9:1.2 (99.1) Algunos de los atributos de la Tercera Fuente y Centro se derivan del Padre, algunos del Hijo, en tanto que otros, no se observa que estén presentes, activa y personalmente, ni en el Padre ni en el Hijo —atributos que difícilmente pueden explicarse excepto mediante la hipótesis de que la sociedad Padre-Hijo que eterniza a la Tercera Fuente y Centro funciona uniformemente en consonancia con y en reconocimiento del hecho eterno de que el Paraíso es absoluto. El Creador Conjunto incorpora la plenitud de los conceptos infinitos y combinados de la Primera y Segunda Personas de la Deidad.
9:1.3 (99.2) Cuando imaginéis al Padre como creador original y al Hijo como administrador espiritual, debéis pensar en la Tercera Fuente y Centro como coordinador universal, un ministro de cooperación ilimitada. El Actor Conjunto es el correlacionador de toda realidad actual; es el depositario divino del pensamiento del Padre y de la palabra del Hijo, y en acción es eternamente respetuoso de la absolutez material de la Isla central. La Trinidad del Paraíso ha establecido el orden universal del progreso, y la providencia de Dios está bajo el dominio del Creador Conjunto y del Ser Supremo en evolución. Ninguna realidad actual o en vías de actualización puede escapar a la relación final con la Tercera Fuente y Centro.
9:1.4 (99.3) El Padre Universal preside los dominios de la preenergía, el preespíritu y la personalidad; el Hijo Eterno domina las esferas de las actividades espirituales; la presencia de la Isla del Paraíso unifica el dominio de la energía física y el poder materializador; el Actor Conjunto opera no sólo como un espíritu infinito que representa al Hijo, sino también como manipulador universal de las fuerzas y energías del Paraíso, trayendo de este modo a la existencia la mente universal y absoluta. El Actor Conjunto funciona en todo el gran universo como una personalidad positiva y bien diferenciada, especialmente en las esferas más altas de los valores espirituales, las relaciones de la energía física, y los verdaderos significados intelectuales. Funciona específicamente en cualquier lugar y ocasión en que la energía y el espíritu se asocian e interactúan; domina todas las reacciones con la mente, ejerce un gran poder en el mundo espiritual y una poderosa influencia sobre la energía y la materia. Siempre, la Tercera Fuente expresa la naturaleza de la Primera Fuente y Centro.
9:1.5 (99.4) La Tercera Fuente y Centro comparte perfectamente y sin condiciones la omnipresencia de la Primera Fuente y Centro, siendo llamado a veces el Espíritu Omnipresente. De manera peculiar y muy personal, el Dios de la mente participa de la omnisciencia del Padre Universal y su Hijo Eterno; el conocimiento del Espíritu es profundo y completo. El Creador Conjunto manifiesta ciertas fases de la omnipotencia del Padre Universal, pero sólo es realmente omnipotente en el dominio de la mente. La Tercera Persona de la Deidad es el centro intelectual y el administrador universal de los ámbitos de la mente; en ellos él es absoluto: su soberanía es no cualificada.
9:1.6 (99.5) El Actor Conjunto parece estar motivado por la sociedad Padre-Hijo, pero todas sus acciones parecen reconocer la relación Padre-Paraíso. A veces y en ciertas funciones parece compensar el desarrollo incompleto de las Deidades experienciales: Dios el Supremo y Dios el Último.
9:1.7 (100.1) Y aquí se encuentra un misterio infinito: que el Infinito reveló simultáneamente su infinidad en el Hijo y como Paraíso, y que luego surge a la existencia un ser igual a Dios en divinidad, que refleja la naturaleza espiritual del Hijo, y capaz de activar el modelo original del Paraíso, un ser provisionalmente subordinado en soberanía, pero, al parecer, de muchas maneras el más versátil en la acción. Esta aparente superioridad en la acción se revela en un atributo de la Tercera Fuente y Centro que es superior aun a la gravedad física, la manifestación universal de la Isla del Paraíso.
9:1.8 (100.2) Además de este supercontrol de la energía y las cosas físicas, el Espíritu Infinito está espléndidamente dotado con esos atributos de paciencia, misericordia y amor que se revelan tan exquisitamente en su ministerio espiritual. El Espíritu es sumamente competente para ministrar el amor y envolver la justicia en misericordia. Dios el Espíritu posee toda la bondad excelsa y el afecto misericordioso del Hijo Original y Eterno. El universo de vuestro origen está siendo forjado entre el yunque de la justicia y el martillo del sufrimiento; pero los que esgrimen el martillo son los hijos de la misericordia, la progenie espiritual del Espíritu Infinito.
2. El Espíritu Omnipresente
9:2.1 (100.3) Dios es espíritu en un sentido triple: es espíritu; en su Hijo aparece como espíritu sin cualificación; en el Actor Conjunto, como espíritu aliado con la mente. Además de estas realidades espirituales, creemos discernir niveles de fenómenos espirituales experienciales: los espíritus del Ser Supremo, la Deidad Última, y el Absoluto de Deidad.
9:2.2 (100.4) El Espíritu Infinito es tanto un complemento del Hijo Eterno como el Hijo es un complemento del Padre Universal. El Hijo Eterno es una personalización espiritualizada del Padre; el Espíritu Infinito es una espiritualización personalizada del Hijo Eterno y del Padre Universal.
9:2.3 (100.5) Hay muchas líneas no obstaculadas de fuerza espiritual y fuentes de poder super-material que vinculan a la población de Urantia directamente con las Deidades del Paraíso. Existe la conexión directa de los Ajustadores del Pensamiento con el Padre Universal, la vasta influencia del impulso de la gravedad espiritual del Hijo Eterno, y la presencia espiritual del Creador Conjunto. Hay una diferencia de función entre el espíritu del Hijo y el espíritu del Espíritu. La Tercera Persona puede funcionar en su ministerio espiritual como mente y espíritu o como espíritu solo.
9:2.4 (100.6) Además de estas presencias paradisiacas, los urantianos se benefician por las influencias y actividades espirituales del universo local y del superuniverso, con su serie casi interminable de personalidades amantes que por siempre conducen hacia arriba y hacia adentro al veraz de propósito y al honesto de corazón, hacia los ideales de divinidad y el objetivo de la perfección suprema.
9:2.5 (100.7) Conocemos la presencia del espíritu universal del Hijo Eterno y podemos reconocerla inequívocamente. Aun el hombre mortal puede conocer la presencia del Espíritu Infinito, la Tercera Persona de la Deidad, porque las criaturas materiales pueden experimentar realmente la beneficencia de esta influencia divina que funciona como el Espíritu Santo del universo local, vertido sobre las razas de la humanidad. Los seres humanos también pueden, en alguna medida, llegar a tener conciencia del Ajustador, la presencia impersonal de Padre Universal. Todos estos espíritus divinos que laboran por la elevación y espiritualización del hombre actúan al unísono y en cooperación perfecta. Son como uno en la operación espiritual de los planes de ascensión y logro de la perfección de los mortales.
3. El Manipulador Universal
9:3.1 (101.1) La Isla del Paraíso es la fuente y la substancia de la gravedad física; y eso debería ser suficiente para informaros de que la gravedad es una de las cosas más reales y eternamente confiables en todo el universo físico de universos. No se puede modificar ni anular la gravedad excepto por las fuerzas y energías promovidas conjuntamente por el Padre y el Hijo, que han sido confiadas a la persona de la Tercera Fuente y Centro, con la cual están asociadas funcionalmente.
9:3.2 (101.2) El Espíritu Infinito posee un poder único y asombroso: la antigravedad. Este poder no está funcionalmente (de manera observable) presente ni en el Padre ni en el Hijo. Esta capacidad para resistir la atracción de la gravedad material, inherente a la Tercera Fuente, se revela en las reacciones personales del Actor Conjunto a ciertas fases de las relaciones universales. Este atributo singular es transmisible a algunas de las más altas personalidades del Espíritu Infinito.
9:3.3 (101.3) La antigravedad puede anular la gravedad dentro de un marco local; lo hace ejerciendo una presencia equivalente de fuerza. Opera sólo con referencia a la gravedad material, y no es la acción de la mente. El fenómeno de resistencia a la gravedad de un giroscopio es una ilustración clara del efecto de la antigravedad, pero no sirve para ilustrar la causa de la antigravedad.
9:3.4