al Hijo Eterno, y al Espíritu Infinito como personas, pero no conozco personalmente al Absoluto de Deidad. Amo y adoro a Dios el Padre; respeto y honro al Absoluto de Deidad.

      10:8.6 (116.7) Una vez estuve en un universo donde cierto grupo de seres enseñaba que los finalistas, en la eternidad, habían de llegar a ser finalmente los hijos del Absoluto de Deidad. Pero no estoy dispuesto a aceptar esa solución del misterio que envuelve el futuro de los finalistas.

      10:8.7 (116.8) El Cuerpo de los Finalistas incluye, entre otros, a aquellos mortales del tiempo y el espacio que han alcanzado la perfección en todo lo que se refiere a la voluntad de Dios. Como criaturas y dentro de los límites de la capacidad de la criatura conocen plena y verdaderamente a Dios. Habiendo encontrado así a Dios como Padre de todas las criaturas, estos finalistas deben comenzar en algún momento la búsqueda del Padre superfinito. Pero esta búsqueda conlleva una comprensión de la naturaleza absonita de los atributos y del carácter últimos del Padre del Paraíso. La eternidad revelará si alcanzar tal cosa es posible, pero estamos convencidos, aun si los finalistas logran esta ultimidad de la divinidad, éstos serán probablemente incapaces de alcanzar los niveles superúltimos de la Deidad absoluta.

      10:8.8 (116.9) Puede ser posible que los finalistas alcancen parcialmente el Absoluto de Deidad, pero incluso si lo hicieran, aun en la eternidad de eternidades el problema del Absoluto Universal continuaría intrigando, desconcertando, confundiendo y desafiando a los finalistas ascendentes y progresivos, porque percibimos que la insondabilidad de las relaciones cósmicas del Absoluto Universal tenderá a crecer en proporción según los universos materiales y su administración espiritual continúen expandiéndose.

      10:8.9 (117.1) Sólo la infinidad puede revelar al Padre-Infinito.

      10:8.10 (117.2) [Patrocinado por un Censor Universal, que actúa por mandato de los Ancianos de los Días de Uversa.]

      El libro de Urantia

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      Documento 11

      11:0.1 (118.1) EL Paraíso es el centro eterno del universo de los universos y la morada del Padre Universal, del Hijo Eterno, del Espíritu Infinito, y de sus divinos coordinados y asociados. Esta Isla central es el cuerpo más gigantesco organizado de realidad cósmica en todo el universo maestro. El Paraíso es una esfera material así como también una morada espiritual. Toda la creación inteligente del Padre Universal reside en moradas materiales; por lo tanto, el centro del control absoluto debe ser también material, literal. Nuevamente debe reiterarse que las cosas y los seres espirituales son reales.

      11:0.2 (118.2) La belleza material del Paraíso consiste en la magnificencia de su perfección física; la grandiosidad de la Isla de Dios se exhibe en las estupendas realizaciones intelectuales y en el desarrollo de la mente de sus habitantes; la gloria de la Isla central se muestra en la dote infinita de personalidad espiritual divina: la luz de la vida. Pero las profundidades de la belleza espiritual y las maravillas de este conjunto magnífico están totalmente más allá de la comprensión de la mente finita de las criaturas materiales. La gloria y el esplendor espiritual de la morada divina son imposibles de comprender para los mortales. Y el Paraíso existe desde la eternidad; no hay archivos ni tradiciones respecto al origen de esta Isla nuclear de Luz y de Vida.

      11:1.1 (118.3) El Paraíso sirve muchos propósitos en la administración de los reinos universales, pero para los seres criaturas existe fundamentalmente como morada de la Deidad. La presencia personal del Padre Universal reside en el centro mismo de la superficie superior de esta morada de las Deidades la cual es casi circular, pero no esférica. Esta presencia paradisiaca del Padre Universal está inmediatamente rodeada por la presencia personal del Hijo Eterno, mientras que ambos están envueltos en la gloria inenarrable del Espíritu Infinito.

      11:1.2 (118.4) Dios habita, ha habitado y habitará por siempre en esta misma morada central y eterna. Siempre lo hemos hallado allí y siempre allí lo hallaremos. El Padre Universal está cósmicamente enfocado, espiritualmente personalizado, y geográficamente reside en este centro del universo de los universos.

      11:1.3 (118.5) Todos sabemos el camino directo a seguir para encontrar al Padre Universal. Vosotros no podéis comprender mucho acerca de la morada divina debido a lo remota que está de vosotros y a la inmensidad del espacio que os separa de ella, pero los que pueden comprender el significado de estas distancias enormes conocen la ubicación y morada de Dios tan certera y literalmente como vosotros conocéis la ubicación de Nueva York, Londres, Roma o Singapur, ciudades definitiva y geográficamente situadas en Urantia. Si fueras un navegante hábil, equipado de nave, mapas y brújula, podrías encontrar fácilmente estas ciudades. Asímismo, si tuvieras el tiempo, los medios de viaje y estuvieras calificado espiritualmente, y contaras con la guía necesaria, podrías pilotear de universo en universo y de circuito en circuito, viajando siempre hacia el interior a través de los dominios estelares, hasta que por fin te hallarías ante el resplandor central de la gloria espiritual